Capitulo 9

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Ya había pasado un mes desde que conocí a Francisco y Sebastián, ya había comprendido todo, aunque seguía pareciéndome algo extraño y no me acostumbraba a la idea. Mañana era mi cumpleaños y todavía no me convencía la idea de tener una "loba" en mi mente con la que sería capaz de comunicarme, sería como mi conciencia. Eran las 11:30 y nos estábamos dirigiendo al bosque con mis papas y los chicos, caminamos por unos 25 minutos hasta llegar a un lugar en el cual había un pequeño lago y una roca enorme en el centro, mi padre se transformó en lobo, viendo su pelaje blanco con negro y ojos celestes mirándome.

-Celes subite a mi lomo- dijo por el link que compartíamos. Por lo que había entendido los Licántropos y otros seres sobrenaturales tienen un link por el cual se pueden comunicar, a pesar de la distancia y ese link no se puede romper ah no ser que alguno muera. Me subí al lomo de mi padre sintiendo su suave pelaje- Sujétate con fuerza- Hice lo que me dijo y sentí como saltaba hacia la roca, bajé de su lomo dándole una última caricia a su pelo viendo como después el volvía a saltar hacia la tierra transformándose en humano nuevamente, posándose al lado de mi mamá, la cual tenía unas lágrimas en los ojos.

Sabía que tenía que ponerme justo en el centro de esta roca, así que lo hice, al marcarse las 12 en punto la luz de la luna me cubrió completamente, mi padre me había dicho que la luz me ayudaría a que la transformación no sea tan dolorosa. Enseguida empecé a sentir un dolor insoportable serrando mis ojos con demasiada fuerza, sentí mis huesos crujir, solté un grito de dolor mientras caía al piso, podía sentir como mis huesos cambiaban de lugar, como me crecían las uñas, mis colmillos se hacían más largos y filosos y la mandíbula se me agrandaba. Era un dolor horrible, si esto que estoy pasando es con la luz de la luna no me quiero imaginar lo que sería sin ella.

El dolor al poco tiempo ceso, de a poco abrí mis ojos, sintiendo todo mi cuerpo raro, intente pararme, pero se me dificulto bastante, como pude controle las cuatro patas que tenía concentrándome para lograrlo. Cuando por fin lo logre y me acostumbre a la nueva sensación que sentía fue cuando me di cuenta, mis sentidos se habían profundizado demasiado, podía oír la respiración de unos pájaros durmiendo en su nido, la corriente del agua, las hojas de los arboles moverse por el viento. Unos olores entraron por mis fosas nasales, dándome cuenta en seguida de donde provenían, me voltee para ver a mis papas, los cuales me veían sorprendidos, al igual que Fran y Sebas. 

No soy de Nadie / TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora