Con la pequeña reacción de sus alas y que Milo regresara a su esencia demoníaca, logro que unas pocas esperanza que tenia de que su relación funcionaran, crecieran algo mas. Estaba cien por ciento seguro de que no le sucedería lo mismo que a sus hermanos, o eso esperaba.
Pero con ese pensamiento una duda le nació, ¿Como fue que ellos se conocieron?, ¿Como fue que su relación termino en tragedia?, ¿Como fue el día en que todo comenzó? Suspiro, no tendría las respuestas a sus preguntas, al no saber en que parte del mundo se encontraría Degel, y a Kardia jamas lo conocería. Se acomodo a un lado de Milo, por lo que veía el Demonio seguiría durmiendo por lo menos una hora y media mas.
Campo de batalla, cuatro milenios y medio antes.
Una nueva guerra entre los Ángeles y lo Demonios se había desatado, dejando consigo muchas bajas en ambos ejércitos. Pero en medio del ejercito demoníaco dos peliazules se debatían el trono de el mejor mata Ángeles en esa guerra.
- Esta vez si que te gano, viejo- el menor atravesaba con su puño el pecho de un Ángel.
- ¡No soy viejo, solo soy mayor que tú por ocho minutos!- con un solo movimiento le rompió las alas al Ángel con el que peleaba, haciendo que la pobre víctima diera un grito desgarrador de dolor- Ah... Me encanta escucharlos sufrir.
- Que sádico.
- Nunca vas a ganarme enano.- de un fuerte tirón le arranco las alas al Ángel Negro, acabando hací con su vida.
- ¡Callate Kardia, si te voy a ganar!
Siguieron compitiendo así largo rato, pero hubo un momento en que los gemelos se separaron al venirseles encima demasiados Ángeles, no se vieron ni las alas por el resto que duro la batalla. A pesar de que sabían que los dos se podían defender solos, no significaba que no se preocupaban por el otro.
En una de las ultimas batallas Kardia, deambulaba por el terreno buscando algún Ángel para rematarlo y escucharlo gritar, para su suerte vio a un grupo de Demonios al rededor de lo que parecía una enorme roca, la cual daba a una cueva.
- ¿Que diablos hacen?
- Un Ángel se metió a esa cueva, y el muy maldito cerro con una roca, ninguno de nosotros cae.- el Demonio se rasco la cabeza, Kardia miro a los tres, enserio que eran enormes.
- Sera porque son unos elefantes- susurro para si mismo- bueno señores dejenmelo a mi, yo caigo.- sin mucha dificultad logro entrar a la cueva esta era muy oscura, pero aun así podía ver, no por nada tenia los ojos como los de un gato.
La cueva no era muy grande y tenia una única salida, se dio cuenta de ello cuando encontró una enorme pared de roca en su camino, al principio pensó que no había nadie, y que los otros Demonios eran medios idiotas, pero al darse la vuelta el filo de una espada se coloco justo en su garganta, apenas se podía ver a la persona que la sostenía, Kardia se dio cuenta de que era un Ángel de cabellos verdes, una piel bastante blanca, lo único que no pudo distinguir fue el color de los ojos. Además vio que el Ángel se sostenía las costillas, y su mano estaba repleta de sangre.
- No te muevas... ¡O te mato, maldito Demonio!
- No estas en condiciones de amenazar a nadie.- con un movimiento rápido le quito la espada a su enemigo dejándolo indefenso, también de una patada lo tiro al suelo- y dime... ¿Quieres matarme ahora?
Sonrió de una forma muy sádica, dicha sonrisa se veía aun mas amenazante por los enorme colmillos que el Demonio poseía. El Ángel encaro a Kardia, quien por un instante pudo ver de que color eran los ojos de su enemigo; violetas, un color bastante raro, que lo dejaron hipnotizado. Sabia que tenia que matarlo era su enemigo, pero si lo hacia no volvería a ver esos ojos tan peculiares. Una pequeña idea se le cruzo por la mente.
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Ángel y Demonio. [1.Temp.]
FanfictionÁngeles y Demonios, su guerra se a extendido durante milenios, han habido intervalos para que ambos ejércitos, retomaran su trabajo, los Demonios tentar a los humanos y los Ángeles tratar de defenderlos, entre ellos hay una gran rivalidad...y entre...