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Papá parecía shockeado aún. El tío Liam estaba quedándose con nosotros y, esa tarde, llegaba otro tío a alojarse en la casa.
Caminé con paso lento entrada la madrugada. Los pies me pesaban y temía recorrer esos pasillos vacíos. Una voz cansina se abrió paso en la oscuridad y me chocó con tal fuerza que casi caigo.
-¿A dónde vas?-preguntó papá.
-Con vos.-musité.-¿Puedo?-su respuesta no llegó y comencé a llorar más y más porque mi intención jamás había sido perderlo.-No quería hacerlo.-sollozé sabiendo que me oía.-Papá, te extraño.
-Le gritaba a alguien que se desangraba al otro lado de la puerta.-dijo.-Llamaba a una persona que ya no estaba ahí.
Me acosté en el suelo de aquel pasillo y sólo miré la puerta de su cuarto, masticando mis uñas y llorando por algo que no podía borrar.
-¿Darcy?-llamó y la voz se le quebró. Los labios me pesaban demasiado como para responder.-¡¿Darcy?!-pude escuchar la puerta abrirse de golpe y un cuerpo caer junto a mi para luego abrazarme.-Si, bebita. Podes venir conmigo. Podemos dormir juntos. Tranquila. Te amo.
Cerré mi mano en torno a la suya y besó mi frente repetidas veces antes de alzarme. Recuerdo que tarareo una canción de cuna que yo no conocía. Todo parecía estar bien pero yo sabía que las apariencias engañan y el temor de que nada fuera como antes, seguía engrullendome desde lo más profundo de los intestinos.

Por la mañana papá me despertó un poco más preoupado que de costumbre. Me abracé a él y respondió como en los viejos tiempos. Sonreí. Extrañaba eso.
- Darcy, Connor va a venir hoy.-dijo y me abrazó con fuerza.-Si algo llega a pasar...
-Voy a contartelo al instante.-aseguré y suspiró.-Pero no se vayan de la casa.
-¿Qué? Si estás asustada...
-No.-negué.-No es eso. Papá quiero que estemos bien otra vez y si te vas...
-No voy a ir a ningún lado.-aseguró con dulzura.-Te lo prometo.-entonces guardó silencio y su mueca anterior volvió.-Hablé con tu mamá. Freddie te sintió después de la llamada. Escapó de casa. Ya intentamos llamarlo pero nada sirve. Creemos que va a buscarte y cuando vea que nos mudamos va a volver a casa. Lo están buscando, de todas maneras. Él no quiso decirlo. Nunca quiso decirlo. Quiero que lo sepas. Tu hermano te ama, a pesar de todo. Él no está bien, pero seguís siendo su hermana.
-¿Vas a traerlo?-pregunté confundida.
-No. Pero vamos a visitarlo de vez en cuando.
Supe que no era idea de él sino de mamá. Se notaba a kilómetros que estaba en desacuerdo. Me abracé a él con fuerza y suspiré.
-Puede que tengamos que esperar un poco. No creo que esté lista todavía.
Eran las palabras que quería oír. De eso estaba completamente segura. Lucía más calmado luego de escucharlas, como si se hubiera sacado una enorme preocupación de encima.

Cuando Connor llegó, lo primero que hizo fue acariciar mi labio. Sonrió y lo imité.
-Ya está curado.-dijo y asentí dejando que me besara.
-Vengan.-pidió papá. Nos guió a la sala donde estaba el tío.- Sientense. Hija, prefiero decírselo yo antes de que él lo note solo.-suspiré y entrelazé mis dedos a los de mi novio mientras sentía su mirada confundida y asustada.-Darcy estuvo en el hospital.
-Tenía fiebre y mi hermano acababa de decirme que me muriera.-murmuré, aclarando. Sentí que me juntaba más a su cuerpo mientras pasaba su brazo en torno a mi.
- Lo sé.- dijo Connor y besó mi cabeza.-Mamá la vio. Pensé que era mejor no mencionarlo. Creo que ella lo prefiere así. Eso no borra la marca y voy a ocuparme de que nunca vuelva a pasar mientras yo esté cerca. Es muy impulsiva cuando se trata de su hermano.
Papá lo miraba sorprendido y yo sonreí, recostándome en el hombro del rubio mientras él acariciaba la venda.
-Te lo dije. Cambió. -sonreí.- Estás más alegre.-le dije.
-Me siento mejor. Ahora sé que puedo tenerte cerca y segura al mismo tiempo. Conseguí un trabajo. Katia me dijo que está orgullosa de mi. Creo que al fin cumplo el papel de hermano mayor que ella esperaba.
-A ella le gustan las tardes de té.-dije y él asintió y me mostró sus uñas pintadas.
-Ahora prefiere el maquillaje. Lo importante es que está feliz a pesar de todo.
Al rato recorriamos la casa mientras reíamos a carcajadas. Subí a su espalda y él corrió al jardín, haciéndome dar vueltas.
-Te amo.-dijo volteando a besarme y lo aparté.
Estornudé y él soltó una carcajada. Se apartó de mi, tomándose el estómago. No recordaba cuándo había sido la última vez que lo había escuchado reír así. Me aproximé con intenciones de besarlo, pero un puño le hizo voltear el rostro y caer.
No podía estar pasando. No ahora.

EscondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora