22-. Un día lleno de recuerdos.

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Newt y yo continuamos sentados uno al lado del otro, mientras yo seguía apoyando mi cabeza en su hombro. Estuve a punto de quedarme dormida, por lo que me sobresalté cuando Chuck abrió la puerta de los baños.

-Que corazón más pequeño tienes Kate.-sonrió Newt cuando notó el pequeño salto que di. Chuck comenzó a observarnos con las cejas fruncidas. De repente comenzó a sonreír.

-¿Qué pasa Chuckie?-pregunté.

-¿Sois novios?-preguntó el verducho exagerando su sonrisa. Entonces me di cuenta que Newt tenía su brazo sobre mis hombros y yo aún seguía con mi cabeza sobre su hombro.

-Eres un poco pequeño para preguntar eso, ¿no crees?

-Quien calla otorga.-respondió Chuck y comenzó a reírse, mientras que yo, sin poder evitarlo cada vez que alguien hablaba de aquel tema, me sonrojé.

-Creo que la fiesta ya está lista. ¿Vamos, cielo?-me preguntó Newt evitando mostrar la sonrisa picarona que tenía, pero fallando en el intento. Parecía que el chico rubio disfrutaba cada vez que me sonrojaba por aquello.

-¿¡Cielo!? Ese es un término amoroso, ¿verdad?-preguntó el verducho. Newt soltó una carcajada.

-Sí, Chuck. Somos novios, ¿contento?-dije, y ninguno de los dos chicos paró de reír.

-Mucho. Aunque se te olvidó comentármelo cuando me dijiste que era el segundo al mando.-dijo Chuck, haciendo que me sonrojase aún más.

-Me voy a la fiesta.-dije escapando de allí y oyendo las risas de los dos clarianos que dejé atrás.

Llegué al centro del Claro, donde la comida estaba ya servida y algunos clarianos la disfrutaban mientras el enorme fuego ardía. Alcancé a ver a mis dos amigos y tras ir a por mí ración, me senté junto a ellos.

-¿Qué tal con el verducho?-preguntó Ben.

-El chaval volvió a cloncarse en los pantalones cuando las paredes comenzaron a cerrarse.-respondí.

-Es una locura, no logro entender por qué han mandado a alguien tan pequeño al Claro.-dijo Minho, que parecía algo enfadado.

-¿Dónde está ahora?-preguntó Ben. Justo un segundo después el verducho se dejó ver con un plato de sopa en las manos, respondiendo a la pregunta del pelirrojo. Newt apareció detrás, mientras ambos seguían riéndose.

-No me puedo creer que sigan mofándose.-dije un poco molesta.

-¿De qué?-volvió a preguntar Ben.

-De mí, por supuesto.-respondí. Minho enarcó una ceja y mostró su típica sonrisa sarcástica.

-¿Es que el verducho ha pillado a los pájaros del amor haciendo cosas indebidas?-preguntó el asiático. Alcancé a darle una patada Minho se quejó.

-Sólo tenía su brazo por encima de mis hombros.-respondí sonrojándome de nuevo.

Pronto el verducho y el segundo al mando se nos unieron, el rubio aún con su sonrisa pícara en el rostro. Rodé los ojos y continué centrándome en la cena.

-¿Y dónde trabajáis vosotros dos? El chino y el pelirrojo.-preguntó Chuck, y no pude evitar soltar una carcajada tras escuchar como Chuck se había referido a Minho.

-No soy chino.-dijo el aludido molesto.

-¿Mmm... Japonés?-volvió a preguntar el verducho. Minho negó con la cabeza-¿Coreano?

-No. No lo sé. Sólo asiático y ya.

-¿Y dónde trabajas, asiático?-Minho, que al igual que Alby tenía muy poca paciencia con los verduchos, (en realidad con cualquier persona que no considerase su amigo), comenzaba a enfadarse.

La corredora del laberinto (TMR Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora