Prisionero.

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Desde esa tarde que lo descubrió el pequeño intento de Demonio lo seguía para todos lados y eso ya lo tenia irritado. Lo había mandado a la cresta misma pero aun así Shun lo seguía de todas formas.

Peor aun, hoy después de una larga semanas se volvería a ver con Camus, sin saber que el mencionado esta recluido en algún lugar del Territorio de los Ángeles, mas específicamente, en un lugar solo conocido por Saga y Hades. Tuvo que ingeniárselas de la manera más rara posible para despistar al Intento de Demonio, y poder ir a donde debía verse con su Ángel, llego como con diez minutos de retraso, pensando que encontraría al de la Muerte molesto por hacerlo esperar, pero al llegar no encontró a nadie, eso era raro. Sabia que ese Ángel era muy puntal, y si no llegaba pronto tenía que comenzar a preocuparse por que algo tuvo que haberle pasado para que no llegara a la hora dicha.

Llevaba una hora ahí, dando vueltas como un loco maldiciendo en cuanto idioma conocido. Algo le decía que debía buscarlo, que no tenía que quedarse de brazos cruzados por que su Camie corría peligro, quien sabe tal vez era un sexto sentido o algo, pero una parte de si le decía aquello y sin pensarlo se dirigió al único lugar en la Tierra que sabia podían ayudarlo o por lo menos darle alguna pista.

Cuando llego a la casa de ese tal Hyoga, se llevo la desagradable sorpresa de encontrar a su perseguidor al interior. Entro como Pedro por su casa, ignorándolo olímpicamente a Ikki y Shun, solo se dirigió al rubio que tampoco tenia ni la menor idea de que hacia ahí. Pero antes de que le dijera una misera palabra Shun le corto el paso.

-¿Que haces aquí?

- Lo mismo debería preguntar. Ahora dejame pasar no es a ti a quien busco- lo aparto con una de sus manos, para por fin llegar con Hyoga- Dime, ¿has visto a Camus?- su voz salio con un tono algo preocupado.

-¿A Camus?... No, no a venido por aquí, ¿por que paso algo malo?

- Diablos...- iba a irse pero lo detuvieron.

- Di primero porque lo buscas.

- No puedo, ¡Ya dejenme ir!... - llego a la puerta estaba apunto de emprender vuelo cuando se giro-  si saben algo de él por favor avisenme, estaré en el Territorio de los Ángeles por tres días.

- ¡Hey! ¿como vas a estar hay sin que te descubran?

- Tengo mis trucos, Ikki.- sin mas se fue, dejando con la duda a los tres de a que trucos se refería.

Territorio de los Ángeles.

Sus ojos comenzaron a abrirse, aun le dolía la cabeza por la culpa de ese maldito Ángel Negro que lo golpeo. Cuando al fin abrió por completo los ojos se dio cuenta de que se encontraba en un lugar por decir mas que lujoso, cortinas de seda, alfombra de alas de Demonio, hasta el mas mínima detalle era del mas fino mármol, pero una pregunta se instalo en su cabeza ¿¡Que diablos hacia él metido ahí!?, no recordaba nada mas que los negros cabellos del Ángel y un fuerte golpe.

Trato de levantarse y al hacerlo se dio cuenta de dos cosas, la primera: Que no llevaba su ropa de siempre, al contrario su ropa había sido reemplazada por una túnica parecida a las típicas griegas pero esta era mas transparente, estaba seguro que si la luz del sol le daba cualquiera podría ver su figura bajo esa tela. Y la segunda: era que sus bellas alas negras tenían una cadenas muy gruesas puestas, y sobre estas un especie de candado, pero eso no terminaba hay, esas mismas cadenas llegaban a una pared y para su desgracia no eran muy largas, ni siquiera podía acercarse lo suficiente a una ventana como para poder abrirla.

-¿Pero que...?

Justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver a Saga, quien al verlo ya despierto y en pie, paseo su miraba sobre su persona de pies a cabeza, no se arrepentía para nada de haberlo secuestrado.

-Vaya... Te ves mas hermoso de lo que imagine vestido así.

- ¡Callate!...- apretó el puño- ¿¡Quien te crees que eres para hablarme así!?

- Soy con quien debiste estar desde un principio.

- Tu, no tienes derecho alguno sobre mi...

- A ver, a ver. No hables de lo que no sabes. Yo pose mis ojos en ti cuando apenas eras un niño y desde entonces te reclame. Pero el idiota de mi primo se me adelanto con Degel y al ver que no funciono, me fuiste negado. Todo por la culpa de Aspros , si ese idiota hubiera insistido todo esto...- se le acerco lo suficiente para tomar las cadenas por su espalda y evitar que se alejara- no seria necesario.

- O sera que Aspros tuvo mas cerebro que tu, y lo pensó bien.- eso había dolido y mucho jamas le gusto que lo compararán con su primo.

-Como sea no saldrás de aquí.

Soltó las cadenas para tomar su cintura con ambas manos. Camus trataba de alejarse lo mas que podía, pero Saga tenia mas fuerza que él en ese momento. Se le acerco a su cuello dispuesto a dejar una marca, pero se llevo un disgusto al ver como en el cuello del Ángel se encontraba una pequeña marca rojiza, la miro bien, no era muy reciente tal vez tenia un poco mas de tres días, lo que si lo lleno de enojo era que ese Demonio ya lo había marcado como suyo y tal vez mas de una vez. Se separo, lo miro serio y sin que el de la Muerte lo pensara un fuerte golpe en la cara le llego tirándolo al suelo, las cadenas hicieron un fuerte ruido al chocar contra el piso.

- Eres un asqueroso. Te revolcaste con ese Demonio, pero dejame decirte que ni con eso te salvas de mi...- con brusquedad limpio la sangre que salio de su labio inferior. Camus le dio una mirada mas de repulsión que asesina- Me encargare personalmente que ese Demonio muera en la guerra.

Dicho eso se fue. Camus quedo mirando la puerta. Tenía que salir de ahí como fuera, debía hacerlo y advertirle a Milo del peligro que representaba Saga.

◆◆◆

¡Hola!

Creo que mas de alguien pensó que Saga es un maldito ¿o fui la única?

En el próximo capitulo nos enfocaremos un poco mas en Shion, Albafica y Manigoldo... Sale Minos y entra Mani, pobre Shion, se le puso difícil.

Chaito.

ScorpioNoMilo ✌

Ángel y Demonio. [1.Temp.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora