Capitulo 5. Huaka'I Kula

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Oficina de Asuntos Internos,sede Hawaii, Waikiki.

Si seguía volteando los ojos como lo hacía cada segundo que Hart hablaba, se le quedarían así de por vida (como decía su padre cuando lo hacía: "Basta de hacer eso Marie, si sigues haciéndolo tus ojos se quedaran así para siempre. No creo que vayas a verte muy atractiva con los ojos totalmente blancos" y ella reía.) En aquel momento parecía un bonito recuerdo. A pesar de estar una sala de interrogatorios, fría, un poco lúgubre y sentada en una dura silla de metal, el recuerdo de su padre la hizo relajarse un poco. En momentos como ese se preguntaba ¿Cómo sería su vida si ellos no hubiesen muerto? Y que tan diferente seria ella; tal vez sería un poco más dulce, más sofisticada, siempre sonriendo; siempre arreglada de pies a cabeza; tal vez ya estaría casada y en una bonita casa en NYC... Pero enseguida sacudió aquel pensamiento, tal vez en ese instante quería ser otra persona, pero había cosas de su actual vida que no cambiaría por nada en el mundo.

Habían pasado dos horas desde que había llegado y las preguntas eran las mismas, solo variaban algunas cosas, pero ella no podía hacer nada más, si deseaba salir de aquella tortura en la que estaba desde hace meses que llegó a la isla y de la cual parece estar atada desde el día en que llego a Hawaii. Five-0 había pasado de ser una salida a lo de Valdés a una Ohana; de Ohana a una posible vida; de una posible vida a una futura muerte en prisión, pues si esto continuaba Diane se daría por vencida y mandaría todo al caño.

Habían pasado semanas y Catherine no tenía respuestas sobre el agente siete veinticinco, El Pentágono no cambiaba ni cambiaria de opinión sobre ella, a tal punto en que le prohibieron las salidas del país, y hablaron con Denning para que la destituyera de Five-0, pero por alguna razón este prefirió mantenerla dentro del equipo. La Marina y el equipo de los SEALS le habían enviado una carta donde se le informaba su baja sin honores, de igual manera el FBI le prohibió el acceso a su base de datos e incluso los superiores de Kavner le habían recomendado que dejara de comunicarse con ella y que si se enteraban que hacia algún trabajo para ella, prescindirían de él; y aquello enfureció más a Kavner pues todo eso era ya no era culpa de McGarrett o de Catherine, sino de ella, de ella y de nadie más. Pues ella pudo haber dicho la verdad desde un principio, pero prefirió encubrirlos.

Progresivamente todo iba volviéndose un caos y Diane no encontraba como salir de él, simplemente estaba flotando en aquella tormenta oceánica, dejándose llevar, parecía estar poco a poco desgastándose y había llegado a la conclusión que lo mejor era dejar que todo pasara.

— ¿Qué tan cercanos llegaron a ser o son tú y Steve, Diane? –Pregunto Hart por segunda vez. Diane rodo los ojos y decidió responderle, pero esta vez ya no con parsimonia sino con tranquilidad y hasta un tanto sarcástica.

—Te repito: Teniente Comandante Brighton, no Diane. No me simpatizas así que no puedes tutearme...

— ¿Teniente Comandante? ¡Pff! ¿de dónde? Porque tengo entendido que la Marina te degrado –dijo Hart enseguida con sorna.

—Que mal informado estas Hart. Sin embargo eso no te da derecho a tutearme –replica Diane.

—Porque no responde a la pregunta "Comandante" –y esto último lo dijo en un tono satírico y burlón– ¿Qué tan cercanos llegaron a ser o son tú y Steve?

— ¿Otra vez con eso? ¿Qué es lo que quieres saber? ¿Sexo? Sí, nos acostábamos. Después nos dimos cuenta que no funcionó. Eso es lo cercano que somos ¿algo más?

—Eso es obvio Comandante, se nota la tensión sexual entre ustedes...

— ¡Qué asco! –y Diane arrugo el entrecejo. Aquel comentario sonaba en la voz de Hart un tanto sádico y pervertido.

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora