Connor Aldrin.
Eran las 3 pm cuando me encontraba condunciendo hasta la nueva casa de Riley. Al llegar unos minutos después bajé del auto y toqué la puerta.
Su padre me atendió, me hizo pasar y me senté a ver el béisbol con él. Una larga charla acerca de éste deporte se dio hasta que vi a Riley aparecer por el pasillo.
Me levanté y me despedí de sus padres, subimos al auto y conduje hasta la tienda que yo consideraba ideal para hacer las compras necesarias.
-¿Todo en orden?- le pregunté mientras conducía con la vista al frente.
-¿Por qué la pregunta?- contestó mi pregunta con otra.
-Estás muy callada, ¿Prefieres hacer las compras otro día?
-No, estoy bien.
-¿Segura?
-Muy- afirmó asintiendo con la cabeza una vez que nuestras miradas se encontraron.
-Si te cansas o algo como eso sólo dímelo.
-Consideralo hecho.
Luego de unos minutos en silencio llegamos a la tienda, bajé del auto luego de estacionarlo y abrí la puerta para ella. Varios empleados se acercaron a nosotros, nos saludamos de buena forma pues pasaríamos gran parte del día con ellos y seríamos sus únicos clientes, ya que la tienda estaba cerrada exclusivamente para nosotros dos.
Les mostré el diseño que tenía en 3D para que así pudiesen ver cada detalle que la habitación tendría, lo primero que buscamos fueron los colores de las paredes las cuales serían de un color entre durazno a rosa pastel con unos banderines amarillos, azules, lilas y verdes, después nos encargamos de una buena alfombra pues Emily pasaría gran parte del tiempo jugando, escogimos una beige.
-Espero que seas limpia, Emily- acaricié un poco el vientre de Riley mientras reía y seguía caminando delante de ella siguiendo a uno de los empleados.
Horas y horas pasaron hasta que finalmente cubrimos todo lo de mi diseño. Habíamos iniciado las compras a las 3 de la tarde y eran las 8 cuando finalmente estábamos pagando y subiendo todo al camión.
-Muchísimas gracias a todos, en serio. Hicieron esto más sencillo, de haber estado por nuestra cuenta terminábamos mañana.
-Muchas gracias por habernos ayudado, estamos muy agradecidos. Todos fueron tan lindos con nosotros- dijo Riley quien a pesar de estar agotada seguía siendo educada y linda como siempre. Abrazó a cada uno de ellos y después les dio un cheque.
-Feliz navidad- bromeé mientras miraba su reacción ante el cheque.
-Por favor tengan más hijos- dijo Brad, sus compañeros rieron y yo hice lo mismo mientras miraba a Riley.
-No creo que eso sea posible.
-Tienen una extraña relación- le recordó Tiana, una chica quien había estado muy cerca de Riley la gran mayoría del tiempo.
-Somos amigos... que tendrán un bebé- volví a reír un poco luego de tratar de explicarles la situación.
-Volviste con Jessalyn, ¿No?- me preguntó una chica cuyo nombre no recordaba muy bien.
-Si.
-¡Di-os! Las fotos de NY son muy bonitas, me encantaron. Los shippeo tanto- dijo Lidia sumamente emocionada.
-Gracias- rasqué mi nuca un tanto incomodo mientras miraba a Riley y luego escuché la pregunta de Alex, si, así se llamaba.
-¿Podemos escuchar campanas de boda en el futuro?
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Cuando la vida se complica
Ficção AdolescenteRiley Bellamy tenía problemas en su inexistente vida amorosa. No era el tipo de mujer que un hombre quería; Ella era feminista y era conocida por eso pues era una famosa escritora de libros de consejos y autoayuda para mujeres además de comunicadora...