Capítulo 11 PELIGRO

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Al llegar al centro de operaciones, los chicos no dudaron en ayudarnos para entrar. Con Sole, nos ubicamos en la cama, y mientras Nico iba a buscar el botiquín, nos cambiábamos con la ropa que teníamos allí, un jean, remera, pullover y botitas All Star.


Mientras le curaba las heridas a mi amiga, yo me ponía un poco de hielo en la cabeza, para aflojar el dolor.

-Chicas, esto... se nos fue de las manos- comentó Nicolás sentándose a nuestro lado, junto a Will

-Si, coincido, fue muy peligroso el dejarlas solas, les podría haber pasado algo peor- agregó Will

-Pero no pasó- cortó Sole

-Exacto, yo comparto el que fue peligroso, pero no hay que rendirse- dije

-Jazmín, ¡casi las violan!- respondió Nico

-Pero no fue así, no me voy a rendir chicos, tengo información muy importante y creo que ya estamos demasiado metidos en esto, ¡SON TRAFICANTES Y HAY QUE PARARLOS!- dije

-Es verdad, estamos bien, no paso nada de nada, la próxima tendremos más cuidado, es como dice Jaz, hay que hacer algo para que esta gente pare- dijo Soledad

-No habrá próxima vez, por lo menos no cuentan conmigo- dijo Will 

Y al finalizar esta frase, se fué de la habitación. Salí detrás de él, no podía dejarnos e irse así. Salí de la ex fábrica, y lo vi en la vereda, prendiendo un cigarrillo.

-¿Qué hacés?- dije

-Jaz...-

-Habías dejado de fumar Will-

-Si, pero cuando estoy nervioso, es la manera de canalizar todo-

-Para eso estoy yo...-


La noche era fría, no había estrellas en el negro cielo, tampoco nubes. La oscuridad, era increíblemente aterradora.

-Hay cosas, que ni si quiera, las puedo charlar con vos- contestó brusco, largando el humo que contenía en su interior

-Pero... soy tu amiga, como una hermana decís vos, no creo que haya algo que no pueda entender-

-Créeme que si-

-¿Por qué no querés seguir con la "misión"?- consulté cambiando de tema

-No tiene importancia- comentó

-Si que lo tiene Willson, de hecho me estás abandonando- 

Él odiaba que lo llamara así

-No me llame...-

-Contestá- le corté

-No... quiero que les pase nada... a Sole... y a vos- respondió

-¿Seguro qué es eso?-

-Si-

-No te creo, te conozco Will y sé que me estás mintiendo, ¿podés ser sincero?-

-No quiero que te pase nada... yo..-

No pudo seguir, me miró a los ojos, su café chocaba contra el mío. Tomo mi cara, me dió un tierno beso en la mejilla derecha, y sin más se fué. No lo seguí, no podía, esa era una despedida, no quería hostigarlo, lo quería demasiado como para presionarlo.

Entré al centro, y fui directo a la cocina. Allí estában los chicos, Sole se veía mejor.

-¿Y?- consultó Soledad

-Nada... no lo entiendo chicos, creí que me quería-

-Te quiere demasiado, ese es el problema Jaz- dijo Nicolás





Pasaron algunos días desde la fiesta, desde entonces no tuve comunicación con Will, no estaba en la casa, no me contestaba ni llamadas ni mensajes. Nicolás tampoco sabía nada de él, hoy volvían Rama, Luis y Ezequiel de vacaciones; nos juntábamos en casa, con Sole, pensábamos contarles todo, que como amigos lo tenían que saber. Con Nicolás y Soledad, habíamos avanzado en la investigación, no mucho, pero algo es algo, cualquier aporte es últil.


-¡JAZ!- gritó mi amiga desde la cocina

-¡¿Qué pasa Sole?!-

-¡Vení mujer, ayudame que se me cae todo!-


Estábamos preparando unas tortas, de bienvenida para los chicos,y mientras Sole las decoraba yo terminaba de limpiar.

-¡Ahí voy, pará que estoy tratando de sacar el limpia telas!-

-¡¿De dónde?!-

-¡Se me tió en un agujero, y no sale!-

-¡Sos vos nomás querida!-

-Shh...- respondí


Una vez que acomodamos todo, nos sentámos a esperar.

-¿Will viene?- preguntó mi amiga

-No tenés ni que preguntar, hace días que no sé nada de él, creo que no le interesamos-

-No digas eso, te quiere como a una hermana-

-Ya no lo creo tan así... y no habló de mí, sino de todos-

-Sabés que la relación de ustede, es especial...-

-Si, pero algo le pasa-

-Está distante-

-¡Qué noticia!-exclamé

A los minutos, tocan el timbre, pensando que eran nuestros amigos, fuimos a abrir. Pero lo único que encontramos con Soledad, fue sobre el piso, una rosa negra con una carta en ella.

-Las flores negras, significan muerte...- susurró mi amiga

-Lo sé- contesté

La agarré y entramos, nos sentámos nuevamente y abrí la carta.

"Jazmín y Soledad:

Cientos de verdades, pueden ser puestas en duda, por tan solo una mentira. RECUÉRDENLO"


-Es... como el mensaje de hace unos meses- dije

-Si, pero ésta vez está dirigida a las dos- respondió mi amiga

-Esta persona, sabe donde vivo-

-Tengo miedo Jazmín-

-No sos la única-

Justo, vuelven a tocar el timbre, y ambas saltamos del susto. Abrimos y pudimos ver un auto negro, estacionado en frente de mi casa. Al ver que no había gente, atiné a cerrar la puerta, pero algo me lo impidió. Una mano se interpuso, me tomó de la muñeca y tiró de mí. Quise gritar, pero me fue imposible, ya que un pañuelo con fuerte olor fue puesto sobre mi cara,  lo último que recuerdo, es ver a Soledad gritando y tratando de zafarse de un hombre corpulento.


                                                



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