Capítulo dedicado a mi más fiel lectora: yuli-ana
¡Muchas gracias Yuli por tus votos y comentarios! <3
Caminaba rumbo a mi almuerzo, eran la una de la tarde y solo tenía media hora para poder comer y luego seguir con mi labor.
Sinceramente no tengo mucho apetito, pero bueno, puedo aprovechar esta media hora para descansar un poco y respirar tranquilamente. Iría a tomar un Café Lalo en el West Side de mi ciudad Manhattan. Amaba este café y para estos momentos no vendría mal.
Entro al bar y lo primero que hago es localizar a Sonia, la mesera más antigua del lugar quien me conoce desde que llegué.
-Buenos días señorita Filadelfo- saludó la señora de mediana edad
-Buenos días Sonia- respondí sonriente mientras tomaba asiento en la barra
-¿Lo de siempre verdad?-
-Así es-
Me dispuse a observar mis notificaciones en el móvil, mientras esperaba a que Sonia me trajera mi café, cuando escucho que la campanilla de la puerta resonó anunciando que había llegado gente. Me volteo para ver si conocía a la persona que había entrado, pero en el momento en el cual observo me doy cuenta de que no era una persona, sino una personita.
-¡Hola!- saludó una pequeña rubiecita a mi lado
-Hola linda- respondí sonriente
-Mmm... ¿acá hay un baño?- consultó frunciendo el seño
-Si, si ¿te acompaño?-
-¡Porfi!- dijo haciendo puchero
¡Que niña tan hermosa!
En el momento que me dispongo a acompañarla al tocador, la puerta vuelve a abrirse y esta vez entra una chica de mi edad más o menos, gritando desesperadamente
-¡Mami!- gritó la pequeña
¡Oh, oh!
-¡Hija, te dije que no corrieras!- contestó furiosa acercándose a nosotras
-No pasa nada ma, ella me iba a llevar al baño... es linda ¿viste?- acotó señalándome tímidamente
Yo solo sonreí
-No te preocupes, esta sana y salva- comenté sonriendo de lado
-Si, grac...-
En ese momento se congeló, sus castaños ojos se abrieron de par en par y no pudo gesticular alguna palabra más. Yo solo la miraba preocupada
-Mamá... ¿estás bien?- le preguntó su hija mientras le tocaba la mano
-Si... hija, por favor andá a reservar una mesa, mamá ya va-
La pequeña rubia solo sonrió y se fué en busca de una mesa libre
-¿Esta todo en orden?- consulté preocupada
-Ahora mejor que nunca Jaz- respondió sonriendo placenteramente
¡No podía ser! ¡Santa virgen!... ese hermoso cabello dorado hasta la cintura, esa suave y pálida piel, la sonrisa plasmada en su bello rostro...
-¡¡Soledad!!- grité alegremente mientras la abrazaba hasta dejarla sin aire
No lo podía creer, ¡mi amiga estaba en este preciso momento en frente mío!
-Jazmín... tanto tiempo- susurró ella
-Sole... ¿ese pequeño terremoto es tu hija?-
-Si lo és... tiene dos años-
-¡Hay que ternura!, ¿y cómo es su nombre?- pregunté curiosa mientras nos sentábamos en la barra
-Se llama Jazmín Esperanza Toxon- respondió
-Ella... tiene mi nombre... ¿por qué?-
-Bueno, desde que quedamos incomunicadas y prácticamente desapareciste, siempre tuve la esperanza de encontrarte, por eso cuando me enteré de que sería mamá decidí llamarle de esa manera si era niña. Jaz, nunca dejé de tener la esperanza de volver a verte-
Automáticamente mis ojos se cristalizaron
-Sole... eso es hermoso... pero lamentablemente fuiste la única que tuvo esa esperanza, además de Luis- susurré
-¿Es chiste?-
-No, no lo és-
-Jazmín, desde que no tuvimos más noticias tuyas todos nos preocupamos, y Nicolás nunca dejó de buscarte- comentó seria
-No me mientas Sole, él ni siquiera se despidió-
-No lo hizo porque no pudo Jaz... es el más afectado-
-Bueno hablando de eso... anoche me lo encontré-
-¡¿Qué?!, ¿cómo fue?, ¿volvieron?, ¿sentiste algo?, ¿se besaron?-
Pasó tanto tiempo y Soledad seguía siendo la misma
-No Sole, nada eso. Lo único que pude hacer fue decirle que no quería explicaciones... y me fuí-
-¿En serio Jazmín?- respondió molesta
-Si en serio, no me interesa lo que quiera decir o hacer, es parte del pasado-
-Pero él te ama, volvió porque quiere cuidarte y estar con vos-
-No... digas eso-
Mis ojos ardían, después de lo que pasé, el sueño de anoche... y escuchar esto... me removía cada célula
-Jaz, se que fué difícil pero siempre estuvo ahí-
-¡No! ¡No estuvo cuando más lo necesité!, ¡No estuvo cuando caí en una depresión prácticamente incurable Soledad! ¡Él no estuvo jamás!... había otra persona consolándome, no él-
-Jaz calmate por favor... te ama no digas eso- trató de tranquilizarme y me abrazó
Las indefensas e insoportables lágrimas no tardaron en llegar... hacía mucho que no lloraba
-No Sole, es fácil, él jamás se enamoró de mi- susurré
-Hagamos una cosa, prométeme que si lo volvés a ver lo vas a escuchar, y sino le creés o no te interesa, nunca más tocamos el tema... pero dale y date el gusto de hablar-
-Ahora estoy con otra persona amiga, y no quiero revolver lo pasado-
-No interesa que estés con otro Jazmín, yo quiero que entiendas, nuca dejarás de quererlo... dale una oportunidad-
-¿Otra más?-
-Si-
-Quiero seguir mi vida normal, perfecta como hasta ahora... no voy a deja a Simón por él-
-Nada es perfecto Jazmín, lo tenés que entender. Además créeme que necesitás escuchar a Nico... ahora vamos al hotel en dónde me estoy hospedando, así nos ponemos bien al día y te relajas-
-Tengo que seguir trabajando-
-Muy bien, cuendo termines llamame que te paso a buscar-
Salimos junto a la niña del lugar, y antes de irme la abrasé muy fuerte a ambas
-Gracias Soles, como siempre llegas cuando más lo necesito... te extrañaba-
-Como ya te lo dije hace tiempo, cada vez que me necesites allí voy a estar-
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¿Por qué te cruzaste en mi vida?
Romansa¿Por qué todas las historias comienzan con un había una vez; y terminan con un vivieron felices por siempre?. No todas las historias, comienzan siendo felices, y terminan tristes o viceversa, cada historia es diferente desde el hecho, de que cada un...