Capítulo 45 NO QUIERO PERDERLO

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De apoco comencé a abrir mis ojos, la luz me incomodaba pero aún así no quería volver a las pesadillas... durante el tiempo que dormí no dejé de repetir el mismo sueño una y otra vez.

Una vez que mi vista se acostumbró a la cegante luminosidad, miré detenidamente mi alrededor; de mis brazos salían cables que estaban conectados a aparatos que controlaban diferentes funciones vitales, estaba en una camilla con sábanas celestes, en una habitación muy espaciosa de paredes blancas. Pero lo que más llamó mi atención fue el joven que se encontraba sentado a mi lado... su cabello oscuro desordenado, su rostro lleno de heridas y su cuerpo totalmente cansado sobre la silla. 

Intenté moverme ya que no quería seguir durmiendo, pero en seguida un dolor descomunal se apoderó de mi cabeza y vientre. ¿Mi bebé se había salvado?. Una pregunta que atormentaba mi ser en estos segundos...

-Nico...- susurré

Al instante sus diamantes grises se mostraron... que cansado se veía

-Amor...- dijo en un susurro

Se levantó y se acomodó a mi lado

-Nico, ¿está bien el bebé?- dije sin pensarlo

-Yo... no lo sé... desde que estás acá los médicos no me han dicho nada...-

-¿Seguro?-

-Si, completamente... apenas si podía verte-

-¿Hace cuánto que estoy internada?-

-Tres semanas... tres duras y eternas semanas...-

-¿Tanto? me parece ayer...-

-Si amor... fueron los días más difíciles y duros de toda mi vida...-

-¿Qué pasó con Tobías?, ¿por qué estás así de lastimado?-

-Yo... no estás bien todavía... cuando estemos en casa te cuento bien-

-Por ocultarme la verdad paso esto, no quiero volverlo a ver-

-Tenés razón... pero no estás recuperada del todo cielo-


En ese momento entró a la habitación una enfermera, joven, cabello rubio, estatura media, de unos veinticinco años...

-Señor Forx por favor déjenos solas, tengo que hablar con la paciente- dijo con rostro serio

-Si señorita, pero si sucede algo llámeme-

-Así será-

Una vez que Nico se fue, la enfermera se sentó a mi lado

-¿Cómo se encuentra?- consultó mirando unos papeles

-Bien... solo me duele la cabeza y un poco mi vientre-

-Es normal, tuvo muchos golpes,  el de la cabeza fue el peor-

-¿Y mi bebé?-

-Aún no tenemos los resultados... pero no se preocupe-

Al instante mis ojos se llenaron de lágrimas, me senté para verla mejor... pero no podía hablar

-Yo...-

-Tranquila Jazmín... vas a estar bien- me cortó

-Tengo miedo... no quiero perderlo-

-No lo harás- afirmó

Tomó mis manos y me miró fijamente

-¿Cuánto tiempo tiene?- dije tranquila

-Aproximadamente cuatro meses-

-¿Cuatro?- consulté sorprendida

-Si, así es, solo que es pequeño...-

-Por favor, apenas tenga los resultados dígame si esta bien... o no-

-No se preocupe, así lo haré-






Pasaban las horas y aún no tenía respuesta sobre mi hijo. Durante toda la tarde mis amigas y mis padres estuvieron conmigo, el único que se ausentó fue Nicolás.


-¿Vos que opinas Jaz?- dijo Sonia interrumpiendo mis triste pensamientos 

-¿Eh?- respondí

-No escuchaste nada ¿cierto?-

-No... perdón, pero estoy muy distraída-

-Hija... vas a estar bien-

-Mamá no es por mí... me preocupa mi bebé y Nicolás...-

-¿Nicolás?- dijo son entender 

-Si... desde que salió hoy a la mañana no lo volví a ver-

-Cuando se fue lo vi muy triste, a lo mejor no está listo para afrontar las consecuencias de sus actos- dijo mi padre fríamente 

-¿Consecuencias de sus actos?- 

-Si Jazmín, todo esto es claramente su culpa-

-Se nota que no sabés ni lo que decís, ¡porque si mal no recuerdo fue el hijito de tu gran amigo el culpable de que termine así!-

-Jazmín...-

-¡No mamá no te metas!- le corté

-Tobías no ha hecho nada- contestó hipócrita mi padre

-Sos un hipócrita- respondí harta de su actitud 

-Por favor no discutan más... no te hace bien Jaz- acotó Sole

-Tiene razón, no importa en este momento quien fue el culpable, solo que Jaz se recupere y que el bebé se halla salvado- agregó Sonia

¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora