¿Por qué te cruzaste en mi vida?

Capítulo 16 ¿NOVIA?

Desperté por la molesta luz del sol, que amenazaba con colarse por mi ventana. De repente, recordé todo lo vivido la noche anterior, y me levanté de golpe. Observé, detenidamente cada rincón de la habitación. Estaba sola, Nicolás ya no se encontraba junto a mi.
La ropa de la cual me despojé anoche, estaba acomodada sobre los pies de mi cama, y la de Nico igual; pero él no estaba en la habitación.

Salí de la cama, me cambié, y fui directo al living. Todo estaba en silencio, salvo por la música que salía de la cocina. Entré y la imagen que se hizo presente ante mis ojos, fue la más graciosa y tierna que vi jamás. Nico, se encontraba en calzoncillos preparando dos licuados, mientras movía su trasero al compás de la música. Sus músculos relajados, se tensaron al sentir mi piel en contacto con la suya, cuando lo abrasé por detrás, y el sonrió.

-Buenos días, bella durmiente- dijo mientras me daba un tierno beso en la frente

-Buenos días- contesté sonriente

-¿Cómo dormiste?- preguntó

-Muy bien, ¿y vos?-

-Perfecto-

-Ahora, ¿se puede saber qué haces en calzoncillos por la casa?- dije soltándo una risita tímida

-¡Bien que anoche, te gustó que me los sacara!-

-¡Ey!- respondí dándole un golpe en su pecho desnudo

-Bueno, ¡esta bien, esta bien!- dijo haciendo signos de rendición

-Em... Nico, ¿no hay nadie en mi casa no?- 

-Justo eso te iba a decir, hoy cuando bajé, encontré una nota de tu mamá, tomá- dijo tendiéndome un papel arrugado

"Hija, tuvimos que salir por una urgencia con tu padre. Vamos a estar unos días fuera de casa. Tu hermana, está estudiando, así que estarás sola, cuidate. Te amo mamá"

-Bueno, al parecer, tenemos la casa sola- dije

-¿Tenemos?-

-Em... si... yo, pensé que te quedarías conmigo...-comenté avergonzada por mi error

-Por supuesto que si Jaz- respondió sonriente

La mañana continuó de manera muy tranquila, después de desayunar, miramos algunas películas, y así estuvimos todo el día.                                                                                                     Realmente me sentía muy cómoda con él, pensé que después de lo sucedido anoche, estaría incómoda. Pero no...

-Jaz...- dijo Nicolás, interrumpiendo así mi pensar

-¿Si?-

-Anoche... ¿te hice mal?-

¡Dios! ¡Qué vergüenza! 

-Ehh... no, no...-

-Te pusiste colorada- respondió guiñándome un ojo

-¡Nico!- dije tapando mi cara

-¿Qué pasa?-

-Sos un bobo-

-¿Qué hice?-

-Nada, no importa-

-Al tema hay que hablarlo, aunque entiendo que te de vergüenza, es normal Jaz-

-Si... ¿podemos cambiar de tema?-

-Está bien- dijo mientras que no una sonrisa pícara, se esparcía por todo su rostro y dejaba a la vista su perfecta sonrisa blanquecina