Capítulo 31. Oia'i'o

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Casa de McGarrett

—Yo sigo pensando que es mala idea —menciona Steve mientras abre la puerta de la casa para Diane, ambos venían de una cena luego del trabajo.

—Pero fue tu idea mi amor —replicó Diane riendo.

—Si, pero ahora que lo pienso es muy mala idea. Y si aún nos sigue odiando a todos... A parte de que ni siquiera me dijiste que ibas a llamar enseguida ¿Qué tal si solo era una idea?

—Steve, cuando me lo dijiste no sonaba a una idea, además me viste llamando a mi tío; Ahora bien, la que se va a casar contigo soy yo. No te puedo asegurar que mi tío vaya estar muy feliz porque conociéndolo sé que no ha olvidado lo que pasó, pero tendrá que aceptarlo —respondió ella encogiéndose de hombros. —Además me agradó mucho que fuese tu idea, y que quisieras incluir a mi familia, el vendrá y yo me encargaré del resto ¿Sí?

—Bueno seremos una familia en... —y de pronto se escuchó un sonido en la cocina y ambos de inmediato sacaron sus armas y se dirigieron a la cocina.

Steve de inmediato intentó detener a Diane, pero ella solo miro con desconcierto y de una vez solo la dejo ir, sabía que eso no era una opción. Sin embargo, él tomó la delantera y era quien iba delante de ella camino a la cocina.

Al llegar a esta lo primero que Steve pudo ver, era que sobre la mesa había una pieza del ajedrez que llevaban todos los cuerpos del caso de Hein de hacía unos días.

—Ok, ahora si estoy molesta —dijo Diane y de nuevo se escuchó otro ruido fuerte y esta vez ella corrió hacia el patio trasero de la casa que era de donde provenía. Steve intentó tomar la delantera de nuevo, pero no pudo, Diane había llegado primero.

Y al igual que en la cocina no había nada, ni nadie.

—No me gusta hacia donde está yendo esto —dijo Diane. —Primero mi auto y luego la casa.

***

Al día siguiente...

Cuartel General Five-0

—¿Cómo estuvo eso de que el psicópata del ajedrez entro a su casa? —preguntó Danny al ver a Diane y Steve llegar al cuartel.

—Pues básicamente no es como que lo hayamos visto, pero alguien dejo esto ahí —dijo Diane colocando la pieza en la mesa de la computadora.

—Y pues déjenme terminar de completar su mañana —Dice Grover— esta semana llegó otro sobre con otro objeto extraño.

—No voy a decir que me estoy desesperando porque es obvio que lo estoy haciendo —dice Diane tomando el sobre que mostraba Grover—¿Lo enviaron a revisar?

—Si, y no encontraron huella. Pero, sigue siendo la misma letra, misma tinta y mismo sobre —respondió Grover.

—Una llave de esqueleto—comenta Diane una vez que saca el contenido del sobre. —¿Qué carajos puedo hacer con esto? Pero sobre todo ¿Quién está enviándome esto y por qué?

—Pues estuve investigando para poder entender que sucede aquí, y encontré que este tipo de llaves están hechas para un mueble americano antiguo del siglo XIX.

—No tengo, no tengo ni tuve nada parecido. —respondió Diane mirando la llave de nuevo—, tal vez Dan... Creo que le gustaba coleccionar antigüedades y cuando se mudó a Hawaii compro algunas, no recuerdo bien, pero sé que me hablo de ello.

—Pues tal vez es momento de...

Y Steve no pudo terminar aquella frase pues de pronto las ventanas estallaron, lanzando una onda naranja tan fuerte que lanzó a todos dentro del cuartel al suelo.

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⏰ Última actualización: Jan 03 ⏰

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