¿Por qué te cruzaste en mi vida?

Capítulo 40 ESTOY PERDIDA

-Nico me tengo que ir ya, pero te prometo que vamos a hablar-

-Está bien Jaz... pero por favor que sea esta noche... Sole sabe donde estoy viviendo, que ella te acompañe-

-Si, te lo prometo...pero ahora tengo que volver-

-Esta bien... te quiero pequeña- dijo dando un pequeño beso en mi frente

-Mm... yo no- contesté divertida

Salí rápidamente de aquel lugar para poder terminar de trabajar y así enfrentar lo que me deparara.

Mi cabeza no paraba de darle vueltas a lo mismo, ¿qué iba a ser de mi vida?. Todo lo que formé y construí en estos años se había ido por la borda, había perdido hasta mi dignidad engañando a Simón. Hice el amor con alguien que no era mi pareja... pero ahora que lo pienso, ¿alguna vez hice el amor con Simón?, ¿o simplemente eran relaciones sexuales?... ¿había algún tipo de sentimientos entre nosotros?... yo le tengo mucho cariño, pero jamás lo voy a amar como lo amo a Nicolás...

Tengo que decirle las cosas como son, tengo que ser sincera, no puedo mentirle, no por respeto a todo lo que vivimos. Hoy mismo, apenas llegue a casa le diré las cosas como son, como paso todo y bueno... arriesgo mucho, pero por una vez quiero hacer lo que siento.

-Simón- llamé al entrar a casa

Dejé todo en su lugar y me dirigí a la cocina, me serví un poco de agua y fuí directo a la habitación. Al llegar a la puerta escuché algunos gemidos que provenían desde adentro del lugar, ¿qué era eso?. Sin dudarlo abrí la puerta y allí fue cuando mi alma cayó a mis pies, no pude ni quise creer lo que mis ojos veían, esto... es imposible...

Simón se encontraba en la cama totalmente desnudo, y en sima de él estaba Luciana también desnuda, solo una fina capa de tela cubría sus piernas.

-¿Hay espacio para mi?- dije totalmente tranquila con un tono cínico

-Jaz... te juro que...-

-¿Qué no es lo que parece?... no, para nada, lo que parece es que mi novio está acostándose con una de mis mejores amigas, a mis espaldas obviamente. Pero no, no es lo que parece- le corté

-Por favor... no te enojes- susurró tímida Luciana

-¿Sabés qué?... me das asco, pensé que eras más inteligente, pero lo único que hiciste fue reírte de mi todo este tiempo, al igual que vos Simón-

-Yo te amo...- dijo Simón estúpidamente 

-¡Oh claro! ¿y por eso buscás tener sexo con otra?, ya veo cuan grande es el amor que me tenés-

Antes de que alguien pudiera detenerme agarré todas mis cosas, mi valija y me fuí de la casa que algún día llamé hogar. Inmediatamente llamé a Soledad y Sonia, eran las únicas capaces de ayudarme en este momento. Al fin y al cabo me ahorré pedirle disculpas a Simón, ya que él me engaña desde hace tiempo... que estúpida fui al pensar que me amaba... ¿por qué me equivoco tanto con respecto a las personas?.

-¡Yo te puedo asegurar que le corto las bolas!- dijo furiosa Sole mientras nos servía café a Sonia y a mí

-¡Yo te ayudo! ¡Ese hijo de puta no puede procrear!-

-Chicas... no es la solución-

-¿Y cuál és?- preguntó atónita Sole

-Estar tranquilas, ya está, ya pasó, nadie va a ser castrado y nadie va a morir por lo que pasó... a lo mejor me lo merecía-

-¡¿Qué te lo merecías?! ¡¿Estás loca nena?!, ¡SOS LA PERSONA MÁS BUENA QUE CONOZCO! ¿Y DECÍS QUE TE MERECES TODO LO QUE TE HA PASADO?- gritó furiosa esta vez Sonia

-¡Esta es de las mías!- agregó Soledad

-Sonia no digo que no tengan razón, pero siendo sincera yo también le fui infiel... fue ayer pero cuenta y además... si me dolió verlo con otra, pero no me mató... ojalá sea felíz... me dolió más de parte de Luciana que de él-

-Eso es porque amás y amarás a Nicolás... y eso no cuenta como engaño, porque lo de ustedes es por amor, Simón lo hizo de caliente nomás-

-Es verdad, Sole tiene razón, ustedes se aman, ellos no-

Al escuchar esas palabras no pude evitar acumular lágrimas en mis ojos, aunque quería ser fuerte me costaba, el hecho de que la persona en que más confié todo este tiempo me haya engañado... dolía como el infierno

-Estoy cansada de sentirme tan perdida...- dije en un susurro 

Sole y Sonia se miraron y en cuestión de segundos ambas me envolvieron entre sus brazos

-Estamos para lo que quieras y necesites, ese pito corto no te merece- dijo Sonia

-¡Sonia! ¡Cada vez me caes mejor!- agregó Sole

-No digan eso che- reproché

-No lo defiendas, si su miembro es corto, pues corto es y punto-

A pesar de todo tan perdida no estaba, tanto Sonia como Soledad se encontraban junto a mí

-¿Vas a ir a vivir con Nicolás?- comentó Sole de la nada

-¿Eh?-

-Si Jaz, es hora de que seas felíz-

-No lo sé... es muy pronto-

-Jazmín ya sufriste demasiado, ya está date la oportunidad de ser felíz una vez en tu vida y poder elegir vos por vos misma-

-Yo sé que tienen razón, pero primero hablaré con mis padres-

-¿Tus padres?- consultó Soledad

-Si, ¿por qué?-

-Nada, nada... espero que decidas bien esta vez-

-Así será-