Capítulo 13 - El bebé es...

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Connor Aldrin

Hoy finalmente teníamos la cita lo cual nos tenía demasiado emocionados a ambos. Salí de mi oficina luego de despedirme de los chicos, me vería con Riley en la clínica en unos cuantos minutos.

Subí a mi auto rápidamente y me coloqué el cinturón de seguridad, comencé a conducir. Al llegar a la clínica me estacioné. Estaba a punto de bajar cuando mi celular sonó, era Jess con quien había estado hablando mas seguido y honestamente se sentía genial. Las cosas mas complicadas parecían haber pasado ya.

-Hey- le dije feliz.

-Hola, Connor.

-¿Cómo está todo por allá?

-Muy bien, estoy siendo peinada y maquillada para una sesión de fotos, ¿Qué hay de ti?

-Estoy en la clínica, al fin sabremos el sexo.

-¿En serio?

-Si- no pude evitar no sonar emocionado.

-Que lindo.

-Si, estoy emocionado y la pandilla igual, me han pedido que apenas sepa el resultado los llame pero primero les daré la noticia a mis padres.

-¿Ya se fueron?

-Si, solo estuvieron una semana.

-¿Y les agradó Riley?

-Creo que si, mamá incluso logró un vínculo con ella lo cual me agrada.

-¿Qué hay de tu papá?

-Lo conoces; Callado, reservado y difícil de ganar.

-Pues yo recuerdo haber escuchado un "Me alegra que salgas con mi hijo"

-Si, cuando le diste su gorra de los gigantes- ambos reímos.

-¡Eso es verdad! Pero no lo compré, me ama. Los dos me aman.

-Los 3- la corregí.

-Tengo el amor de todos los Aldrin, se siente bien.

-Te falta uno.

-Seguro él o ella lo hará también.

-No lo dudo ni un poco.

-Debo colgar- me dijo riendo un poco -Me jalan demasiado el cabello.

-Está bien. No te preocupes. Buena suerte con eso.

-Igual a ti. Y yo también quiero una llamada así que ponme entre tus padres y la pandilla en la lista.

-Dalo por hecho.

-Adiós.

La llamada finalizó entonces salí del carro y entré a la clínica.

Me encontré con Riley sentada en una peluda alfombra de colores en el aula de niños.

Jugaba con 4 a "Serpientes y escaleras" y tenía a un niño como de 1 año sentado en sus piernas.

-¡No!- gritó fuerte lo que hizo reír a los niños contra los que jugaba, hizo puchero y fingió llorar.

-Si quieres no la contamos- dijo uno de los niños.

El pequeño que estaba sobre sus piernas besó su mejilla entonces ella sonrió.

-No, si cuenta. Lo acepto.

-¿Si?

-Si- dijo luego de dar un leve toque en la nariz del niño.

-Rilley Bellamy- la llamó un doctor entonces levanté la mano para hacerle saber que aquí estábamos. Él asintió y luego entró a su consultorio.

Cuando la vida se complicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora