Capítulo 17: La organización es indispensable

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Niall estaba a punto de quedarse dormido. Alana no.

-Cariño, son las diez.

-No tengo sueño.

-Es tarde. A la cama.

La niña protestó pero obedeció. Niall acabó de recoger todo para ir a la cama y no pudo evitar una sonrisa al ver el brik de leche vacío dentro de la nevera.

Y mientras él trabajaba.

Alana le llamó y fue a su cuarto.

-Papá, no tengo sueño.

Niall dirigió una mirada a Harry, tumbado como gato a los pies de Alana. Desde que habían hecho el amor no habían podido ni hablar.

-¿Y qué quieres que haga?

-Duerme conmigo.

Harry estiró las patas y le miró. Niall suspiró. Harry tenía motivos para molestarse. Eran ya tres días. Pero no podía desatender a Alana.

-Está bien, pero sólo me quedaré hasta que te duermas. Luego me iré.



Liam miró de reojo la puerta del cuarto de Zayn. Cerrada. Se llevó la mano a los labios. Siempre le sacaba del cuarto a la hora de dormir.

Al final había ido a casa de Zayn. Aunque no había llevado ropa, sólo unos calzoncillos.

Dos días era decididamente muy poco para irse a vivir con alguien y al día siguiente dormiría en su casa.



Niall abrió los ojos. Y vio luz.

Mierda, mierda. Se cayó de la cama y al tratar de ponerse de pie notó un peso y unas uñas en su espalda. Harry acababa de usarle para saltar sobre él y le había arañado por completo. Y no podía quejarse en absoluto. Se lo merecía y eran las ocho de la mañana. Entraba a trabajar en cuarenta y cinco minutos.

Salió del cuarto y llamó a Harry, que se limitó a mirarlo y arquearse.

-Por favor, ven.

Harry le siguió y Niall cerró la puerta del baño.

-Por favor, necesito hablar contigo.

Harry se transformó. Grande. Perfecto. Enfadado.

-No estoy acostumbrado a gestionar una relación así, antes sólo era mi mujer y vivíamos juntos. Alana ha estado en casa todo el día y...

-Tres días con sus noches.

-Tienes razón –Niall le agarró la barbilla y le besó –vendré a la hora del almuerzo.

-Si no vienes...

-Vendré.

-¡Papá, no encuentro mis zapatillas de deporte!

Niall cerró los ojos. Alana le necesitaba. Volvió a besar a Harry.

-Confía en mí.



A Louis no le gustaba mucho ir a ver a su madre. Ella tenía un carácter complicado y él era el único de sus hijos cambiaformas, por herencia paterna.

Y le gustaba menos cuando era para pedirle que acudiese a una gala que ni siquiera era benéfica, sólo un cumpleaños de una amiga suya.

Pero él estaba a punto de firmar para ser juez en un programa de talentos y la publicidad le convenía.

-No pareces muy feliz –le dijo su guardaespaldas. Louis solía preferir no llevar seguridad pero con los años Mitch se había convertido más en un amigo, un hermano mayor y no un miembro de la plantilla y ya.

-Sabes que suele irritarme visitar a mi madre.

-Es porque ella no acepta tu parte de gato, cuando en realidad eso te da un encanto demasiado especial.

-Mitch –Louis le dio un puñetazo cariñoso – eres el mejor amigo del mundo. Qué curioso que nos hayamos conocido por tu trabajo.

Mitch se rió y miró por la ventana. Louis le miró de reojo. ¿Había dicho algo malo? No debería haberle recordado que trabajaba para él, qué idiota era...



-¿No te quedas a comer? –Liam alcanzó a Niall cuando le vio casi literalmente correr hacia los ascensores en la hora del almuerzo.

-Hace tres días que no logro pasar tiempo con Harry, voy a aprovechar esta hora.

-Vas a usar la hora del almuerzo para follar –dijo Liam con una risita.

-¡Liam!

-Toma, la crema que te dije-dijo metiéndosela en el bolsillo –y suerte.

Niall tuvo problemas para llegar por la hora punta y para cuando entró por la puerta habían pasado veinte minutos de la hora pese a que su casa estaba relativamente cerca. Aunque llegase un poco tarde, eso le dejaba veinte más junto a Harry.

Que le miró desde el sofá, aún como gato

-Por favor, Harry...

Él tomó forma. Le miró y Niall adivinó nervios en su forma de moverse.

-Harry, ya estoy aquí. Sé que tenemos que hablar.

-¿No te gustó?

-Joder, me encantó –Niall corrió hacia él y le abrazó –Harry, nunca creí sentir estas cosas por un hombre pero me gustas muchísimo.

-Bueno... –Harry se ruborizó- eres muy agradable cuando quieres, humano.

-Sólo tengo... diez minutos. Dios, y ni he comido.

-Pero quería....

-Y yo. De verdad hoy cuando Alana se duerma lo hacemos. Yo también lo necesito.

-De acuerdo.

-Volveré a la hora de siempre... –Niall le besó de nuevo –hasta luego, Harry.

Stripped Fur ||Narry|| Ziam||AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora