Capitulo 14

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Un gruñido de dolor detuvo sus pasos, solo pudo ver como un cuerpo caía y el otro se levantaba, tirando al de alas azules oscuras de una manera brusca al suelo.

-No...- no podía creer la facilidad con la que el Demonio cayó al suelo, pero algo muy dentro de sí le decía que eso no seria todo.

Residencia de Minos.

Sin que el Arcángel se diera cuenta lo había seguido hasta su casa, una enorme mansión la cual para su suerte, no era vigilada por Guardianes ni Ángeles de la Muerte, por lo tanto pudo pasar sin ningún problema. Logro seguir al peliplateado hasta una habitación en el tercer piso, que se encontraba mas alejada de las demás, era el lugar perfecto para ocultar algo o a alguien.

Pasaron unos minutos, hasta que desde el interior de la habitación comenzaron a escucharse sonidos extraños, pero no eran del tipo morboso, mas bien parecía una pelea entre dos personas, alguien había hecho enojar al Arcangel. Estando fuera de la habitación no pudo escuchar bien las cosas que se decían o con quien peleaba Minos, sino que hasta que el Arcangel subió la voz de tono y comenzaron a escucharse golpes.

-¡¡¡Metete en la cabeza que de aquí no saldrás !!!- mas golpes se escucharon y esta vez acompañados de un grito de dolor y un fuerte: ¡No!

-¡No me importa cuanto me tarde, pero me iré de aquí!, ¡¡me alejaré lo mas que pueda de ti! - esa voz la había reconocido. Ahora no cabía duda de que quien se encontraba el interior de esa habitación era Albafica. La voz de Minos lo puso mas alerta de lo que estaba.

-¡ je, ¿eso es lo que quieres?... Lo lamento no sera posible! - nuevamente el molesto sonido de golpes llegaron a sus oídos, desesperándolo no podía seguir escondido detrás de la puerta escuchando como, posiblemente, Minos golpeaba al peliceleste.

Escucho un ultimo golpe y un grito ahogado, además de una amenaza por parte de Minos, aun que no la pudo entender bien sabia que era una amenaza, eso desato toda su rabia y sin pensarlo, hizo crecer sus uñas como garras, al mismo tiempo que derribaba la puerta.

Minos vio extrañado como otro Arcangel había derribado la puerta de la habitación, y lo que le pareció mas extraño fue que ¿Como había llegado ese Arcangel a su casa, sin que se diera cuenta?

- Te daré cinco segundo para soltarlo- eso había sonado mas como gruñidos que palabras, además que al mismo tiempo que las decía se había sacado las alas falsas, dejando ver las verdaderas, de un color negro intenso, dejando en claro quien era, el Líder de los Demonios.

Minos soltó a Albafica de una manera brusca, haciendo que se golpeara al caer. Shion se enfureció todavía mas al ver como la sangre corría libremente por el rostro del peliceleste. Miro a Minos quien mantenía una sonrisa sádica en sus labios, la cual él imito, pero por sus colmillos la suya era mucho mas intimidante.

- El príncipe viene al rescate de la princesa, que conmovedor, jeje.

- Di lo que quieras, pero de aquí, no saldrás con vida...- sus orbes rojizas tomaron un tono incluso mayor que el de las mismísimas brasas al fuego.

Territorio de los Ángeles.

Saga se había levantado tirando al Milo al suelo, al mismo tiempo que sacaba la daga del vientre del Demonio, quien se sostenía la herida tratando de para la sangre que salia de ella.

- Veo, que eres mucha boca y poca acción...

- ¡Callate!- dijo a la vez que se levantaba para sorpresa de Saga, y alivio de Camus, que suspiro al verlo de pie- he recibido heridas peores, ¡Esto no es nada!

Sin que Saga se lo esperara, Milo volvió a atacarlo, solo que esta vez sus movimientos eran menos ágiles por la herida, pero eso no significaba que sus golpes no fueran letales. Como podía trataba de parar los golpes que Milo lanzaba, la mayoría le llagaba, solo uno de tres podía parar, y a su parecer los golpes iba adquiriendo mayor intensidad. Tenia que hallar una manera de protegerse, si no lo hacia ya imaginaba como sería su funeral.

Para su suerte, la herida que Milo tenia estaba haciendo efecto en él, por que sus movimientos eran cada vez mas lento, sus golpes menos fuertes y carecían todavía mas de agilidad, dándole una ventaja al Guardián de atacar a diestra y siniestra.

Al fin Milo cayó de rodillas al suelo, evidentemente cansado y débil por la perdida de sangre, seria en ese momento en el que aprovecharía para acabar con el mas fuerte (después de Shion) de los Demonios, Saga estaba listo para darle el golpe de gracia, pero una mano paro su puño a centímetros del Demonio. Los cabellos azules de Milo se movieron al momento que fue parado el golpe, apenas levantó la vista para ver quien había parado el ataque, se sorprendió al ver los cabellos aguamarina y las negras alas de Camus, ¿Acaso no le había dicho que se fuera?

- ¿Que estas haciendo?- dijo en un susurro que fue solo escuchado por Camus.

- digamos que, ahora solo te debo una...- Milo sonrió divertido. Ese Ángel era muy impredecible, y eso le encantaba- je, parece que si me culparan de lo que le pase a Saga.

Sin que el Guardián se lo esperara, Camus comenzó a atacarlo. Pelear contra ese Ángel de la Muerte se le haría difícil, ya que no por nada era uno de los mas fuertes de sus guerreros.

Los golpes del Ángel Negro  eran muy precisos y sabia bien en donde atacarlo, conocía cada uno de sus puntos débiles,  Solo porque los había visto en los muchos entrenamientos que habían tenido con los Guardianes. Un ultimo golpe y cayó al suelo sin poder levantarse siquiera. Camus aprovecho que Saga no podría levantarse por unos minutos para ir a ayudar a Milo. Ese Demonio le había salvado la vida una vez, no, dos veces, tenia que ayudarlo no lo dejaría morir por nada del mundo.

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Hola

Se invirtieron los papeles, ahora Camus tendrá que cuidar de Milo x3. Bueno espero que les este gustando.

Chaito

ScorpioNoMilo ✌

Ángel y Demonio. [1.Temp.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora