Capitulo 8

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Milo se encontraban tirado en el sillón  de su casa , hace un buen rato que en sus pensamientos solo aparecía el rostro del Ángel de la Muerte, del cual desconocía su nombre. No sabia porque  no podía dejar de pensar en él: esos ojos azules, esas finas facciones, esa fuerza que demostraba, aun estando en una situación que no le convenía para nada, de todas formas lo había encantado. Ahora entendía a Kardia, tal vez Degel antes había sido como ese Ángel y por eso encanto a su gemelo, pero después de todo su odio hacia Degel no había desaparecido, aun así no se vengaría a través de su hermano, podría ser un Demonio pero no era un maldito, como lo eran otros, él nunca haría algo que considerada injusto.

Por otro lado, en la habitación Camus había vuelto a reaccionar, se aseguro que Milo no estuviera cerca para poder pararse de la cama, y tratar de encontrar una forma de salir de ahí. Miro por la ventana se encontraba en un segundo piso de lo que parecía una cabaña podría salir fácilmente, pero para su mala suerte su vía de escape que eran sus alas aun las sentía entumecidas, y no podría volar. Bufo no sabia cuanto tiempo mas pasaría en ese lugar y tener un Demonio cerca no le deba buena espina, aunque de cierta forma le gustaba, ¿Porque? no lo sabia.

Se sentó en la cama, Milo lo había salvado de su hermano, y él lo único que hizo fue querer matarlo, son enemigos era algo lógico, pero de alguna manera se sentía mal por haberlo atacado, de no haber sido por  él en esos momentos estaría muerto.

El sonido de la puerta abriéndose lo saco de sus pensamientos, miro de reojo como Milo entraba en la habitación.

- Veo que ya estas mejor.

- Si... quiero darte las gracias.

- Eh, ¿Porqué?

- Por salvarme de Degel, sino hubieras aparecido estaría muerPo.

- Bueno no lo hice por gusto, después de todo solo te cuidare hasta que estés mejor y puedas irte... dejame decirte algo.

-¿Que?

-Tu hermano es un maldito, yo en su lugar hubiera atacado a algún Ángel que no conociera, no a mi propio hermano, y mucho menos siendo menor que yo.

Lo pensó un poco, Milo tenia razón, Degel había sido un maldito en atacarlo como si los años que pasaron juntos no significaran nada, fue capas de atacar a su propio hermano menor, tal vez por ser presa fácil de engañar. Suspiro.

- Tienes razón... Tu querías saber mi nombre ¿no es así?

- Si, o si no te seguiré llamando Ángelito jeje.

- Que chistoso, mi nombre es Camus.

- Camus ¿eh?, bien señor Ángel de la Muerte va a tener que salir de la habitación por que hace tres días que te traje aquí, y no has comido nada así que muevete y sigueme.

No teniendo de otra siguió al peliazul al comedor, ya que su estomago se lo pedía a gritos.

Territorio de los Demonio.

En uno de los edificios principales de ese lugar, se encontraba Shion, parecía un león enjaulado dando vueltas por toda la "oficina" donde se encontraban, ya hasta tenía mareado al pobre de Dohko que lo veía ir y venir.

- ¡Ya para Shion me estas mareando!

Pero su amigo no lo escuchaba, solo seguía dando vueltas y murmurando cosas que Dohko no entendía.

-¡SHION!

- ¿¡Que!?

- Mirate pareces un animal enjaulado, ¿Que diablos te tiene así?

- Albafica aún no vuelve y eso es raro en él.

-  Piensa, lo mandaste a aniquilar a los Ángeles de la Muerte principales, es obvio que le tomara mas tiempo...

- ¡Pero nunca se había tardado tanto!

- ¡Escuchate Shion estas alterado!, por mas que Albafica tenga cualidades asesinas innatas, lo mandaste a matar a Aspros y Deuteros, ¡dos Ángeles de la Muerte! Por no decir que los mas poderosos, en especial el segundo... ahora te dejo solo y te calmas.

Shion bufo, Albafica se estaba tardando demasiado y ya se estaba desesperando. El peliceleste le preocupaba bastante, no solo por ser uno de sus guerreros mas fuerte ,sino por otra cosa, ¿Que era? No lo sabia.

Territorio de los Ángeles.

La sentencia que  Albafica recibió fue un Castigo y de los peores, lo torturaron hasta casi matarlo, pero Minos detuvo el castigo con la escusa de que terminaría con la condena en su residencia, al ser un Arcangel los Guardianes le creyeron. Desde eso había pasado dos días y Albafica apenas recuperaba la conciencia, pero para su sorpresa no se encontraba solo, apenas abrió sus ojos se encontró con la sonrisa burlesca de Minos.

- Hasta que al fin reaccionas mi lindo Albafica.

- Callate que no soy de nadie mucho menos tuyo.

- Eso lo veremos jeje.

Minos se estaba acercando demasiado a él, quiso golpearlo, pero fue hay cuando se dio cuenta de que lo tenia amarrado de las muñeca al respaldo de la cama. Minos estaba a centímetros de sus labios, hasta se rosaban uno contra otros.

- Sorprendido...- se burlo en su cara lamiendose los labios.

- Vete a la mierda de donde saliste. - dijo casi escupiendo las palabras.

Minos solo sonrió perverso, le encantaba esa rebeldía del Demonio, pero para su mala suerte Albafica no sedería  sus oscuras deseo tan fácil, tendría que ser por las malas.

-¿Que tanto me ves idiota?

- Imagino como te verías sin esas ropas estorbosas.

Eso lo enfureció, quiso atacarlo, sino podía con sus manos, sus alas harían el trabajo de romperle la cara al hombre frente a él, pero para su desgracia, al hacer el menos movimiento con ellas sentía como si le clavaran mil cuchillos a la vez. Minos tomo una de sus alas e hizo que las viera.

- No, no, no las muevas, que de tus bellas alas rojizas lo que queda es muy poco...- se acerco a su oído y le susurro-  Lo vez no podrás salir de aquí.

Comenzó a lamerle el lóbulo de la oreja, a morderla y jalarla ligeramente, mientras que  una de sus manos bajaba por el cuello de Albafica, quien trataba de todas las formas posibles quitarse a Minos de encima, pero le era en vano.

- Seras mio ...

•••

Hola

No me maten por dejarlas con las ganas de leer un lemon jeje

Otra cosa mas, en esta historia ocupare una pareja, poco utilizada , pero que por lo menos a mi me gusta, ¿ya saben cual? ... aja ShionxAlbafica

Bueno eso

ScorpioNoMilo fuera ✌

Ángel y Demonio. [1.Temp.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora