Parte 3 ¿UNA OPORTUNIDAD?

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Mientras me encaminaba rumbo a casa, en mi bicicleta, escuché que mi móvil sonaba. Frené contra el cordón de la vereda, y lo saqué de mi bolso.

"Te estoy esperando nena, me debés la charla de anoche"

¿Me esperaba?, ¿pero, si a Tob no le debo nada?

Además, es un número que no tengo agendado. Que raro, seguro se equivocaron.


Llegué a mi hogar, almorcé, y después me fui directo a mi cuarto

-¡¡¿QUÉ CARAJO ES ESTO?!!- dije furiosa

Sobre mi cama se encontraba, de espaldas un chico, el cuál supuse que era Nicolás por su tatuada piel. Él se dió vuelta, mientras comenzaba a reír. ¡SANTA VIRGEN!, ¡EL CUERPO DE ESTE HOMBRE ERA DE INFARTO!. Jazmín, ¡calma tus hormonas aceleradas!.

-¿Te gusta lo que ves?- dijo guiñándome un ojo

-No, y ahora mismo, te ponés algo, y te vas- dije tratando de concentrarme en lo importante

-No hubo manera de que me escucharas anoche, por lo que, decidí utilizar mis encantos naturales- comenzó a decir, mientras se ponía una remera básica blanca y se sentaba en forma de indio

-No me interesa, andate-

-Por favor, ¿una oportunidad?- contestó con mirada de cachorro

Aunque, con su aspecto de delicuente, no hacía juego. Si, losé, a veces soy muy prejuciosa

-Bueno... solamente porque no tengo ganas de discutir, y de que mis padres me maten te voy a dar dos minutos para que me digas, lo que tenés... que decir- comenté mientras, dejaba mi bolso, agarraba la silla del escritorio y me sentaba frente a él

-Gracias-

-Dos minutos-

-Si si. Muy bien, primero que nada, te voy a contar quién soy-

-Te escucho- 

-Como te dije anoche, me llamo Nicolás Forx, hijo de Norberto Forx y Amanda Forx. Soy argentino, como puedes notar, pero hace algunos meses que vivo acá junto a mi familia. Nos mudamos, porque tuve algunos problemas de conducta, y estuve un año en prisión. Nos conocemos desde que somos chicos, nuestros padres trabajan juntos y eran amigos-

-¿Seguro?- pregunté tímida

-Si, no te acordás, porque cuando nos dejamos de ver, tenías unos cinco años-

-¿Por qué nos dejamos de ver?-

-Ahí viene, la parte relacionada con Morrison-

-Bueno, seguí-

-El padre de Tobías, trabajaba junto a nuestros padres. Pero resulta, que un día, alguien cometió una estafa y se lo culpó a mi papá, por lo que, lo echaron del trabajo y quedamos en la calle por unos años. Pero él no fue quien lo hizo...-

No pudo seguir, ya que mi celular comenzó a sonar

-Perdón, tengo que atender- dije mirando la pantalla


Llamada:

-¿Tob?-

-Linda, tengo que juntarme con vos- dijo Morrison

-¿Es urgente?-

-No, pero quiero verte, ¿estás ocupada?-

-En este momento si, perdón, ¿no puede esperar?- comenté mientras observaba la cara de Nicolás

-Eh... si, si. No hay drama-

-Buenísimo, salimos hoy si querés, es viernes-

-Dale a las diez, pasó por vos. Te quiero enana.Nos vemos-

-Chau, ¡beso!-

Fin de la llamada


-¿Puedo seguir?- dijo Nicolás molesto

-Si, si-

-Jazmín, es serio, lo que te voy a confesar-

-No me mates, con el suspenso, ¡dale!-

-Esta bien... el hombre, que cometió la estafa, fue el padre de Morrison-dijo sin más

¿QUÉ?

-Es chiste, ¿no?-

-No estoy para chistes-


-¡Jazmín!- se escuchó decir a mi madre

-Nicolás, me tengo que ir, pero esto no pude quedar así, tiene que haber una equivocación, él, no es así...-

-¡HIJA!- 

-Andá, o van a tirar la puerta abajo- dijo divertido, mientras se levantaba de mi cama

-Si, tenés razón, pero nos tenemos que volver a juntar- dije mientras abría la puerta

-Si, después me comunico con vos y arreglamos, chau Jaz-

-Cha... ¡¿QUÉ HACES?!- grité mientras observaba como Forx salía por mi ventana

-Em, salgo por la ventana querida, ¿no me ves?-

-Nene, estás en un segundo piso-

-Ya lo sé nena, pero, a no ser que quieras que tus padres, vean como un extraño, y digo extraño porque la última ves que me vieron tenía nueve años, sale tranquilamente, de la habitación de su hija menor, ¡NO ME QUEDA OTRA OPCIÓN!- 

-Bueno, bueno, tranquilo. Solo tené cuidado-

-No es la primera vez que lo hago princesa, nos vemos-

-Chau- dije mientras veía, como desaparecía por mi ventana


No entendía nada, esto no tenía sentido.¿Cómo podía ser?, espero que este chico se halla confundido de persona, yo no quiero perder a Tobías...

-¡¡JAZMÍN FILADELFO!!- 

Uy mi mamá

-¡¡Voy!!- contesté bajando las escaleras


-Hija, necesito que me hagas un favor- dijo mi madre con ojos suplicantes

-Si ma, decime-

-¿Te acordás de Luciana la nena que yo cuidaba cuándo nació?- 

-Si, si es hermosa. ¿Por?-

-Bueno, los papás se separaron, la madre trabaja todo el día y su hermano estudia. ¿No me harías el favor de suplantarme por un tiempo?, porque por ahora entre el trabajo y la casa no puedo-

-Si ma, no hay problema, sabés de sobra que amo a los nenes, ¿qué edad tiene ahora?-

-¡Un millón de gracias hija!, hace unos días cumplió los siete- dijo ella mientras me abrazaba

-No hay de qué, ¿cuándo empiezo?-

-Mañana a la salida de la escuela-

-Muy bien-

-Ahora te paso el número de la mamá así arreglan, igualmente ella ya te conoce-

-¿Si?-

-Si, fuimos amigas hace unos años-




¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora