Parte 2 ¿ES LA VERDAD?

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Hoy, era sábado, y estaba dispuesta a averiguar lo que tanto me había atormentado la noche anterior. No sé quien es el estafador, ni tengo idea por donde empezar, pero, si sé que quiero la pura y exclusiva verdad. Y en esta tarea, la única persona capaz de ayudarme, aunque así no lo quiera, es Nicolás.

Acá estaba, sentada en la cocina de mi casa, hablando por teléfono con Forx, mientras que mi madre, me miraba con cara de pocos amigos. Me estába dando un par de datos de algunas cuentas de banco, direcciones, contraseñas y demás. No entendía aún, como él sabía tanto.

-Muy bien, en cinco estoy allá- dije 

-Te espero, acordarte de tener cuidado al venir- comentó él, desde la otra línea

-Si, si, chau nos vemos-

-Chau- contestó 

Bueno, ya tengo todo, me cambio y salgo directo para encontrarme con Nicolás.

Mientras bajaba la escalera, acomodaba lo necesario dentro de una mochila de mediano tamaño, color azul.

-Hija- llamó mi madre

-¿Qué pasa mamá?-

-¿Estás segura de todo esto?-

-Quiero saber la verdad, y como vos no vas a ayudar, la voy a saber por mi cuenta-

-¿Estás dispuesta, a encontrarte con cualquier respuesta?-

-Si, totalmente dispuesta. No quiero que mi novio me siga mintiendo... si es que sabe algo- comenté titubeando

-Cuidate-

-Tranquila, Forx me va a ayudar-

-Siempre supe que Nico, estaba enamorado de vos-

-¡Mamá, no tiene nada que ver eso!-

-Es la verdad, por algo te ayuda, porque te quiere-

-¡Dios santo!, chau, me voy-

-Suerte Jazmín-

Así, salí de mi casa, para emprender mi camino. 


Estaba en el lugar acordado, la fábrica abandonada de la calle Andrés Herranz, decidimos que este sitio era el indicado para nuestro centro de operaciones. ¡Que emoción!, me siento una detective.

-Jaz- dijo una voz ronca detrás mio

-¡Santa virgen!, no me des estos sustos nene-

-Bueno, no pensé que eras tan delicada-

-¡No soy delicada!- dije molesta

-Callate mejor, dale entremos-

-Como digas- 

Nicolás, abrió la puerta de aquel lugar y nos adentramos. Esto daba miedo, estaba totalmente destrozado cada rincón, lleno de telarañas, tierra, bichos, pasto crecido en algunas esquinas. Tendría que hacer una limpieza exhaustiva por aquí.

-Mmm... Nico- lo llamé

-¿Si?- dijo él, mientras sacaba un poco del polvo y acomodaba algunos muebles rotos

-¿Estás seguro de esto?-

-¡No me vas a decir que te da miedo!- dijo entre risas

-No... no, solo que hay que remodelar el lugar-

-Si eso quieres, así se hará-

Al decir esto, comenzó a correr cada mueble del lugar, agarró una escoba que traía con él, una pala y me las tendió

¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora