Stripped Fur ||Narry|| Ziam||AU||

Capítulo 21: Jugar a las escondidas y poner verdades en claro

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Harry se transformó en gato con una rapidez asombrosa.  Niall se puso unos pantalones y un suéter y salió rápido antes de que Alana se levantase.

-Alana, sólo tuve una pesadilla. –dijo entrando en el cuarto de la niña.

-Gritastes.

-Porque fue una pesadilla horrible.

Harry se acercó a la puerta. No podía acercarse mucho estando así, tan sucio.

-Papá, tengo hambre.

-Te prepararé algo.

-Cuando tenía pesadillas, mamá traía helado de chocolate.

-Pero no tengo helado. Y él de la pesadilla he sido yo.

-Pero igual toca helado. Ve al veinticuatro horas. Está a cinco minutos.

-Yo... pero después te pones a dormir.

-Sí. Prometido.

Niall se levantó y vio a Harry. En su forma gatuna. Junto a la puerta. Mirándole penetrantemente.

Fue hacia su cuarto para vestirse y Harry le siguió.

-No tardaré. De verdad.

Harry le miraba. Niall se agachó para acariciarle pero Harry se arqueó y le bufó.

-Harry, en serio. En cuanto Alana se duerma. Y no me bufes.

Harry le bufó de nuevo y Niall se desesperó.

-¡Alana, no te muevas de la cama! Vuelvo en diez minutos.

Mitch no sabía que hacer. Nunca hubiera esperado realmente que Louis le siguiese. Más bien hubiera esperado que le gritase o le dijese que no hiciera esas cosas, pero no podía irse y alejarse definitivamente sin confesarle lo que llevaba sintiendo demasiado tiempo.

-No puedes irte –dijo Louis alcanzándolo en la calle. –necesito que hablemos.

-Louis, no me voy a disculpar...

Louis le sujetó la cara y le besó más profundamente de lo que él había hecho antes.

-Creía que me verías como un niñato idiota y malcriado.

-Es que lo eres.  Pero también eres dulce y adorable y vulnerable y un gatito precioso.

-Mitch...

-Espera – Mitch apartó la cara –no vamos a acostarnos esta noche.

-Bromeas.

-No. No voy a hacer el amor contigo mientras sea tu empleado. Es un tema de ética profesional.

-¿Es ético dejarme con esta calentura?

-El lunes ya no seré tu empleado. Aunque tengo que buscar un nuevo trabajo. Ahora que tú pareces sentir lo mismo ya no me apetece tanto viajar como guardaespaldas.

-El lunes...

Mitch le besó y se dio la vuelta.

-Me voy a casa. Y oficialmente eres mi novio, así que esta noche mantén esa polla en tus pantalones.

-¡Qué romántico...!

Louis le vio irse. El lunes. El lunes Mitch sería suyo, como llevaba soñando desde los dieciséis.