Capitulo 13. Inā wale nō (Parte I)

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Base Aérea de Hickman

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Base Aérea de Hickman

—Comandante todo esta listo. Partimos en 15 minutos —informo uno de los pilotos del avión.

—Entendido. Gracias —respondió Diane.

Haber llegado hasta ahí no había sido fácil, la suspensión de Diane seguía siendo un obstáculo, para muchas cosas, entre esas poder hacer una misión de rescate a Kavner. Así que como siempre y sin pensarlo, tuvo que mover sus cartas y hasta sacar cosas del baúl lo que no se esperaba es que de ahí, saldría la verdad de porque había vuelto a Hawaii.

...

—Lo siento Comandante pero el Senador Park no podrá atenderla ¿Quiere que le dé un mensaje de su parte?

—No se preocupe, ya he pasado por esto —dice Diane y sin importarle la chica la cual se paró inmediatamente de su silla al ver a Diane caminar hacia la puerta; siguió y entro hasta la oficina—, creí que ya habíamos pasado por esta etapa donde te escondías de mi Sean. Creo que ya ha pasado tiempo.

—Lo lamento señor, ella solo...

—Está bien Leah, no te preocupes —dijo el hombre y con un gesto le pidió a su asistente que saliera de la oficina—, ¿Qué se te ofrece Diane?

—Necesito ir a Pakistán, pero necesito hacerlo con un grupo militar. Así que me gustaría que ordenaras un despegue de uno de los aviones en la Base Aérea de Hickman.

—No creo poder hacer eso. Soy senador, eso se escapa de mis manos.

—Sean ¿Crees que vine aquí en son de paz y amor a pedirte un pequeño favor? Estoy ordenándotelo, me lo debes. Sino tu solo sería Sean Park, un Alcalde que no dudo en darle la oportunidad a un criminal como Miguel Valdés de hacer su propio imperio de Drogas y crímenes; y no "el Senador Sean Park" un honorable hombre que se preocupa por esta pequeña isla del pacifico —dijo Diane con toda la sorna posible. No estaba dispuesta a obtener un no por respuesta.

—Diane —dijo el hombre en un suspiro mientras desabotonaba su chaleco y se sentaba en su enorme escritorio—, eres rica, poderosa ¿Por qué sientes la necesidad de venir a molestarme a mi teniendo tantas personas dispuestas ayudarte?

—Justo ahora estoy en una serie de problemas la cual no tengo porque comentarte y pensé "oh, ¿Quién en este país esta tan podrido como para ayudarme?" y heme aquí, obvio que pensé en ti. Sigo tu carrera desde que estaba en New York, así que insisto, creo que me lo debes.

—Vaya, esto no está saliéndome como esperaba. Por lo visto, tenerte cerca y bajo mi radar no evito que algún día quisieras abrir la boca.

— ¿De que estas hablando? —pregunto Diane consternada por lo que acababa de oír, por lo visto no era la única en esa sala que tenía algo que perder.

— ¿Qué no te dijeron que tu regreso a Hawaii se debía más por política que por necesidad de una brillante militar? —respondió el hombre con una sonrisa.

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora