{AU} Narry
Niall 25, Harry 19
Novela fantástica que incluye cambiaformas, Harry es mitad humano mitad gato.
Niall empieza una nueva vida tras su divorcio pero no espera lo que va a encontrar...
Mitch cumplió su palabra pero las cosas fueron un poco más difíciles de lo que él y Louis hubieran esperado.
Al principio no.
El domingo Louis habló por teléfono con Zayn.
-Necesita un trabajo. ¿No necesitáis alguien en seguridad?
Zayn no necesitó más que eso. Apreciaba muchísimo a Mitch desde hacía años y apoyaba la pareja que formaba con Louis. Él mismo llamó a Mitch para ofrecerle un puesto como guardia de seguridad en su empresa.
Pero surgió una pequeña dificultad. Según la asesoría laboral de Louis Mitch tenía que disfrutar obligatoriamente las dos semanas de vacaciones restantes que tenía ese año.
-Seguiré siendo tu empleado dos semanas más –dijo Mitch mientras comían juntos. –es que si no me descuentan dinero y...
-Mitch, pero que seas mi empleado no significa que no podamos hacer el amor.
-Sí para mí. Sólo son dos semanas.
-¡Dos semanas! Llevo deseándote desde los dieciséis y ahora que eres mío...
-Louis, no me intentes convencer. Nunca jamás me he acostado con ningún cliente y no serás el primero.
-Pero...
-Dos semanas. Por cierto, hay una fiesta en la empresa. Vayamos juntos y luego cuando termine... haremos el amor.
Niall se estaba encontrando con auténticas dificultades para compaginar ser padre con su relación con Harry, pero poco a poco iba funcionando.
Un momento problemático fue poner la decoración navideña. Alana y Harry jugaban con las guirnaldas y las bolas del árbol y le ponían muy nervioso.
-¿Podéis parar?
Niña y gato le miraron, enredados en una guirnalda de purpurina roja.
-Pero...
-Alana, o paras o no hay pizza para cenar.
-Pero...
-¡Alana! Pon esa guirnalda en el árbol.
-Voy.
La niña se dirigió hacia el abeto y Niall miró al gato.
-Y tú, o paras o no hay leche... y no hablo de la de la nevera...
-¡Papá! ¿Estás hablando con el gato?
-¡No, ya voy!
Harry brincó y saltó clavándole las uñas en la espalda. Niall gruñó pero aceptó que se lo había ganado.
Acabaron de decorar. Ya era diciembre y en sólo cuatro días era la fiesta de la empresa. Aunque aún tenía que ver con quién se quedaría Alana...
Empezaron a llamar a la puerta con mucha insistencia.
Seguramente era esa señora mayor del apartamento de al lado, muchas veces le pedía ayuda...
-Emily.
-Sorpresa.
-¡MAMI! ¡MAMI, MAMI!
Harry se escondió debajo del sofá. Alana se había arrojado a los brazos de la mujer, joven y muy guapa, de cabello oscuro. Harry sintió su cuerpo tensarse y un gruñido bajo que salía de él.
Niall parecía entre confuso e incómodo. Emily le miró.
-Quería pasar las Navidades con Alana.
-Yo... podrías haber avisado. Bueno, ¿dónde os alojáis?
-¿Quién?
-Tú y tu novio.
-Hemos roto.
Harry maulló y corrió a esconderse al cuarto de Alana.
-Pensaba alojarme aquí. No tengo el vuelo de vuelta hasta el uno de enero.
-Es casi un mes.
-¡Mami se queda!
Alana corrió a su cuarto.
-¡Vas a dormir conmigo!
Niall cerró la puerta y miró a su ex-mujer entrando en su casa con toda la confianza y no hacía falta ser muy listo para imaginar qué pasaba por la cabeza de su hija en ese momento.
Y por la de Harry.
Cenaron la pizza en silencio. Alana estaba sonriendo como nunca y Emily parecía como si jamás se hubiese ido.
Y a él la pizza le sabía a cartón.
Harry estaba en el sofá. No había querido cenar y desde luego no había dejado que Emily le tocase.
Emily dormiría esa noche con Alana. Así que Niall no tenía que preocuparse por si quería algo más.
Aunque Harry estaba furioso.
Niall se acostó y el gato se acostó a su lado.
-Harry, toma forma.
El gato se acurrucó más.
-Harry, por favor...
-¿Niall? ¿Hablas con alguien?
Emily abrió la puerta sin llamar. Harry maulló y corrió a esconderse.
-¿Hablabas con el gato?
-Es relajante hablar con los animales.
-Alana no para de hablar de Bigotes y de ti. Parece estar muy feliz.
-Lo está.
Emily se sentó a su lado. Niall notó la mirada del gato desde debajo del armario.
-Lo estás haciendo muy bien...
-Emily, no puedes volver y hacer como si nada. Yo no soy Alana.
-Es normal que estés enfadado.
-Estoy cansado. Voy a dormir.
Emily se levantó y se fue con la niña. Harry no salió de debajo del sofá.
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