La ira recorría todo mi cuerpo, mis ojos húmedos no me dejaban ver por dónde realmente corría. No podía entender, el que él, no me entendiera. Irónico, ¿no?. Ya estoy cansada de que los chicos me tomen de estúpida, no comprendo realmente, seguro tengo un cartel pegado en la frente, que dice IDIOTA DISPONIBLE, ya no sé siquiera como reaccionar.
Corría por las calles de Madrid, siendo más precisa por las afueras de la ciudad. Nunca había estado por acá. Decidí calmarme un poco, comenzar a caminar y secarme las lágrimas. Agarré mi celular, y al mirar su pantalla, tenía veinte llamadas perdidas de Morrison, cinco de Soledad, otras cinco de Will y los demás chicos. No pensaba contestar ninguna por el momento. Necesitaba estar sola y pensar.
Pasaron segundos, minutos, horas, ya ni sabía. Era de noche, tenía frío, sueño, y necesitaba estar en mi casa junto a mi familia, quienes por cierto, ni se habían dado cuenta de mi ausencia. Pero me encontraba con un pequeño inconveniente, no tenía ni la más mínima idea de dónde estaba. Decidí llamar a mi papá, pero, ¡oh sorpresa!, no tenía señal.
Seguí caminando, hasta que llegué a un kiosko.
-Disculpe señor, buenas noches- dije mientras entraba al local
-Señorita, pues dígame. ¿Qué necesitáis?-
-Usted podría decirme, ¿cómo llego desde acá a la calle Abada 511?-
-Mire, está muy lejos desde aquí. ¿Porqué no se toma un taxi?-
-Es que, no tengo dinero- contesté avergonzada
En ese momento, antes de que el hombre contestara, entra un chico al lugar. Alto, cabello castaño, ojos verdes, tez blanca y traía unas cajas con él.
-¡Hijo!- dice el señor
-Padre, ¿qué sucede?-
-Pues, esta joven está perdida-
-No te hagáis problema. Yo te llevo a donde necesitéis-
-¿Seguro?-
-Si, si. Ven conmigo-
-Gracias- dije dirigiéndome al hombre
Y sin más, salimos de ahí. No era buena idea que un completo desconocido, me llevara a casa, pero en estas circunstancias, no tenía una idea mejor.
-Bueno, ¿a dónde la llevo señorita?
-A la calle Abada 511, por favor-
-Muy bien, súbe- dijo el chico señalando su auto
¡Santo cielo!. Éste, no era cualquier auto. Era un Chevrolet Camaro Z/28. Un auto deportivo, color gris. Subí al carro y partimos.
-Lindo auto- dije
-Gracias, con mucho esfuerzo lo he conseguido-
-Y... decime... ¿cómo te llamás?-
-Matt, ¿y tú?-
-Jazmín-
-Un gusto Jazmín- dijo mostrando una sonrisa, realizada por los mismísimos dioses
-Un gusto Matt-
-¿No eres de aquí, verdad?-
-No, no. Hace cuatro años, que vivo en Madrid, pero soy de Argentina-
-Argentina, un país muy bonito. Al igual, que sus jóvenes muchachas- comentó mirándome, y así consiguiendo que me desmayara
Realmente iba a morir del encanto, este hombre era ¡WOW!. ¿Pero qué digo?, Jazmín calma tus hormonas querida.
-Bueno, gracias, supongo- contesté tímidamente
-¿Qué hacías por aquí de noche?-
-Es una historia larga de contar, pero en resumen, discutí con un... emm... amigo, y me perdí-
-Uhh... muy feo realmente-
-Si, la verdad que sí-
El resto del camino, transcurrió en completo silencio.
-Bueno, llegamos Jazmín-dijo mientras estacionaba en frente de mi casa
-Gra... ¡Hay no!-
Morrison, estaba sentado en los escalones de la entrada. ¡Lo que me faltaba!.
-¿Qué sucede?-
-Nada, nada. Muchas gracias, me salvaste realmente- dije mientras me despedía y abría la puerta del auto
-No fue nada, nos vemos Jaz- dijo saludando con la mano
-Chau Matt- contesté cerrando la puerta suavemente
Al llegar, a la entrada de mi casa, hice de cuenta de que Tobías no estaba ahí. Abrí la puerta, pero cuando la iba a cerrar...
-Jaz...- dijo éste interponiéndose
-Entrá- contesté secamente
![](https://img.wattpad.com/cover/75900173-288-k201245.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué te cruzaste en mi vida?
Romance¿Por qué todas las historias comienzan con un había una vez; y terminan con un vivieron felices por siempre?. No todas las historias, comienzan siendo felices, y terminan tristes o viceversa, cada historia es diferente desde el hecho, de que cada un...