Capítulo 39 JUNTOS

68 5 6
                                    


Sentía como las suaves y  filosas manos de Nicolás recorrían mi figura.

Ambos acostados, después de haber hecho el amor por primera vez desde que nos volvimos a ver. Yo todavía no lograba reaccionar, salir de aquel trance y poder razonar, desde el punto de vista que caí a sus encantos, jamás razoné. 

Aunque no lo hubiese querido admitir, hace tiempo se que esto pasaría, y que volvería a rendirme, volvería a caer, volvería a perderme en aquellos abismos de oscuridad...


-¿En qué pensás?...- susurró interrumpiendo mis pensamientos 

-No lo sé... supongo que en todo...-

-Yo también-

-¿Cómo vamos a seguir después de esto?- dije seriamente mientras me colocaba la ropa interior y buscaba lo demás

-¿Qué haces?- pregunta Nicolás desconcertado por mi repentino cambio de ánimos

Me había levantado bruscamente, sin previo aviso... esto andaba mal, muy mal

-¿No ves?, me cambio para poder volver a trabajar-

Nicolás al oír esas palabras, comenzó a cambiarse a una velocidad increíble, y al terminar, se acercó a mí lentamente

-¿A si qué eso significo para vos?-

-¿De qué hablás?-

-¡De esto!, ¡¿cómo podés hacer el amor conmigo e irte así sin más?!... ¿no significó nada?-

Sus ojos estaban brillosos, como nunca antes los había visto... él jamás había llorado... jamás, nuca que tuvimos relaciones lo había llamado "hacer el amor"... no era común en él

-Nico... no es fácil... yo ya tengo una vida...-

-¿Y te creés que yo no?... ¿creés que cuándo te fuiste mi vida continuó como si nada?-

-Yo...-

-¡Pues no!, ¡Jazmín mi vida fue un infierno!... ¡Nunca dejaron de perseguirme, nunca dejaron de amenazar!... ¡Los Morrison no eran los totales culpables!... y se encargaron de hacérmelo saber...- me cortó

Al decir esto, se dio vuelta para que pudiera ver su espalda, se sacó la camisa y mi boca no evitó abrirse de par en par, al ver lo que allí se encontraba...

La espalda de Nicolás, estaba surcada con líneas, rayas parecían ,aquellas fueron hechas en calor por como se encontraba su piel... ¿cómo no las vi antes?


-¡Dios mío!- dije alarmada mientras me acercaba y las rozaba con mis delgados dedos

-Entraron a mi casa... estaba solo, me golpearon hasta que yacía casi inconsciente en el suelo, luego tomaron fierros calientes y después... hicieron esto en mi piel, bueno más que eso no recuerdo... estuve una semana en el hospital-

Cubrió nuevamente su torso mientras yo solo lo observaba

-Perdón...- dije en un sollozo 

-¿Por qué me pedís perdón?-

-Eso... es mi culpa, si no me hubiese ido seguramente nada te hubiera pasado... perdón Nico, perdón... nunca dejé de quererte, pero no volví porque no podía...-

-¡Ey! no pidas perdón por algo que no es tu culpa- comentó sonriendo de lado mientras acariciaba mi mejilla

-Eso... es mi culpa...- susurré

-No, no lo és-

Se acercó aún más si es que era posible y me rodeó muy fuerte con sus brazos. Me envolvió como si mi vida dependiera de ello. Yo solo me acurrucaba en él hasta perderme en su olor.


-Todo va a estar bien... saldremos de esta juntos... como siempre- susurró

Y después de esto, volvió a mirarme con ternura... como hacía tiempo que no veía que alguien me mirara... solo era lástima lo que la gente sentía por mi... pero Nico me amaba, y eso lo había comprobado. 

Rodeó mi cuello con sus brazos y me dió un tierno y pequeño beso

-Va a ser muy difícil poder decirle a Simón... todo esto-

-Ya te lo dije, estamos juntos, y nada ni nadie lo va a impedir- 

-¿Me vas a esperar?-

-Todo el tiempo que necesites... pero por favor... que no se vuelva eterna la espera-

-No, quedate tranquilo...-

-Bueno y ahora que estamos bien... necesito hablar de un tema muy importante-

-¿Ahora?... ya tengo que volver...-

-Es urgente-

-¿Sobre?-

-Tu familia-


¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora