Capitulo 18 Venticuatro Horas (Parte I)

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Eran las 9:30am baje a la cocina, a tomar café y de ahí me dispondría a buscar otro auto, es mío quedo deshecho después del accidente.

—Comandante, que bueno que paso antes por acá, debe desayunar, además le prepare malasadas, vi una cajita de ellas hace días y pensé que le gustarían.

—No puede ser –dije la verdad me recordaba era a Danny, es quien me las enseño a comer, en su manía de querer cambiar mis planes de ir a todas las pizzerías de Hawái me mostró las malasadas. —En realidad es a mi compañero Danny al que le gustan, de hecho las ama, pero muchísimas gracias, comeré una y las otra las puedes colocar en un recipiente se las llevare me va amar.

—Seguro Comandante –dice ella.

—Te dije que podías decirme Diane, no me gusta que me llamen así, bueno no los que no son criminales, gracias por prepárarlas.

—De nada tenga –haciéndome entrega del periódico. —Lo dejaron en su puerta y lo recogí.

—muchísimas gracias Sra. Kalani

Me dispuse a leer el artículo y era sobre el barco que logramos detener que llevaba 240kg de droga al continente, fue un trabajo duro pero era una de mis especialidades, sabía perfectamente cómo actuar en estos casos, así que Steve decidió darme la oportunidad de dirigirlo, sin duda fue todo un éxito, en el periódico salía la foto de la ceremonia que les hizo el gobernador a los Five-0 a la que no pude asistir pues estaba en la corte militar por el caso de Steve, en la foto esta Danny, Chin, Kono y Steve detrás del gobernador mientras este pronunciaba su discurso de congratulación, por un momento en mi salió una sonrisa y es que a mi mente vino lo que ha pasado últimamente con McGarrett, jamás pensé que en cierta forma McGarrett llegara atraerme, no creo que lo haya visto más que como un insoportable compañero, aunque puede que este confundida es decir ambos somos idénticos aunque me cueste decirlo pero puede que sea esa cómo puede que no la motivación que tuve para dejar que todo esto fuera sucediendo, ahora más sorprendida me dejo el hecho de que le sintiera la mismo de tal forma que fuera el que comenzo con todo esto.

—Qué bonita sonrisa –dice la sra Kalani sacándome de mis pensamientos.

—bueno es que fue un duro caso. –respondí.

—Usted es un increíble policía, pero además de eso tiene un buen corazón eso la hace exitosa.

—Gracias Sra. Kalani

—Por nada. Ahora debo irme, que pase buen día comanda... -la mire en señal de que no podía decirme así.

—Perdón, que pase buen día Diane

—Igualmente Sra. Kalani -sonreí.

Termine de leer el periódico y de comer las malasadas, estaban realmente deliciosas, Danny enserio va amarme cuando llegue con las malasadas, me dirigí a mi cuarto a buscar mi teléfono celular, mi arma y mi placa.
Al bajar las escaleras noto desde el ante penúltimo escalón que la puerta estaba abierta, se preguntó por un momento si había sido la Sra. Kalani pero había oído cuándo la cerro, Diane se percató que no traía su arma pero aun así decidió revisar, caminaba cautelosamente y miro a ambos lados pero no vio nada, hasta que algo le llamo la atención la mesa pequeña de la sala principal estaba de un lado y la alfombra estaba arrugada, entonces todos sus sentidos se pusieron alerta, al voltearse para buscar su arma casi imperceptible estaba un hombre alto quien con su arma la golpea dejándola un poco aturdida.

Este se le abalanzo para seguir la contienda que había empezado, pero Diane rápidamente se recuperó para dar la pelea, a pesar de estar un poco mareada respondía algunos golpes que este le daba, de un momento a otro el número de personas aumento y a pesar de tratar de pelear con varios, el primero de ellos, el que la atacó logro tomarla por el cuello y la empujo contra una de las paredes haciendo que se golpeara la cabeza quedando inconsciente, una vez en el piso pudo medio reaccionar y lo único que lograba ver era como una sombra borrosa se le acercaba hasta que definitivamente cerro sus ojos. Este hombre el cual era alto moreno su rasgos parecían latinos, tomo a Diane y se la llevó hasta donde estaba el auto, el cual estaba aparcado en el frente de la casa de Diane, le ato de manos y pies y cerro el maletero del auto.
Steve luego de hacer su rutina diaria, decidió llamar a Diane para confirmar la cita que habían planeado, intento varias veces pero no contestaba así que decidió romper el hielo e ir por ella.

Hawaii Five-0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora