Connor Aldrin
Poco a poco comencé a despertar, noté al pequeño Corey dormido entre mis brazos y sonreí levemente.
Miré a Riley parada frente a mi y escuché como guardaba unas cosas.
Se apartó de la camilla y se dio la vuelta.
—Buenas tardes— me saludó sonriente y se acercó hacia ambos. Besó mis labios de forma breve y después la pequeña frente de Corey.
—No creí que me fuera a quedar dormirdo.
—Estabas cansado.
—Tú eres quien tuvo al bebé, ¿Cómo es qué ya estás de pie y todo eso?
—Pues dormí bastante también y me siento muy descansada.
—Te ves hermosa— le dije mientras con cuidado y lentamente pasaba a sentarme.
—Ven aquí— me llamó con su dedo índice de forma rápida y entonces me levanté.
Fui hasta ella y me abrazó por la cadera.
—Se siente bien poder estar tan cerca de ti otra vez.
—¿Escuchas eso, Corey? Tu madre ya quiere darte un hermano.
—¡No es lo que digo!— habló divertida mientras me miraba y reía.
No es que fuéramos infelices o algo como eso pero nuestra felicidad se había duplicado con la llegada de esta personita.
—Soy irresistible, no te culpo. Además tengo un bebé en brazos, eso me hace aún más irresistible ante los ojos de las de tu especie.
—Cierra la boca— continuó riendo y llevó una de sus manos hacia mi boca para hacerme callar. Besé ésta dulcemente varias veces hasta que ella la apartó.
—¿Están listos?— preguntó la doctora Genevive con una amplia sonrisa luego de entrar unos segundos después de haber tocado la puerta anunciándose.
—¡Muy listos!— dijo Riley entusiasmada. Quería y necesitaba que el bebé conociera su casa.
—Pues entonces pueden irse. Muchas felicidades— nos abrazó a ambos —Me encantó haber estado con ustedes y haber ayudado a esta preciosura— jugó con la manita del aún dormido Corey —Ustedes hicieron la mayor parte, claro está. Hicieron un buen trabajo, es hermoso.
—Gracias— dije riendo mientras la miraba la carita del pequeño —Es muy guapo.
—Como el papá— dijo Riley.
—Como los papás— corregí.
—Hay muchos fotógrafos, reporteros y personas de la media afuera, ¿Quieren qué les traiga a miembros de seguridad?
—Sí, por favor.
—Considerenlo hecho— asintió un par de veces y después salió de la habitación.
—¿Quieres sacarlo en el porta bebé?
—Sí, creo que es mejor. Así lo cubrimos con una manta para que no le moleste el sol.
—Que inteligente.
Saqué el porta bebé de su caja y comencé a armarlo con ayuda y a la misma vez distracción por parte de Riley.
—Así va— dijo ella desde la silla con Corey —Eso va a ahí— la vi asentir —Y de ahí lo cargas.
—No confío en esto— tomé el asiento y comencé a girarlo frente a mi rostro mientras lo revisaba con atención.
—Eres hábil con las manos...— la interrumpí.
—No podemos hacerlo aquí, hay cámaras y el bebé está despierto así que por favor deja de coquetearme.
—Eso ya está, seguimos las instrucciones y no falta nada— me dijo riendo.
Tomé un jarrón que consideré parecido al peso de Corey y lo coloqué en la silla.
Tome el porta bebé de la pieza debida y lo levanté del suelo.
Caminé con el por toda la habitación tal como lo haría con Corey y nada pasó.
Devolví el jarrón en su lugar y acomodé a Corey con cuidado en la silla, la cual estaba sobre la camilla por si acaso.
Levanté a Riley de la silla y la coloqué a lado de la camilla. Me paré sobre ésta y levanté la silla manteniendo bajo a ella el gran colchón.
Cuando me di cuenta de que era segura baje la silla con Corey. Salté hasta el piso y tomé el porta bebé.
Riley tomó la pañalera y varios de los regalos de la pandilla.
Salimos de la habitación y nos encontramos con unos cuantos guardias, a los cuales les pedimos ayuda con las demás cosas que quedaban en la habitación.
Salimos juntos del hospital y un montón de paparazzis comenzaron a acercarse hacia nosotros. Todos nos apuntaban con sus enormes cámaras y las hacían sonar al tomar un millón de fotos por segundo. Cada uno de ellos hacía preguntas y acercaban su micrófono hacia nosotros esperando por nuestra respuesta pero nosotros simplemente nos concentrábamos en llegar hasta el auto.
Cuando esto fue así lo primero que hice fue apartarme de Riley, removí mi brazo libre de sobre sus hombros y le abrí la puerta para que pudiese subir. Le di las llaves y ella encendió el motor. En los asientos de atrás acomodé a Corey con todos sus regalos.
Me aseguré de que todos los cinturones estuvieran bien puestos y cuando logré convencerme de que lo estaban me crucé hacia el asiento piloto.
Me puse el cinturón de seguridad y conduje con mi esposa e hijo hasta casa.
Al llegar nos encontramos con un montón de globos y cartas atadas al cerco. Había fotos de ambos e incluso bolsas de regalos.
Bajamos del auto y de nuevo cargué la silla de Corey.
Riley abrió la puerta y entramos.
Dejé a Corey sobre el sillón y lo saqué de la silla con cuidado.
Salí con él en brazos y ayudé a Riley con los globos pues los ataba no muy ajustado a mi brazo.
Cuando terminamos de meter todo a la casa agradecimos en internet.
Y ella incluso subió una foto que había tomado de mi con Corey cuando dormiamos hace rato con la descripción de "Mis hombres: Connor y Corey Aldrin"
Luego de eso fuimos hasta la habitación de Corey, teníamos mucho trabajo o al menos eso pensamos pero nos dimos cuenta de que no era así apenas entramos y notamos la bella habitación ya hecha con todo lo que habíamos estado guardando hasta tener al pequeño en nuestros brazos.
En la cuna había una nota que decía "Y todavía preguntan si los queremos
Atentamente: La pandilla"
Ambos reímos y los llamamos para agradecerles pero nos llevamos con otra sorpresa, al llamar a Piper escuchamos su tono sonar justo en el pasillo.
Salimos los 3 de la habitación y los vimos a todos arrojar confetti.
Riley cubrió el rostro de Corey con sus manos rápidamente y nosotros dos continuamos recibiendo los pequeños trozos coloridos de papel.
Mientras que "Beautiful Boy" canción la cual yo le había cantado desde que estaba en el vientre sonaba de fondo y todos cantaban el coro.
Cuando la canción acabó todos nos abrazamos cuidadosamente y compartimos un largo abrazo grupal.
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Cuando la vida se complica
Roman pour AdolescentsRiley Bellamy tenía problemas en su inexistente vida amorosa. No era el tipo de mujer que un hombre quería; Ella era feminista y era conocida por eso pues era una famosa escritora de libros de consejos y autoayuda para mujeres además de comunicadora...