Eres Mio

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-¿Por qué...?

- Porque...- volteo a verlo- tu eres mi Demonio.

Sin que Milo se lo espera, Camus lo jalo hasta que quedaran uno contra otro, el Ángel subió sus manos al rostro de Milo y este coloco las suyas en la cintura del ojos azules, hasta que en un solo movimiento sus labios se unieron a los ajenos, empezó como un beso tímido, dulce, en el cual se comenzaron a demostrar el cariño, aprecio y tal vez amor que se tenían en uno al otro.

El beso se comenzaba a transformar en uno mas profundo, Camus coloco sus manos en el cuello de Milo, y este lo apego aún más a su cuerpo, una de sus manos se coló bajo la polera del Ángel, al principio pensó que se negaría a que lo tocara, pero al ver que no oponía resistencia a las suaves caricias que le daba, continuo con su trabajo, cada vez subía mas por su espalda, hasta llegar al nacimiento de sus alas. Se separaron por falta de aire.

- ¿Sabes?, una vez escuche por ahí, que la parte mas sensible* de un Ángel eran sus alas...- dijo a la vez que sus manos se paseaban por el nacimiento de estas, para comenzar a subir lentamente por ellas logrando que le diera un pequeño escalofrío- dime ¿Es cierto?

- A-amh- fue lo único que salio de sus labios, ya que Milo las había apretado un poco a la vez que pasaba sus labios por su cuello.

- Ese es un si...- dijo rozando su oreja con sus labios, para luego bajar por el cuello dejando besos húmedos, por cada centímetro de ese blanca piel que marcaría como suya.

una caricia, un beso, una mordida, una marca en esa piel de porcelana. Sus hábiles manos se paseaban por su espalda, por sus alas a la vez que su boca marcaba esa piel, lo pegaba cada vez más a su cuerpo para tener un contacto mas intimo. Comenzó guiarlo a la cama, para luego con cuidado acostarse en ella, sus manos subieron la polera que cubría su abdomen, y comenzó a subir una de ellas hasta uno de los pezones del Ángel, con su otra mano apreso el otro y comenzó a apretarlo, jalarlo, mientras que su boca mordía, chupaba y apretaba el otro. De reojo vio una venda en la mesa de noche, ¿Que hacia una venda hay? no le importo en ese momento, solo la tomo para mostrársela, Camus la miraba con cierta desconfianza.

-¿Que harás?

-Shh...- coloco su dedo índice en sus labios-solo disfruta- dijo, colocándola en sus ojos impidiéndole ver.

Sonrió con lujuria. Sin perder tiempo arranco la polera de Camus, con su lengua comenzó a delinear cada musculo de su abdomen. En un solo movimiento lo dio vuelta quedando boca abajo, una de sus manos seguía en uno de sus pezones, su lengua se paseo por la espalda del Ángel, quien no dejaba de soltar ligeros suspiros que le producían esos simples toques. Y con la vista vendada la sensación se multiplicaba y era mas placentera.

Milo abrió sus alas pasándolas por las de Camus, eso le provoco un escalofrío, luego con su mano libre comenzó a baja a una velocidad algo acelerada el pantalón que cubría las piernas tanto de Camus como con el suyo. La habitación se hallaba llena de suspiros y jadeos, las ropas regadas por todos lados menos en donde deberían estar. La casa vacía, no había nadie más en ese lugar que ellos dos.

El Demonio había levantado un poco las caderas del Ángel, para con un mano atender el miembro del joven, que pedía atención así tanto como el suyo, pero primero complacería a su pareja luego podría complacerse él mismo. Su mano hacia mas fricción en el miembro de Camus del cual comenzaba a salir liquido pre-seminal, además lo tenia sujeto de los cabellos.

-Amhg.. a-ah- solo sonidos morbosos salían de su boca.

- Eso, gime, déjame escucharte no los reprimas.

Comenzó a hacer presión en la entrada del Ángel, anticipando lo que pronto haría, pero antes, bajo su mano derecha hasta ese lugar, donde rozo con uno de sus dedos, para luego penetrarlo con el primero, el segundo, y el tercero, con ello gemidos mas fuertes salieron de los labios de Camus, quien ahora se encontraba acostado boca arriba y con la venda aun tapándole la mirada.

-Espero no lastimarte demasiado- Dijo con la voz ronca por la excitación, su miembro palpitaba mucho dando aviso de que ya no soportaba el estas fuera del cuerpo de ese Ángel.

Retiro los dedos del interior de Camus, para dirigir su miembro a esa estrecha entrada, una vez en posición lo penetro sin ningún cuidado, causándole un punzada de dolor mezcla con placer. Soltó un gemido al sentir las embestidas que Milo comenzaba a dar, cada vez mas veloces, mas carteras, hasta llegar a un ritmo en el cual los dos llegaban al cielo sin la necesidad de morir.

-Ya conoces el cielo, yo te haré conocer el Infierno.

Las embestidas se hicieron aun mas veloces, mientras que una mano se poso en el miembro de Camus, subía y bajaba a la misma velocidad de las embestidas, haciendo que su cuerpo se estremeciera por la corriente eléctrica que lo recorría de pies a cabeza. Un hilo de saliva se escurría de la comisura de sus labios, así como de sus ojos unas cuantas lágrimas. Milo sabia que lo estaba llevando al cielo y al Infierno a la vez, pero quería verlo, quería ver esos ojos en blanco por el placer, ese rostro de finas facciones sonrojado por los sonidos que salían de su boca, así que comenzó a pasar su lengua desde al abdomen hasta llegar a su rostro, a un ritmo lento y placentero, llego a la venda quitandola con sus dientes , fue hay cuando pudo ver la expresión que tanto quería. El Ángel, su Ángel, tenia la mirada en blanco dando una clara señal de lo que pronto sucedería.

-Amhng m-mas...- pidió lo mas claro que su voz entrecortada se lo permitía.

- Eso quería escuchar- susurro en su oído haciendo que se estremeciera, solo con sentir su aliento cerca de si.

Las embestidas aumentaron un vez mas, y sus gemidos también, ya que Milo había encontrado su punto dulce, y con ello su cordura se había ido lejos de ahí, ya nada le importaba, ni lo que había pasado con su hermano, al contrario de cierta forma le agradecía a Degel porque por él pudo conocer al Demonio por el cual sería capas de dar la vida. De repente un gemido mas fuerte se escucho por parte de los dos, al correrse al mismo tiempo. Milo cayó sobre su pecho cansado, se acomodo a su lado con un brazo sobre su cuerpo.

- ¿Sabes?, acabas de unirte con un Híbrido menor que tu.

- ¿Eres menor que yo?- sus ojos se estaban cerrando presa del sueño.

- Hoy cumplí los 20 milenios... Has hecho de este, el mejor de mis cumpleaños desde que perdí a Kardia.

- Soy tu regalo... Feliz cumpleaños, mi Demonio.

'Eres mio, y no dejare que nadie te dañe.'

◆◆◆

¡Hola!

(*) sus alas son su parte mas sensible en le ámbito sexual de los ángeles.

FELIZ CUMPLEAÑOS AL ESCORPIÓN MAS SEPSI DE TODOS 🎉🎉🎆💝

Si las hice esperar hasta hoy fue por eso, este capitulo es como un especial, por el cumpleaños de Milito :3

Nos leemos chaito.

ScorpioNoMilo ✌

Ángel y Demonio. [1.Temp.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora