Capitulo 2. Wahines Akamai

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Kahala, Mansión Brighton.

Una cálida mañana cubría a las islas polinesias, y aunque con un poco más de viento también cubría lo alto del valle de Kahala. Diane sentada en el confortable sillón de la terraza de su cuarto meditaba sobre los últimos acontecimientos, pero sobre todo y como cada mañana se reconfortaba a sí misma, diciéndose que faltaba poco para que todo se resolviera y volviera NYC, donde quería estar desde el momento en que piso Hawaii hace tres meses.

Las primeras semanas de su regreso las había pasado ideando la manera de decirle a Chin, Kono, Danny y Steve "Volvimos dama y caballeros, no pregunte porqué, porque esa respuesta solo tiene algún loco del senado", y por muy infantil que resulte, parecía una niña pequeña intentando idear una dulce mentira a sus padres; y fue hasta que el día llego que se encontró con Danny y tuvo que decirle todo y sin reservas que ya podía estar medianamente tranquila. Después de ello las siguientes semanas tuvo que pasarlas controlando su temperamento con McGarrett y sus ironías y comentarios ácidos sobre Diane y su misterioso regreso, además de intentar mantener a raya a Hart pues la había estado persiguiendo durante días, aun no supo para qué, pero cuando le enfrento este pareció asustarse por que no volvió hacerlo.

Por ultimo estas últimas 3 semanas las había pasado en casa recuperándose de una seria lesión en la espalda y la pierna que le había causado la onda expansiva, incluso debía ir constantemente a terapia neurológica ya que al caer se había golpeado la cabeza y constantemente se sentía mareada y hasta perdía el conocimiento. Pero ese era el último día de esas tres semanas, era hora de volver al trabajo, sobre todo porque mientras más rápido volviera y se hiciera cargo de Five-0 más aceleraría la manera de demostrar su inocencia y volver a NYC.

***

Desde que el informe había llegado a sus manos se preguntó mil veces si debía ir a entregárselo. Bien podría mandar a un novato de la HPD o entregárselo a Danny, él siempre iba a verla; y es que no sabía si la razón de su renuencia a ir a su casa era porque aun la presencia de Diane en espacios íntimos lograba intimidarle, y no de una mala manera, sino que al estar a su lado comenzaba por alguna razón a pensar y reflexionar sobre ella y su pasado al punto en que se olvidaba que debía ser frio y distante con ella, y esa situación era realmente molesta. Otra de las razones por las que no sabía si entregarle el informe era porque en el fondo no le gustaba ver aquella Diane que llego a Hawaii hace unos años, distante, recelosa, que parecía inalterable ante cosas importantes, esa Diane no era la que el había visto en Tokio y de la cual comenzó a sentirse más que atraído físicamente.

Al final de cuentas fuera por una u otra cosa, el tiempo que tuvo para pensarlo se había acortado cuando se estaciono frente a su casa, incluso luego de pasar por la extensa seguridad que tienen ese tipo de urbanizaciones con grandes mansiones. El momento era ese y sea como fuese su actitud él no tenía sino que secundarla y actuar igual o agudizarlo, incluso contra su voluntad.

Cruzo el lujoso jardín lleno de esculturales figuras y una fuente victoriana que bien podría costar lo mismo que cuesta la casa entera, pensó; luego de admíralas llego a la puerta y toco el timbre, espero unos segundos hasta que la puerta se abrió y detrás de ella estaba un hombre mayor con un traje negro hecho a la medida, y aunque Diane le había insistido en que ya no vistiera así pues para ella no era su mayordomo, este rehusó. Usaría su traje inmaculado con una brillante "B" en su solapa derecha, lo cual llamo mucho la atención de Steve. En el pasado cuando había venido, siempre era ella misma quien abría su puerta, lo que lo hizo pensar que tal vez la Diane que conoció ya ni siquiera existe, y es que hasta su nueva forma de vestir combinaba con su nuevo mayordomo. Desde que Diane llego pudo verla que vestía casual pero muy elegante, siempre era ropa que a kilómetros se notaba costosa, sin embargo en el fondo esperaba que eso solo fuera una fase y que no se hubiese convertido en una rica caprichosa capaz de mover cualquier hilo a través de su dinero.

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora