Stripped Fur ||Narry|| Ziam||AU||

Final

Votad y comentad... por favor.

Liam despertó por una sensación incómoda. Algo le presionaba y no le dejaba respirar bien.

Ese algo era grande y daba mucho calor, así que se preparó psicológicamente antes de abrir los ojos y verle. 

La pantera tenia medio cuerpo sobre su espalda y eso era lo que no le dejaba dormir.

Le empujó. Zayn, en su nueva forma, gruñó levemente.

-Hay que hablar de ésto –dijo Liam haciendo toda la fuerza que podía para empujarlo. –estás ocupando todo el jodido espacio.

Zayn abrió los ojos. Los volvió a cerrar y de nuevo apareció en su forma humana.

-¿Estás molesto?

-Necesitamos una cama más grande. Lo ocupas todo.

Zayn hizo un puchero. Liam cruzó los brazos.

-Estoy serio.

-Entonces cuando sea la época de mudar pelo, te vas a enfadar.

Liam puso los ojos en blanco. Zayn le abrazó. Estaba feliz. Liam estaba preocupado por asuntos prácticos y no horrorizado por su forma felina.

Nada podía ir mejor.

Niall se despertó y miró el reloj.

Nueve y diez de la mañana.

Y una resaca horrorosa. Pero inmediatamente recordó la fiesta, las risas y los bailes y los besos con Harry, el Möet Chandom –uno de los mejores champagnes del mundo – fresco que resbalaba tan bien por la garganta, la noche tan perfecta y el sexo al llegar a casa... había merecido la pena absolutamente.

Harry, en forma humana, estaba completamente dormido a su lado. Los rizos estaban húmedos y despeinados, los labios fruncidos. Niall le acarició el cabello. Corrección, no estaba en forma humana. Con el relax habían llegado las orejas y la colita, pero no la transformación completa.

Niall se levantó en silencio. Harry estaba muy borracho la noche anterior. Cuánto más durmiera, mejor.

Recogió todo. El consolador, el lubricante. Lo guardó en el cajón y cubrió a Harry con la colcha.

Haría un poco de café y algo de zumo, después de tomar algo para el dolor y ducharse...

Su teléfono estaba sonando y no lo había escuchado.

Porque estaba en el suelo de la sala, sabía Dios como había caído ahí.

Con un quejido se agachó y respondió.

-¡Alana!

-Papi... ¡sorpresa, vamos a pasar contigo Fin de Año!

-¿Cómo...? Es broma... –Niall sonrió. No podía ser... era demasiado bueno para ser real.

-Estamos en el aeropuerto. Te llamé esta mañana antes de salir pero no respondías.

-Iré a buscarte... ¿a qué hora llegáis?

-Papi, estamos en el aeropuerto de Heathrow. En Londres. Mami, la abuela Maura y yo.

-¿En Londres?

-¡Sí! En un rato estamos allí.

-Entonces os espero... –Niall colgó el teléfono y gritó de alegría.