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Llevábamos horas viajando y comenzaba a ponerme nerviosa. Cerré los ojos con fuerza e intenté calmarme pero el corazón me latía con demasiada prisa.
-Louis, pará el auto.-dijo el tío Harry y negué. Tenía que poder.-Dulce, todo está bien. Estás conmigo y con tu tío Liam y con tu papá.
-Yo manejo.-dijo el tío Liam y comencé a llorar más y más sin poder evitarlo. Papá me rodeaba con sus brazos pero parecía que estaba tan lejos de allí.
Me dolía la espalda. Sabía que sangraba. Tenía miedo.
-Darcy, tranquila.-dijo papá besando mi frente y escuché una puerta cerrarse.
-¿Por qué pararon?-preguntó mamá.
-Porque necesito que vengas con nosotros.-dijo papá y la hizo subir.-Cuidá a Darcy. Dale la mano. Ella se tranquiliza así. Le cuestan mucho los viajes largos.
Sus manos tomaron las mías y me junté más a su cuerpo con temor. El tío Harry acarició mi rostro suavemente y dejó su mano allí, grande, cálida.
-Podes dormir.-dijo mamá suavemente.-Vamos a estar acá cuando te despiertes.
-Mami, tengo miedo.-murmuré con los ojos cerrados y él pulgar del tío Harry recorrió mis párpados con suavidad.
-¿Qué te asusta, mi amor?-preguntó ella y presionó mis dedos suavemente.
-Freddie.-dije.-Está muy raro.
-Se está tratando.-murmuró besando mi cabeza.- Está en tratamiento porque sabe que está haciéndose mal. A él, a vos, a todos.
-A veces no lo siento. No sé si está bien, si está mal.-suspiré y tomé la mano del tío.-Mamá, no me gusta cuando las cosas cambian tanto de golpe.
-¿No es esto lo que querías?-preguntó.
-Amo a mis tíos y a papá.-dije.- Pero ya no te tengo a vos o a Freddie.
-Si me tenes.-dijo con suavidad y cerró sus brazos en torno a mi.-Siempre me vas a tener. Aunque no estemos juntas todos los días...
- Me hubiera gustado ser una familia.-musité.-Con un papá y una mamá y mi hermano. Todo desde un principio. Me hubiera gustado que todo fuera diferente. No me gusta tener que elegir entre uno y el otro.
-No tenes que elegir. Vamos a estar todos juntos durante dos largas semanas.-dijo papá.-Vamos a ser una familia. Te lo prometo, mi amor.

Cuando llegamos, bajé de un salto y me hundí en brazos de papá. Miré a mi alrededor y di otro saltito. Estábamos frente al mar. Lo miré. Me llené de él.
-¿Te gusta, mi amor?-preguntó él y asentí antes de acercarme al tío Harry y tomar su mano.
-Tío, ¿lo sentís?-pregunté emocionada dando un pequeño saltito. Él asintió y me rodeó con ambos brazos, parecía asustado.
-Dicen que las aguas son muy cálidas acá.-dijo papá y le sonreí, hablaba con los sentidos que el tío podía sentir.- Pero ahora es tiempo te instalarse. Necesitamos comer algo y mi nena va a querer dormir su siestita.
-No.-dije y vi a Freddie bajar.- No quiero dormir hoy.
-¿Por qué?-preguntó confundido.
-Porque no puede dormir si sabe que estoy cerca pero no estoy con ella.-dijo mi hermano y se paró justo al lado de Frank.-Yo dije que no teníamos que venir.
El tío Harry tiró de mi mano con suavidad y me junté a su pecho.
-Tenemos que aprovechar el tiempo para conocer la casa.-dije.
- Es de sus tíos durante un rato.-tradujo papá y suspiró.-Yo si voy a dormir un poco. No salgas sin avisarme.
-Lo prometo.-dije y todos rieron cuando extendí mi meñique.
- Es porque sos una nena chiquita.-dijo Freddie.- Es porque vas a ser siempre la más chiquita y todos lo saben.
-¡Freddie!-le reprendió mamá.
-Perdón. Son los estúpidos medicamentos.-dijo bajando la mirada para luego clavarla en el mar.
-Si tanto los odias, no los tomes.-dije en un susurro y sus ojos se clavaron en mi.
-Hay sólo una cosa que odio más que estar estúpido, Darcy, y es mi actitud para con vos. Prefiero ser una planta antes que volver a ponerte una mano encima o decirte cosas que te lastiman. Lo sabes. No voy a dejar de tomarlos hasta que esta ruptura sea definitiva y no voy a permitir que lo sea.-se tomó la cabeza.-Necesito acostarme.
-¿Freddie?-murmuré justo antes de que se desvaneciera.
Me acerqué, sin soltar al tío Harry y Frank lo alzó. Sus brazos caían a ambos lados y tenía grandes ojeras.
-Papá.-murmuré.
-Lo vamos a llevar adentro.- me dijo.-Tranquila, Darcy. Todo está bien, bebita. Él necesita dormir un poco. Es sólo eso.
Pero yo sabía que no era sólo eso, que había algo más. Que había algo muchísimo más grave.

EscondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora