Escondida

38

El tío me mantenía contra su pecho mientras las personas deambulaban por los pasillos del hospital. Lo miré y él acarició mi rostro.
-No quiero que les digas.-musité.
-Vas a tomar esas pastillas, Darcy.-dijo. Asentí.- Podes mejorar. Yo voy a ayudarte.
Suspiré y besó mi cabeza. Me tomó mejor y el médico llegó con la receta.
-No quiero que te golpees.-me dijo.-Darcy, podemos disminuir las posibilidades pero no podes golpearte.
-Voy a ir con cuidado.-murmuré.

Cuando llegamos a la casa, Freddie estaba sentado fuera. Avancé hacia él y me abrazó. Estaba algo asustado.
-Salí de bañarme y la casa estaba vacía.-dijo y tomé su rostro.-Ya lo sé. Están acá. Pero lucís asustada.
-Estás asustado.-dije.
Rió suavemente y me hizo entrar a la vez que otro auto se detenía. Papá bajó confudido y me tomó en brazos.
-¿Dónde estabas?-preguntó alterado mientras me mecía con rapidez.
-Fuimos a comprar.-dijo el tío.
-¿Y las compras?-preguntó mamá.
-Estaba cerrado.
-¿A esta hora?-cuestionó Frank.
-Darcy, tenes fiebre.-dijo papá interrumpiendolos a todos.-Ay, mi vida.
Miré al tío y él abrió la puerta. Besó mi frente una y otra vez y miró a papá.
-Creo que quiere mimos.-dijo y yo miré a mamá al instante.-Es una bebita. Demasiado chiquita. Nunca tendrías que haberte caído del bote.-acarició mi mejilla y papá volteó hacia él.-Ya le di un baño. Ahora andá con ella arriba, acostala, sé su papá hoy.
-Y mañana.-susurré.
-Y pasado y para siempre.-dijo papá y reí suavemente.
-Freddie también está enfermo.
-Entonces que venga con nosotros.-dijo y sonó como pregunta. Asentí.-Brianna, ¿qué decís? ¿Cuidamos a los dos bebés mientras ellos se encargan de la cena?
Y así es como terminamos los cuatro en la cama de papá. Freddie refregó su nariz fría en mi hombro. Lo empujé con suavidad y él rió.
-Tenes la nariz fría, tonto.-dije y papá me abrazó con fuerza.
-No. Vos tenes los hombros calientes.-dijo él y mamá lo abrazó.
Le saqué la lengua y él hizo que nos juntáramos más. Junté la mano de papá con la de mamá y Freddie delineó mi mejilla.
-Darcy.-murmuró papá y negué cerrando los ojos y llenándome de ellos.-Podemos ser una familia sin estar juntos.
-Sólo queremos poder creer que es posible.-dijo Freddie y lo abracé con más fuerza.-Queremos poder estar bien.
-Estamos bien.-dijo mamá.
-Vos te la pasas con Frank, papá con el Liam y Darcy con Harry. Eso es estar bien.
-También estoy con vos.-musité.-No estás sólo. Te amo. Siempre estoy en tu cabeza y vos en la mía. Freddie, no estás sólo.
-Lo sé, tengo a mi hermanita conmigo.-dijo y besó mi frente con fuerza.-No me gusta ser una familia rota. No me gusta... Darcy, te amo y perdón por todo. Sólo quiero que volvamos a ser los de antes.
-La comida está lista.-dijo alguien al otro lado de la puerta y extendí mis brazos hacia papá. Me alzó y acarició el cabello con suavidad. Me sentí a gusto, protegida, querida. Entonces dejé que me llevara hasta la mesa y me sentara a su lado. No vi al tío Harry ahí, pero preferí no preguntar. El tío Liam dejó una pastilla junto a mi vaso y la tomé con rapidez sin que nadie lo notara. Se sentó junto a mi y me miró algo extraño.
-¿Todo bien?-preguntó y asentí.-Nuestra bebita está enferma. Al final, vas a pasar más tiempo enferma que sana.
-¿Dónde está Harry?-preguntó Freddie.
-En su cuarto.-dijo papá a la vez que me servía puré.- Está un poco alterado por lo de hoy. Darcy y yo vamos a ir a verlo después de comer. ¿No, hija?-asentí.- Vamos a calmarlo. Pero no voy a darle a mi hija. No voy a dejarla sólo para que él esté bien. Ella es su sobrina y tiene que entender que tiene un padre.
-Bueno.-dijo Frank de mala gana y se dejó caer hacia atrás.-No tan padre. Depende el momento.
-Es mi hija y si no hice las cosas bien...
-No es tu problema.-completó.- Pero si lo es porque Darcy la pasó muy mal. Vamos. Pasó en el programa y nunca más fue por tu culpa. Eso era los que Darcy quería. Pero sólo pensas en vos. Te la llevaste lejos sin siquiera decirle a su mamá. Darcy tenía el amor de Freddie con la intensidad del amor tuyo que le carecía. ¿No lo entendes, Louis? Brianna está a unas vacaciones de conseguir su tutoría completa.
-¿Qué?-preguntó papá confundido.
-Que mamá quiere que Darcy vuelva con nosotros.-dijo Freddie.- Nosotros la conocemos mucho mejor que vos.
-Yo conozco a mi hija.
-Eso es lo que vos crees. Pero, ¿qué piensa Darcy?
Me sentí abrumada y miré al tío. Él tomó mi mano y me sacó de ahí con rapidez. Cerré los ojos y los abrí en su cuarto.
-Darcy, tranquila.-dijo y puso Through the dark.-Todo se va a solucionar.
-Yo sólo quería jugar con mamá.-lloré.- Pero nadie quería escucharme. Yo no quiero pasear, comprar cosas caras, salir en televisión. Yo sólo quiero que juguemos todos juntos y que estén un día sin pelear. Quiero irme con vos.
-¿Qué?-preguntó confundido.
-Tío, vayámonos.-pedí refregando mis ojos molesta.-Tío, ya no quiero quedarme.
-Darcy, estás enferma y...-suspiró y me alzó.
Nos metimos en mi cuarto y juntó mi ropa. A los pocos minutos, el tío Harry apareció junto a nosotros con su bolso.
-Me voy con ustedes.-dijo.- Vamos. No van a notarlo.
Los tres bajamos y subimos al auto. Efectivamente no lo notaron. El tío arrancó mientras yo aferraba el brazo del tío Harry.
-Las pastillas.-murmuré mirando la calle que dejábamos atrás.
-No podemos volver. Voy a comprar otras ahora.
-¿Qué pastillas?-preguntó el tío a mi lado.
-Darcy está perdiendo la movilidad y no voy a permitirlo. Ella va a tener todas las oportunidades para retrasar lo inevitable.
-Y yo voy a ser tus pies.-dijo el tío y lo miré.
-Y yo voy a ser tus ojos.-aseguré.
-¿Así que eso era lo que tan juntos los tenía?-preguntó el tío riendo.-Son el mejor equipo de todos.