Una semana desde esa noche en la que casi son expuestos ante los Arcángeles, y tras eso debieron volver cada uno a su territorio, para no levantar sospechas o por lo menos no levantar más de las que hay sobre ellos.
Territorio de los Demonios.
Desde el primer momento que volvió a su territorio se sintió observado y perseguido, pero cada vez que se daba la vuelta para ver quien lo persigue, no había nadie, solo una calle vacía, u otros Demonios ocupándose de sus asuntos totalmente ajenos a él, pero de todos modos no se lo creía. Cada vez que se giraba algo le llamaba la atención, siempre había tras de si un Demonio de cabellos castaños y unas alas verdes muy oscuras casi a negro.
Incómodo por sentir una mirada sobre su persona, se dirigió a un callejón, en donde esperaría al que lo perseguía, pasados unos segundos una sombra se asomo, apretó los dientes, y sin que el otro Demonio se lo esperara lo tomo por sorpresa inmovilizándole las alas. Descubrió que su perseguidor era mas pequeño y joven que él, por lo tanto no sería una amenaza tan grande. Le dio la vuelta solo para ver que el Demonio en verdad era...
- Un Híbrido.- el joven frente a si, era castaño, de piel clara y ojos entre verdes y azules.
- ¿No creías que había más a parte de ti, verdad?
- Son pocos los casos... Ahora, ¿Por que me sigues?
- Solo por precaución. Digamos que, en tres Milenios es la primera vez que sientes mi presencia. Desde que tu hermano nos traicionó, me encargo de vigilar que tu no hagas lo mismo. Y te me desapareciste por unas dos semanas.- se cruzo de brazos, tratando de verse intimidante, solo logro que se viera como un pequeño berrinche ante los ojos de Milo.
-¿Quien eres?
- ¿importa?
-Si,ahora habla pequeño intento de Demonio.
- Mi nombre es, Shun.
~•~
Por otro lado, Shion estaba hecho una furia, descubrió de la peor forma posible a uno de sus "amigos", besándose con Albafica. Manigoldo era uno de los Demonios en los que mas confiaba, y ver que los traicionaba así como si nada, no podía creerlo. Aun peor vio con sus propios ojos como Albafica no se resistía a ese beso. Ahora se encontraba encarando a Manigoldo, y los celos que cargaba en ese momento, no le servían de mucho en esa situación.
- ¿Que crees?...¿¡Que estabas haciendo!?
- Algo que tu no... Que esperabas Shion, lo dejas solo siempre, y ese Demonio esta bastante bueno. Ya sabes, así que si quieres pelear por el amor de ese peliceleste, soy capas de hacerte hasta la guerra. ¿Aceptas?
No lo pensó ni dos segundos, su amor y orgullo estaban en juego, si alguien quiere quitarle a Albafica, pelearía por él.
- Acepto.
Territorio de los Ángeles.
Celoso...¿yo?... Jeje , tal vez.
Nunca había sido de celos, muchas de sus "parejas" con los o las que compartía la cama tenían mas de un amante a la vez, eso jamas le molesto o le pareció importante, pero con Camus era otra cosa. Ese Ángel había escogido a un Demonio antes que a él, nunca ni en sus peores pesadillas le había pasado eso. Lo ponía furioso, con ganas de golpear algo, en el mejor de los casos a alguien.
Estaba.
Celoso.
Ahora que sabia que había vuelto al Territorio no dejaría que se fuera de nuevo. Lo tendría con él, sea como sea.
- Y tengo el plan perfecto- dijo mirando una foto del de la Muerte, que sostenía en su mano derecha.- esta vez no te me vas a escapar... ¡Hades!
A los minutos llego un joven Ángel de la Muerte, en todo el sentido de la palabra, sus largos cabellos negros, ojos celestes profundos, la piel blanca, y las enormes alas negras que le arrastraban un poco, hacían que pareciera la viva imagen de la muerte misma.
- ¿Que quieres? Estaba en algo bueno.
- Te tengo un trabajo.
-¿Cual...?
- Quiero que me traigas a este Ángel.- mostró la foto que anteriormente miraba.
- Quiero mi paga, en mi casa cuanto antes.
- hecho.
~•~
Para su mala suerte, apenas volvió tuvo que presentarse frente a uno de los Ángeles de la Muerte principales, pero por lo menos había sido Deuteros y no Aspros. De lejos vio las alas adornadas con plumas de oro (las cuales sirven para diferenciar el rango entre los de la muerte), que eran de uno de los gemelos a cargo de las tropas de batalla. Deuteros podía ser bastante considerado, dependiendo de la situación, pero aveces era mas temido que Aspros. La conferencia que tuvo con el gemelo menor fue solo por su desaparición de unas semanas. Ni loco le diría que se encontraba con un Demonio disfrutando de unas buenas noches de pasión, tuvo que mentir, dijo que se había encontrado con unos problemas al llevarse un alma a su destino final, por eso fue su demora. No muy convencido Deuteros lo dejo pasar.
- Agradece que fui yo y no Aspros, anda insoportable.- negó, ya no soportaba a su gemelo con sus arranques de ira.- tiene que andar en sus días.
-¿Que?
-No me hagas caso... Una cosa mas, se están alistando las tropas para una pronta guerra. Encontraron el cadáver de Minos en su casa. Las heridas que tenia era de garras, fue un Demonio, es lo único que sabemos. - suspiro- nos vemos.
Cuando Deuteros se fue, la palabra "Guerra" era lo único que quedó en su mente . Si se desataba otra guerra, puede que no saliera con vida, y si ¿el que no sobreviviera fuera Milo?, no querías ni imaginarse esa posibilidad.
Caminaba cerca de unos lugares abandonados, si quería llegar a su casa debía pasar por ahí aunque no le gustara era el camino más corto. Sintió que lo tomaban de un brazo, y lo acorralaban contra una pared, lo primero que vio fue a un Ángel de negros cabellos.
-¿Quien eres?- trato de que su voz no le fallara al encontrarlo por sorpresa.
- Alguien te mando a buscar. Solo cumplo con llevar el paquete.
Sintió un dolor en la cabeza, y luego el rostro de finas facciones del Ángel frente a si, se colocaba cada vez mas borroso.
-"Dulces sueños"
Oscuridad.
◆◆◆
¡Hola!
Inspiración- san se digno a aparecer.
¡las cosas se complican todavía mas !
Y no se lo iba a dejar fácil a Shion, bueno nos leemos mis amores.
Chao.
ScorpioNoMilo ✌
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Ángel y Demonio. [1.Temp.]
FanficÁngeles y Demonios, su guerra se a extendido durante milenios, han habido intervalos para que ambos ejércitos, retomaran su trabajo, los Demonios tentar a los humanos y los Ángeles tratar de defenderlos, entre ellos hay una gran rivalidad...y entre...