Parte 2 ¿TREGUA?

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Mi reloj marcaba, que sólo faltaban cinco minutos, para que Morrison pasara por mí.

Estaba muy nerviosa, ya que después de mucho tiempo iba a "salir" con un chico.

 Con respecto a mi look, opté por un jean color azul, unas adidas negras, remera mangas corta ,blanca y un swater color negro con una inscripción en él. Até mi largo cabello en una cola alta, y remarqué apenas mis labios con un brillo, color rosado. 

Tomé mi celular, las llaves y fui directo al comedor, para esperar.

-Hija, ¿a dónde vas?- preguntó mi mamá, mientras acomodaba unas flores sobre la pequeña mesa ratona, ya que las anteriores, estaban secas

-Ya te lo había dicho ma, salgo con un amigo-

-Es verdad, ¿es Will?-

-No, no. Un nuevo amigo-

-¿Nuevo amigo?, ¿qué me estás escondiendo Jazmín?-

-Nada ma, un amigo, me invitó a tomar algo-

-¿Y quié...- 

No pudo terminar la frase, ya que una bocina sonó fuera de la casa. Mi "amigo" había llegado.

Me lavanté, le di un beso a mi madre, y salí de mi casa.

-Cuidate hija-

-Si ma, ¡nos vemos!- contesté mientras salía de mi casa

Una vez que mi madre entró, me dirigí hacia Tobías.

-Hola enana- dijo divertido

-¿Ahora soy enana?- contesté subiendo a su moto

-Desde que te conozco, lo sos, solo que antes, preferí obviarlo, para molestarte con ello, depués- contestó mientras arrancaba 

Solo atiné a sonreír, no dijimos nada más, ninguno de los dos.



Una vez  que bajamos de la moto, Morrison la trabó y salimos a caminar.

El cielo, estaba cubierto por nubes espesas que ocultaban traviesamente, el bello sol, se formaba un arco iris a lo lejos, producto de la llovizna de hoy al medio día. Odiaba los días así, pero la companía del idiota, lo valía.

Caminábamos sin rumbo alguno, el silencio era cómodo, raras veces lo era, pero por una extraña razón, en estos momentos, mi preferencia, era esta cómoda y tranquila paz.


-¿Todo bien?, estás muy callada, ¿pasa algo?- dijo de repente Tob, así, cortándo el hermoso silencio

Tob, -me gustaba como sonaba ese sobre nombre, más tarde le voy a preguntar si a él le gusta- pensé.

-Si, si. Está todo más que bien, ¿porqué lo preguntás?- contesté sonriendo 

-Mmm...  es que, cuándo te conocí, demostraste, todo lo contrario a una persona callada ,y tranquila- dijo mientras bajábamos la velocidad de nuestra caminata

-Disculpe señor perfecto, suelo ser muy divertida, si me permite aclararlo, solo que ahora, nosé, estoy más relajada que lo normal-

-En primer lugar pequeña, no soy perfecto, soy todo lo contrario a eso, y en segundo lugar, me alegra que seas divertida, me gustan las chicas así-

-No pretendo gustarte, así, que soy lo contrario, soy MUY aburrida, cero gracia, y déjame aclarar que lo divertido, este...-

-Sos increíble nena- dijo interrumpiéndome entre risas 

-Mmm... ¡ya lo sabía!- contesté con un deje de egocentrismo

-¡Hay!, ¡mujeres!-

-¿Qué problemas tenés con las mujeres querido?-

-Ninguno, me refería, a que son todas... muy complejas- aclaró

-Ajá... ahora, cambiando de tema, ya que sos de Madrid, ¿porqué no tenés el acento español?

 -Entremos al bar a tomar algo, y te cuento mi interesante historia. Después vos, me contás la tuya, ¿si?-

-Mmm... bueno, estoy de acuerdo- contesté mientras entrábamos, ya que el frío comenzaba a volverse muy crudo


Entramos al bar. Elegimos quedarnos en la barra; y una ves que pedimos nuestros capuchinos con medias lunas, comencé a escuchar su historia.

¿Por qué te cruzaste en mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora