Cuando la tarde estaba en su punto máximo, estaba en la playa, con papá y el tío Liam. Miré en agua un largo rato y una mano tomó la mía, haciéndome avanzar.
-Vamos, miedosa.-dijo.
-Freddie...-murmuré justo cuando los dos hombres se aproximaban.
-Freddie, no se nadar. Freddie, tengo miedo. Freddie, el agua está fría.- me imitó y siguió avanzando.-Sabes que siempre terminamos en el agua y nunca dejo que nada te pase.
Cuando mis pies llegaron al agua, Freddie tomó mi mano con más fuerza y avanzó, riendo con suavidad.
-Darcy, no hay tiburones.-dijo y sonreí antes de saberlo, básicamente porque sabía que pensaba en ello.- Vamos, la quedas.-dijo y se adentro. Lo miré haciendo puchero y me cargó sobre su hombro.
-La quedas.-dije con la cabeza en su espalda.
Me bajó, mirándome con indignación y pasó a indicarme que guardara silencio. Corrió hacia el tío Liam y reí.
-La quedas.-le dijo tras tocarlo, y corrió hacia mi riendo.
Este comenzó a correr a papá y, tras alcanzarlo, este volteó hacia nosotros. Subí a la espalda de Freddie y le indiqué que se adentrara mientras me tomaba de él con fuerza.
Papá corría tras nosotros y bajé de la espalda de Freddie para saltar olas con él. Lo brazos tatuados me rodearon y reí.
-La quedas.-dijo papá en mi oído.
Divisé a mamá saliendo de la casa y corrí hacia ella. Me arrojé en sus brazos y luego, con una suave risa, volví al mar, diciéndole que ella la quedaba.
No sé cuánto tiempo pasamos ahí ni cuándo terminó el juego y nos tendimos en la arena.
- Darcy.-dijo Freddie a mi lado y lo miré. Lucía apenado.-¿Podrías taparla?-preguntó en dirección a papá.-Sólo no quiero arruinarlo.
Papá cerró su toallón en torno a mi y me junté a su lado, intentando dormir.
-Con que no necesitabas tu siesta, ¿eh?-rió con suavidad.-Vamos, mi amor. Sólo un ratito.
-Con el tío Harry.-dije dejando que me alzara.
-No. El tío Harry tiene pesadillas.-dijo cuando entramos en la casa.
-No te preocupes.- lo escuchamos.-Estoy despierto.
Papá subió las escaleras sin bajarme y entró en la habitación.
-¿Estás bien?-preguntó.
- Lo estoy.-dijo pero no parecía convencido.-Yo la cuido mientras duerme.
Tranquilicé a papá con una mirada y me metí entre las sábanas del tío. Él me rodeó con ambos brazos y permaneció en silencio.
-¿Qué pasa?-pregunté.-Estás muy raro. No me gusta.
- Lo lamento.-dijo molesto y se volteó.
Bajé de la cama para meterme justo debajo de ella y fruncir el seño ante las lágrimas. Lo oí moverse y vi sus pies asomarse.
-¿Darcy?-llamó molesto. Más de lo que lo había oído antes.-¡Darcy!-gritó y me hice pequeña. Un sollozo se me escapó y luego otro y otro hasta que sus manos me tomaron.- Darcy.-murmuró más calmado, acariciando mi rostro reiteradas veces.-Tranquila, dulce. No quise gritar.
-Te enojaste.-dije con dificultad.
-No. No me enojé.- me acostó a su lado y cerró ambos brazos en torno a mi cuerpo.- Es sólo... Voy a contarte otra parte de mi secreto, ¿si? La parte que ellos conocen y nunca mencionan. Pero no llores más, dulce, no quiero que llores.-besó mi frente y dejó que me refugiara en su pecho.-Yo estaba casado, Darcy. Tenía una hermosa hijita de dos años. Era tan buena. Tenía bucles rubios que siempre, pero siempre estaban en su plato cuando comía. No había una sola vez que no pasara.-sonrió y acarició mi pelo.-Tenía los ojos más azules que vi jamás. Ella era hermosa. La nena más hermosa que existió y era mi bebita. Se llamaba Hall. Lo había elegido mi esposa, Cameron. Eran iguales. ¿Sabes? Eran mis dos chicas y no las cambiaba por nada ni por nadie. -La voz se le quebró y me tomé de él con más fuerza.
-Tío, si no...
-Quiero que lo sepas.- me dijo.-Darcy, las perdí en ese accidente. Las perdí a las dos y... No hablé por meses, todos creen que ella me dejó y se llevó a Hall. Darcy, tenía tanto miedo. Odiaba todo, pero sobre cualquier cosa, me odiaba a mi mismo. Y... Pensé en suicidarme unos meses antes de que me llevaran a tu casa, por eso lo hicieron, para controlarme. No me habían dicho de vos. Cuando me tu papá te presentó, no creí que fueras tan chiquita. Entonces me diste la mano... Darcy, sos una bebita.-dijo aferrándome con fuerza.-Sos una bebita y quiero cuidarte tanto. No quiero que te pase como a ellas. No a vos. Y... Tengo miedo de que algo pase. No quiero estar lejos tuyo.
-¿Estaban de vacaciones?-pregunté casi sin voz y él asintió.
-Estábamos acá.-dijo.- Pero no va a volver a pasar. Te lo prometo.
-¿Algún día vas a contárselos?-pregunté.
-No lo creo. No me gusta revivir el recuerdo con personas ajenas a mi.
-¿Y yo?-murmuré.
-Vos sos mi bebita.-dijo con la mejilla en mi cabello.-Vos siempre vas a ser mi bebita.

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Escondida
Fiksi PenggemarFreddie Reign Tomlinson fue el boom del momento cuando nació. El favorito de todos, el centro del drama, aquel del que hablaban día y noche. Papá hablaba mucho de él, puede ser que por eso yo pasara desapercibida. Mi nombre es Darcy Hillary...