Stripped Fur ||Narry|| Ziam||AU||

Introducción

Tenía muchas ganas de hacer una novela así... Votos y comentarios, por favor
Nunca pediré número mínimo, pero si llegamos a 10 votos hoy y bastantes comentarios subiré lo antes posible.

-Londres es grandísimo.

Niall le soltó el cinturón a Alana. Su hija acababa de cumplir siete años y a pesar de todo lo ocurrido las últimas semanas parecía estar reaccionando muy bien a los cambios.

Cruzaron la calle para entrar en su bloque de apartamentos. Niall había preferido un apartamento para que el dinero durase más y si todo iba bien, ya mirarían un alquiler de una casa unifamiliar.

También podía alquilar la casa de Mullingar donde habían vivido esos años, el regalo de sus padres y los de Emily junto con el pub que había sido su medio de vida.

El pub ya estaba vendido. Emily sólo se había quedado con un veinticinco por ciento porque había renunciado a una mitad a favor de Alana. También le pasaba un dinero al mes para contribuir a la manutención de la niña. Emily había aceptado todo y firmado todo y puesto todo de su parte... Excepto seguir casada con él.

Le había abandonado una semana antes de su cumpleaños número veinticinco, el mismo día en que Alana cumplía siete.

Eso había sido un mes antes. Ahora tenía que pensar en su nueva vida en Londres.

-Mira, papi, un gatito...

Niall tiró del brazo de Alana y miró de reojo.

-Sí, es bonito.

-Quiero un gatito.

-Alana, no podemos tener un gatito.

-Pero papá...

Harry se lamió la pata mientras los humanos entraban en ese edificio.

Empezaba a hacer frío. Ser un gato independiente no era tan fácil en octubre como en agosto.

Pero él podía hacerlo aunque si pudiese entrar en ese portal donde haría calor...

Niall dejó las llaves y respondió el mensaje de Emily. Escribía un mensaje cada día para saber como estaba la niña y nada más. Se había ido a Estados Unidos donde vivía su madre con ese chico, el turista que había conocido en el pub en agosto.

Como si los últimos siete años no hubiesen significado nada.

Y lo triste era que no la echaba de menos como se suponía que debería.

Sólo se había quedado en shock. Es verdad que no eran el matrimonio más enamorado pero se habían casado para siempre, o eso creía él, y no había peleas. Cuando Emily se había quedado embarazada en el último año de secundaria no habían dudado en casarse. Y de repente...

Ahora al fin estaba organizando su vida.  En un día comenzaba su trabajo como mensajero en un edificio de oficinas y Alana empezaba su nueva escuela.

-Papi, el gatito parece tener frío.

-No, tiene pelo.

Alana le miró de reojo. Niall metió la cena en el microondas.

-Voy al baño.

Alana esperó a que cerrase la puerta y echó un poco de leche en un vaso. Bajó corriendo los dos pisos y le puso la leche al gatito.

Parecía hambriento.

-¡Alana, sube a casa ahora mismo! ¡Esto no es Mullingar!

-Pero papi...

-Sube.

Alana acarició la cabeza del gato.

-Lo convenceré.