Capítulo 31 NO PUEDO

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Todo lo que pude llegar a tener en mi frágil estómago, fue expulsado. Ya no daba más, pero mi cuerpo seguía largando líquido. Mis músculos estomacales dolían como nunca, la cabeza me daba vueltas y la vista me era borrosa, pero pude darme cuenta de que me encontraba entre los brazos de la persona que me cuidó siempre desde que llegué. Él sostenía mi cabello delicadamente, mientras que yo arrodillada en el frío suelo del baño, expulsaba todo lo que quedaba en mi interior. Esta noche si que había perdido el control de mis actos, bebí como nunca, como si vivir dependiera de ello. Pero es que necesitaba hacerlo, necesitaba olvidar, todo lo que viví en Madrid, desde la gran aventura sobre la estúpida estafa, hasta de mis amigos y de Nicolás...

-Listo...- susurré sentándome sobre su regazo

-Ahora te vas a sentir mejor- respondió secamente

-Si... gracias...- dije mientras me acomodaba entre sus piernas y lo abrazaba

Pasaban los minutos y yo me sentía mejor, pero sabía que había algo que no andaba bien. Era obvio que Simón estaba enojado, pero no era eso... algo lo incomodaba y no me daba cuenta que.

-Simón... ¿qué es lo que te pasa?- comenté interrumpiendo el incómodo silencio

-¿No es obvio?- dijo levantando una ceja

-Mmm... además de que estás enojado... hay algo más-

-Jazmín... ¿no te das cuenta?- 

-No... por eso te pregunto-

-Nada... no importa-

Me acomodé para poder verlo a los ojos

-En serio, ¿qué pasa?-

-Jaz... no es el momento-

-Si que lo es... mirá que no todos los días estoy de buen humor-

-Hoy de hecho no lo estabas-

-No... pero resulta que ahora si-

-Es tarde, vamos que tenés que dormir... todavía seguís ebria- dijo mientras se levantaba y así yo también me puse de pie

-Por favor... decime que pasa- contesté haciendo puchero

-No me mires así....-

-¿Te puedo?- dije desafiante 

-¿Qué?-

-Que te puedo, ¿estás sordo?-

-¿Qué me podés?-

-Si Simón, te estás tentando... yo se que me queres, que te encantaría llevarme a la cama...- dije duramente

-Si, como amiga te quiero, y no hables así- respondió mientras entrábamos a mi pieza

-No, sabés que tengo razón- acoté mientras lo agarraba de la camiseta

-Jaz... estás borracha... por favor... no puedo controlarme mucho más...- dijo mirándome fijamente

-Ambos lo necesitamos... yo te necesito Simón- respondí mientras me sacaba el short

Él me había visto mil veces en ropa interior, pero ésta era diferente. Me acerqué nuevamente y sin dudarlo le robé un beso; él no me apartó, por lo que seguí besándolo y él respondió. Me acorraló contra de la puerta y mientras intentaba sacarle su camiseta, Simón colocaba sus manos haciendo presión sobre mi trasero. Su remera voló, al igual que la mía, junto a su pantalón y mi sujetador. Ahora, ambos estábamos sobre mi cama, él en sima mío, besando cada rincón de mi cuerpo...

-Jazmín...- susurró

-No... lo arruines...- 

Me miró fijamente 

-No quiero ser uno más- dijo seguro

No creía lo que escuchaba, realmente era la primera vez que un chico me decía tal cosa. Pero por primera vez en toda la noche, iba a ser sincera y responder con el corazón

-No lo serás... ayudame a ser mejor, a ser mejor de lo que soy-

-Lo haré-

Sin más, nos olvidamos del mundo, me penetró como nunca antes alguien lo había hecho, con pasión y cariño... pero aún así, había algo en mi interior que no me permitiría ser feliz durante mucho tiempo.






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