Escondida

37

Cuando llegamos al muelle y nos paramos frente al barco, no pude evitar abrir los ojos de manera inmensa. Una fina llovizna caía sobre la cubierta y las olas rompían de forma violenta contra él.
-Es nuestro hoy.-dijo papá.- Vamos a ir a dar una vuelta. Un día en barco.
Todos miraban aquel barco descomunal para la cantidad que éramos. La mano del tío tiró de mi hacia atrás. Había temor en sus facciones.
-¿Qué pasa?-pregunté.-Tío...
-No. No vamos a subir. Darcy, volvamos a la casa.-dijo alterado y mamá me tomó por los hombros.
-Mi hija va a subir.-dijo firme.-Si queres, volvete.
-Darcy...
-Tío, vení conmigo.-murmuré.-No voy a dejarte.-tomé mejor su mano y negó efusivamente.-Me quedo con él.
- No. Vas a subir.-dijo papá tomándome por el brazo.-Siempre quisiste hacerlo.
-Tío.-pedí.
- No puedo hacerlo, Darcy.-dijo y lucía completamente atormentado.-Andá. Te amo, dulce. Voy a estar esperándote.
Papá me subió y se dispusieron a arrancar cuando escuchamos que el tío pedía que nos estuviéramos. Le tendí mi mano ayudándolo a subir y me aferró con más fuerza que nunca. No entendía que ocurría.

Al cesar la lluvia, salimos a cubierta y nos sentamos, viendo como todo se extendía ante nosotros. Papá y el tío peleaban porque este último no me soltaba. Mamá extendió sus brazos y me dirigí hacia ella pero un movimiento brusco sólo logró que quedara más próxima a la baranda y, pronto, pude sentir el agua empapando mi cuerpo. Me volví pequeña. Tragué agua. Busqué la forma de salir. Fracasé. Temía. Estaba aterrada. Jamás había aprendido a nadar. Entonces me sentí llorar a la vez que buscaba aire donde sólo había agua.
-Darcy.-la voz quebrada llegó a mis oídos y comencé a toser más y más a la vez que todo el agua salía y el aire regresaba.-Darcy, por Dios.-dijo mamá abrazándome con fuerza mientras lloraba.-Mi amor, estás bien. Tranquila. Tranquila. Te amo.
Clavé mis ojos en las ropas empapadas de Freddie y comencé a llorar, logrando que me abrace con fuerza y susurre cosas incoherentes en mi oído.
-Saltaste por mi.-lloré en su hombro y me encogí de frío.-Freddie.
-Tenemos que volver. Tiene mucho miedo. Tenemos que ir a la casa. Darcy está temblando. Hay que ir a la casa.
Busqué lugar en el pecho del tío Harry y esté me tomó, casi ausente.
-Manejaba la lancha.-dijo y todos guardaron silencio.-Cuando recuperé la conciencia estaba en un hospital, ciego, y me decían que necesitaba reconocer los cadáveres de mi esposa y mi hija.
-Tío.-musité y me afirmó más a su cuerpo.
-No.-dijo alterado.- No Voy a perderte a vos también. ¡No lo voy a permitir! Sos mi sobrina y lo único que me hace olvidar todo lo que pasó. No quería que subieras.
Papá se dispuso a volver y mamá se sentó junto a mi y a Freddie, cubriéndonos a ambos con una manta. Me abrazaba a la vez que los dedos de Freddie presionaban los míos.
-Decilo.-murmuró. Negué.- Decilo, Darcy.
Mamá me miró y acarició mi mejilla con suavidad.
-Yo sólo quería que jugáramos juntas.-musité.
-Darcy, perdón.-murmuró.
Me aparté y fui hasta el tío Harry, deslizándome por el asiento. Él me tomó con fuerza y besó mi cabeza a la vez que me cubría con su abrigo.
-¿Estás bien?-preguntó. Asentí y cerré los ojos en su pecho.-¿Tenes miedo?-volví a asentir.-Yo te cuido. ¿Sabes qué vamos a hacer cuando lleguemos? Te voy a hacer leer mi libro favorito.
-¿De verdad?-pregunté emocionada de golpe y él asintió.-¿Y si no me sale bien?
-Yo voy a ayudarte.-me tapó mejor y, pronto, llegamos al muelle.
-La voy a tener yo.-dijo el tío Liam al alzarme. Entonces reparé en que sus ropas también estaban empapadas.-La voy a llevar a la casa a ella y a Freddie. Vamos a darnos un baño caliente y a preparar la cena. Ustedes encarguense del bote.
-¿Tío?¿Por qué estás mojado?
-Porque no iba a dejar que te ahogaras.-dijo y me metió en el auto.-Darcy, vamos a ir a casa y quiero que te quedes conmigo. Necesito que estés ahí conmigo.
Ajustó mi cinturón y Freddie subió a mi lado y tomó mi mano con suavidad. La presioné cuando el auto arrancó y se juntó más a mi, besando mi cabeza.
-Sé que estás asustada, pero tenemos que llegar a la casa.
-Yo sólo quería jugar con mamá. Quería que fuéramos una familia.
-Cuando te sacamos del agua,-dijo mi hermano.-Frank te hacía primeros auxilios mientras mamá lloraba abrazada a papá. Estaban juntos. Los dos pendientes de vos.
- No pude verlos.-musité.
- Pero lo lograste.-dijo él.-Ahora tenes que hacerle caso a tu tío.
Bajamos en la casa y el tío me rodeó con ambos brazos a la vez que entraba.
-¿Sabías de la familia de Harry?-asentí.-A tu papá no le hace ninguna gracia la forma en que lo hiciste aparte. Darcy, necesitas...
-Todos me hicieron aparte durante mucho tiempo.-musité.-Y también al tío Harry.
- No. Tu tío Harry se alejó sólo.-dijo él mientras llenaba la bañera y me quitaba el abrigo.- Darcy, antes estabas tanto tiempo con nosotros. ¿Qué es lo que cambió?
-Tío, tengo miedo.
-¿De qué?
Me aferré a él con fuerza sin responder. Cerré los ojos con fuerza. Dejé que me abrazara. Lo dejé bañarme en silencio. Me mantuve allí hasta que volvió a alzarme.

Él cocinaba. Yo daba asco en eso. Sentada en la mesada, lo miraba con los labios juntos y los ojos rebotando en las paredes.
-¿Darcy?-preguntó.-¿Estás bien?
-Tío, tengo frio.-murmuré.
-Buscá un abrigo.-dijo mientras colaba las papas.
- No puedo.-musité.-No siento las piernas.