Capitulo 10. Desiciones Extremas

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Laboratorio Forense

02:30am

— Soy un mounstro — dije frente a la plancha que tenía a los cadáveres

Era esto o dejar que Delano enloqueciera e hiciera pagar a los Five-0 por mi locura, pero necesitaba tiempo y es que el hecho de solo pensar en matar a gente inocente, simplemente no podía, no lo hare. Así que para ganar tiempo, mire las fotos de los testigos y decidí buscar cadáveres en el laboratorio forense que tuvieran un parecido a ellos, claro que no estuvieran en avanzado estado de descomposición, tampoco iba a jugar con la inteligencia de Delano, otra de las cosas en las que pensé es que debía ser de noche pues cuando le tome foto algunas cosas por la oscuridad parecerán confusas. Todo esto para hacer tiempo y que las verdaderas personas las que tenía que asesinar fueran puesta bajo el programa de protección de Testigos de la CIA, el FBI no era una opción por lo visto Delano tiene gente trabajando para el ahí, además que el programa de la CIA era mucho más efectivo. Solo espero que en esto funcione, no podría cargar con que algo le pasara alguno de los five-0.

"¿como sacaría esto de aquí?" — pensé—  no seas tonta Diane, no todo puedes hacerlo sola, súper Seal. Claro tampoco es que tuviera a quien pedirle ayuda para una locura así.

— Comandante Brighton — escuche, enseguida tal vez por el efecto de los nervio saque mi arma me voltee y apunte, él se quedó sorprendido ante mi reacción-

— Max — respire— por dios. Casi te disparo, ¿que haces aquí son las dos de la mañana?

— eso me pregunto ¿que hace usted acá? y ¿porque estos cuerpos están afuera?

— eehh... — no le mentiría, por la personalidad de Max, ganaría mas diciéndole la verdad y persuadiéndolo a que me ayudara, a actuar arbitrariamente como generalmente lo hago.

— Max esto es complicado, pero entenderé si no puedes comprenderlo.

No me equivoque, al decirle la verdad a Max, no solo entendería, sino que me ayudaría, es que al combinar mi loca idea de buscar a Delano y lo que paso con mi equipo, con los five-0 y sus vidas en riesgo, fue la mejor idea, no era actuación, enserio era preocupante pero no tenia de otra, o mover a las personas como en un juego de ajedrez, inteligentemente o dejar que Delano acabe con el equipo. Como dije me ayudo a sacar los cadáveres del laboratorio, conocía unos túneles secretos que estaban dentro del edificio, por fin los hawaianos sirven de algo más que para decir aloja y surfear, utilizamos mi auto, antes de salir de casa desconecte mi GPS, no quería dejar ningún cabo suelto, claro cuando revisen mi kilometraje pues el auto no es mío, pregunten por esos kilómetros yo ya tendría una súper excusa. Manejamos hasta unos cañaverales, bastante lejos de la ciudad, a unos 45 minutos aproximadamente, debía apurarme, no debía amanecer sin que todo estuviera listo. Como al entrar a los cañaverales, los cauchos se marcarían en la tierra así que nos estacionamos en la carretera y el resto tuvimos que cargar los cadáveres hasta donde los dejaría y tomaría las fotos, el olor a formol era insoportable, ni los tapabocas eran suficientes, empezaba a preocuparme por Max, no fuera a desmayarse, decidí acortar un poco el camino y empezar con el teatro.

— Max — tratando de recuperar el aire — ¿cómo te sientes?

— Siempre quise adrenalina por eso acepte ser el forense de los Five-0, pero creo que esto es mucho más de lo que llegue a pensar.

— bueno, no soy una Five-0 original, tengo mis métodos.

— ¿preparada? — dijo el

— no mucho la verdad — le dije, estaba tratando de conservar la calma pero esto estaba estresando, esto solo era impulso, pues cuando encuentre a Valdés no van a quedar ni las cenizas de el

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora