Stripped Fur ||Narry|| Ziam||AU||

Capítulo 11: Conversaciones con tu amigo gay sobre sexo con otros hombres

Por favor, votos y comentarios
El próximo capítulo estará muuuuuy interesante, depende de vosotros que se suba lo antes posible.

Los domingos eran día de dejar listas mil cosas y dejar comida preparada. 

Cuando vivían en Mullingar la vida no era tan estresante y los domingos eran libres porque cerraban el bar.

-No entiendo estos ejercicios –Alana miró a su padre –necesito ayuda.

Niall dejó la plancha. ¿Cuánta ropa tenía su hija?

Hacía sol pese al frío y Harry estaba acostado todo lo largo que era en un armario junto a la ventana, aprovechando esos rayos.

No había dado ni una muestra de ser nada más que un gato esos dos días y eso estaba poniendo a Niall de un humor pésimo.

Harry levantó la cabeza y le siguió con la mirada. Llevaba sin comer casi desde el día anterior porque Niall le provocaba poniéndole sólo comida para gatos.

Y el humano y Alana no salieron en todo el día. Estuvieron viendo películas, limpiando, cocinando, pero no salieron de casa.

Niall le miró de reojo. Notaba esos ojos verdes fijos en él.

-Si quieres comer spaghettis sólo tienes que hacerte humano –dijo Niall al fin.

Alana levantó la cabeza y miró a su padre como si tuviese un bicho en la cara.

-Papá... ¿estás bien?

Niall le mantuvo la mirada a Harry, que finalmente volvió a tumbarse.

Era lunes y el frío se había hecho tan intenso que se veía venir la nieve. En la televisión decían que habría un fuerte temporal.

-Hoy pagaré el autobús para que te recoja mañana –dijo Niall colocándole a su hija la bufanda.

-Vale, papá.

Niall comprobó que entrase al colegio y se fue al trabajo.

Una vez allí, se metió de lleno en la monotonía de cada día, repartiendo cartas y paquetes.

Liam mantenía la cabeza fija en el trabajo cotidiano, cargando las máquinas.

A veces recordaba el modo en que Zayn le había echado después de follar y le abrumaba la vergüenza.

Trató de evitarle todo el día y lo logró. Si podía le evitaría para siempre.

A la hora del almuerzo, se sentó frente a Niall.

-Liam, tengo que contarte algo.

-Zayn folla como los ángeles pero es un cabrón.

Niall se calló y abrió su botella de agua.

-Tú primero.

-Fui a su casa, y echamos un polvo espectacular pero cuando terminamos me pidió que me fuera.

-Quizás tenía una justificación.

-¿A las cinco de la madrugada?

-Liam, lo siento.

-¿Qué me tenías que contar?

-El viernes cuando llegué a casa... –Niall se autocensuró rápidamente. No podía emplear las palabras "gato humano" sin que le recomendasen un psiquiatra. – me encontré con el nuevo vecino... Harry.

-¿Le vomitaste el felpudo? Porque ibas fino.

-Nooo. Déjame seguir. Harry es el nuevo vecino, es... peculiar.

-¿Y....?

-Me... él y yo... no sé muy bien cómo pasó...

Liam le miró boquiabierto con la comida a medio camino de su boca.

-¿En serio?

-Él es el intruso, tiene llaves y estaba en casa, y entonces yo tropecé sobre él y no sé, no esperaba que un hombre pudiese provocarme eso pero de repente estábamos desnudos y en la cama, y...

-Te follaste al vecino intruso desconocido.

-No del todo. No sabía cómo hacerlo así que sólo nos frotamos y nos rozamos y nos...

-Creía que eras heterosexual..

-Lo soy. O sea, eso pasó el otro día porque... fue experimentación. Estaba muy borracho.

-¿Y por qué te estás poniendo duro recordándolo?

Niall cruzó las piernas y tosió.

-Estoy un poco confuso.

-Deberías hablar con ese chico.

-¿Cuándo? Mi hija siempre está conmigo.

-Quédate un día en casa. Hay asuntos propios. Ve a su apartamento y habla con él.

-Podría hacerlo.

-Hazlo mañana.

-Lo haré. Gracias, Liam. ¿Algún otro consejo?

-Compra condones y no se te ocurra intentar la penetración sin usar lubricante.

-¡No me voy a quedar en casa para follar con él!

Liam no respondió.

-Sólo voy a hablar con él.

-Está bien. Hazlo.

Niall no podía dormir. Alana ya estaba dormida hacía horas y Harry estaba enroscado a sus pies.

Y fuera soplaba viento y parecía obvio que iba a nevar al día siguiente.

Y él y Harry iban a hablar. Bueno, estaba dispuesto a hacer lo que fuera, iba a obligarle a transformarse e iban a hablar.

El despertador le sorprendió sin haber dormido absolutamente nada.

Saltó de la cama lleno de energía.

Harry se estiró. El humano iba a irse y podría ducharse y comer.

Pero era la hora de siempre y el humano estaba en pijama.

-Hoy no trabajo, puedo llevarte, Alana.

-Nooo, ya voy en el autobús.

-Está bien. Vamos, está a punto de llegar –Niall le colocó bufanda y gorro. – está empezando a nevar. No te quites el gorro.

-No, papá. Tranquilo. Soy mayor. Dame mi Barbie.

-Tómala.

Niall se sonrió. Sí, era taaan mayor.

La acompañó al portal del edificio. El autobús la recogió y Niall la vio irse con un poco de nostalgia.

Luego subió de nuevo a su apartamento. Cerró la puerta.

Alana tenía seis horas de escuela. Tiempo suficiente para conversar con calma con su "gato", aclarar lo sucedido y cómo funcionaba eso de los cambiaformas.

-Harry, estamos sólos. Por favor, transfórmate.

Harry asomó con timidez desde detrás del sofá. Suponía que no tenía escapatoria y si el humano quería echarle, iba a suceder.

Estaba en medio del salón cuando tomó forma. Completamente desnudo, se quedó sentado en el medio de la sala, con las piernas cruzadas apenas cubriendo eso que Niall sabía reposaba entre sus piernas. Algo no pequeño, precisamente. El cabello reposaba enredado sobre sus hombros.

Abrió la boca para hablar pero maulló. Se tomó unos segundos para poder articular palabras.

-De acuerdo. Hablemos.