Mi Demonio

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Había cerrado los ojos y al abrirlos se encontraba en su casa, pero no solo, sino que a su lado sentado en un sillón viendo la tele, se encontraba Kardia.

Abrió mucho los ojos de la impresión, no creía lo que veía, era absolutamente imposible que su gemelo se encontrara sentado a su lado como si nada hubiera pasado, como si todo lo que había ocurrido desde su muerte hubiera sido solo un sueño. La mano de Kardia comenzó a moverse en busca de alguno de los bocadillos que tenia en el sillón, pero choco con una de las piernas de Milo antes de llegar a alguno de ellos, ante eso giro y la expresión de su rostro no fue la que el peliazul menor esperaba, claro que no, el rostro de Kardia mostraba una mezcla entre asombro y susto.

-Milo... ¿¡Que diablos haces tu aquí!?

- ¿Que?, Lo mismo me pregunto yo ¿que haces aquí? Se supone que estas... - no quería decirlo, puede que Kardia ni siquiera lo supiera.

- ¿Muerto? Lo sé- una sonrisa triste se formo en sus labios- por eso me resulta extraño de que estés aquí ¡antes de tiempo!

- ¿Antes de tiempo?

- Si, no tienes que estar aquí aún, así que ¡chu fuera, largo!- Kardia lo empujaba hacia fuera, cuando su gemelo al fin lo saco de la casa se dio cuenta de que afuera no había nada -¡y no vuelvas hasta unos milenios más!

Dicho eso le cerro la puerta en la cara, pero no pasaron ni cinco segundos cuando volvió a abrirla y sin que Milo se diera cuenta lo abrazo de una forma que solo él sabia, sin pensarlo lo correspondio tal vez nunca más podría volver a hacerlo.

- No seas tan impulsivo, piensa un poco mas las cosas. No cometas los mismo errores que yo. Piensalo bien antes de empezar algo serio con ese Ángel- aun no lo soltaba, por que si lo hacia no se volverían a ver hasta que Milo en verdad muriera.

- Espera ¿tu como sabes de...?

- Estando aquí puedo llegar a enterarme hasta de las cosas mas mínimas que pasen en tu vida. Pero hermano, no te estoy diciendo que lo dejes,  sino que lo pienses bien. Ese Ángel siempre sera perseguido por Saga, ten cuidado. Nos vemos maldito idiota.

Apenas lo soltó y Milo desapareció dejando a Kardia solo nuevamente  en ese enorme vacío. Cuando entro de nuevo a la casa se dejo caer, se apoyo en la puerta con la cabeza hacia atrás apretando los ojos.

- Por mucho que quiera renacer, no puedo obligarlo, no, aun no es tiempo... Se paciente Kardia, deja que viva su vida.

~•~

-Mgh...- ese pequeño sonido le hizo saber que estaba reaccionando. El joven rubio que se encontraba a su lado le hizo una seña a un Ángel Guardián para que se acercara.

- Dile a Camus que su Demonio esta reaccionando.

- No soy tu sirviente maldito pato.

- Ah, ya empezaste con eso Ikki. Mejor voy yo. Quedate aquí.

Salio dejando solo al Guardián con el Demonio, quien poco a poco comenzaba a abrir los ojos, cuando al fin lo hizo sus pupilas se contrajeron, no solo por la luz que entró de repente, sino por la presencia de un Ángel Guardián que no conocía, trato de levantarse pero un dolor en su abdomen se lo impidió.  

-¿Donde estoy?- el Guardián no alcanzo a responder cuando alguien entro interrumpiéndolo.

-¡Milo!- el Ángel Negro se abrió paso, hasta llegar con él- Ikki, puedes dejarnos solos.

- Solo no hagan cosa raras.- salio no sin antes darle una ultima mirada a Milo, lo conocía y no le agradaba mucho la idea de tener a un Demonio cerca, aunque este se encontrara herido.

- ¿Donde estoy?

- Te traje a único lugar que sabia que no te harían nada; Es una casa humana.

- Espera ¿Que, como que una casa humana? - no le caía en la cabeza que se encontrara en un lugar como ese, era algo imposible. Ahora comprendía por que se encontraba un Guardián en ese lugar, protegiendo a algún humano de su presencia.

- Si, solo que es de un humano que es ¿como es que les dicen?...es un Índigo, creo que así los llaman.

- ¿Índigo?

- Son los humanos capaces de ver Ángeles, Demonios, Fantasmas, etcétera. ¿Como estas?

- Bien supongo...

Quedo viendo el rostro de Camus, ese Ángel le había llamado mucho la atención de diferentes maneras, pero recordó lo dicho por Kardia, debía pensar bien si en verdad quería algo serio con él o simplemente era un capricho momentáneo como lo había sido con Shaina una Demonesa que fue solo un juego para él.

Llevaban un buen tiempo en silencio, causado solo por que ambos pensaban en que decir. El silencio sepulcral fue roto por la voz de Milo.

- ¿Sabes?... Lo que voy a decir es difícil y también me voy a tragar todo el orgullo que tengo- Camus no entendía a que diablos se refería Milo- creo que ... Que algo despertaste en mi, aunque no se lo que es.

Los colores se le subieron al rostro a Camus, su corazón comenzó a latir como loco, se preguntaba ¿por qué? La respuesta era obvia. Ese Demonio había derrumbado la pared que se formo a su alrededor el día que Degel fue convertido en un Caído, de cierta forma logro llegar a su corazón y quedarse cómodamente ahí.

- B-bueno somos dos entonces...

- Estas queriendo decir que...- antes de que pudiera terminar Camus asintió, comprobando sus sospechas- solo hay algo en contra... Tu eres un Ángel y yo soy un Demonio, sabemos por lo ocurrido con nuestros hermanos que no resultara.

- Pero, tu eres un Híbrido, puedes convertirte y...- Milo se levanto de la cama, para sorpresa de Camus, se acerco a él hasta quedar a la par.

- Camus, escucha... - tenia que pensar bien lo que diría, ocupar las palabras justas, por que después no había vuelta atrás- Si usara la túnica de un Ángel de luz, no seria yo, nací con apariencia demoniaca, y así seguiré hasta que el destino diga lo contrario... Es mejor que te quedes con Saga.

Camus había quedado mudo, no esperaba para nada esas palabras, pudo ver como Milo pasaba por su lado estaba dispuesto a irse así nada mas, pero no podía dejarlo ir como si nada, no se lo permitiría. Antes de que se alejara lo suficiente Camus lo tomo de la muñeca.

- Si me quedara con Saga seria por obligación, y no quiero eso, no quiero a ese estúpido Guardián... y a ti, no te voy a dejar ir- dijo sin siquiera verlo.

- ¿Por qué...?

- Porque...- volteo a verlo- tu eres mi Demonio.

Sin que Milo se lo espera, Camus lo jalo hasta que quedaran uno contra otro, el Ángel subió sus manos al rostro de Milo y este coloco mas suyas en la cintura del otro, hasta que en un solo movimiento sus labios se unieron a los ajenos.

◆◆◆

¡¡Como amo esta pareja!! Mabanansnans ans snsnd snsnsnsndn
Ya, mucho fangirleo por hoy... Como vieron hoy me centre en Milo y Camus, en el próximo capitulo volverán Shion Albafica y Minos... Nos vemos mis amores.

Chaito

ScorpioNoMilo.😍❤

Ángel y Demonio. [1.Temp.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora