Connor Aldrin
Hoy finalmente teníamos la cita lo cual nos tenía demasiado emocionados a ambos. Salí de mi oficina luego de despedirme de los chicos, me vería con Riley en la clínica en unos cuantos minutos.
Subí a mi auto rápidamente y me coloqué el cinturón de seguridad, comencé a conducir. Al llegar a la clínica me estacioné. Estaba a punto de bajar cuando mi celular sonó, era Jess con quien había estado hablando mas seguido y honestamente se sentía genial. Las cosas mas complicadas parecían haber pasado ya.
-Hey- le dije feliz.
-Hola, Connor.
-¿Cómo está todo por allá?
-Muy bien, estoy siendo peinada y maquillada para una sesión de fotos, ¿Qué hay de ti?
-Estoy en la clínica, al fin sabremos el sexo.
-¿En serio?
-Si- no pude evitar no sonar emocionado.
-Que lindo.
-Si, estoy emocionado y la pandilla igual, me han pedido que apenas sepa el resultado los llame pero primero les daré la noticia a mis padres.
-¿Ya se fueron?
-Si, solo estuvieron una semana.
-¿Y les agradó Riley?
-Creo que si, mamá incluso logró un vínculo con ella lo cual me agrada.
-¿Qué hay de tu papá?
-Lo conoces; Callado, reservado y difícil de ganar.
-Pues yo recuerdo haber escuchado un "Me alegra que salgas con mi hijo"
-Si, cuando le diste su gorra de los gigantes- ambos reímos.
-¡Eso es verdad! Pero no lo compré, me ama. Los dos me aman.
-Los 3- la corregí.
-Tengo el amor de todos los Aldrin, se siente bien.
-Te falta uno.
-Seguro él o ella lo hará también.
-No lo dudo ni un poco.
-Debo colgar- me dijo riendo un poco -Me jalan demasiado el cabello.
-Está bien. No te preocupes. Buena suerte con eso.
-Igual a ti. Y yo también quiero una llamada así que ponme entre tus padres y la pandilla en la lista.
-Dalo por hecho.
-Adiós.
La llamada finalizó entonces salí del carro y entré a la clínica.
Me encontré con Riley sentada en una peluda alfombra de colores en el aula de niños.
Jugaba con 4 a "Serpientes y escaleras" y tenía a un niño como de 1 año sentado en sus piernas.
-¡No!- gritó fuerte lo que hizo reír a los niños contra los que jugaba, hizo puchero y fingió llorar.
-Si quieres no la contamos- dijo uno de los niños.
El pequeño que estaba sobre sus piernas besó su mejilla entonces ella sonrió.
-No, si cuenta. Lo acepto.
-¿Si?
-Si- dijo luego de dar un leve toque en la nariz del niño.
-Rilley Bellamy- la llamó un doctor entonces levanté la mano para hacerle saber que aquí estábamos. Él asintió y luego entró a su consultorio.
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Cuando la vida se complica
Ficção AdolescenteRiley Bellamy tenía problemas en su inexistente vida amorosa. No era el tipo de mujer que un hombre quería; Ella era feminista y era conocida por eso pues era una famosa escritora de libros de consejos y autoayuda para mujeres además de comunicadora...