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Cuando el timbre sonó, el tío Harry tiró de mi brazo.
-No dejes las cosas en el fuego.-dijo y saqué los panqueques.-Dejá que abro yo.
Se fue hasta la puerta y yo me encargué de ponerle dulce de leche y dejarlos en un plato en el centro.
-No.-dijo el tío.-Darcy está quedándose con su mamá.- me asomé y vi a Connor.-Pero no vas a poder verla. Ella te dio la oportunidad y vos la perdiste.-noté que llevaba el rostro inescrutable por el modo en que Connor lo miraba.- Al final, Zayn tenía razón, no tardaste mucho sin golpearla.
-¡Tío!-exclamé con la voz ahogada.
-Darcy.-susurró Connor.
-Darcy, quedate adentro.-indicó Harry pero me paré a su lado.- Darcy.-exigió y corrí escaleras arriba.-¡Darcy!
Cerré la puerta con fuerza y me metí debajo de la cama, llorando. El tío nunca me había retado antes. Escuché que Connor me gritaba algo que no llegué a entender y los pasos pronto llegaron a la puerta de mi habitación. Esta de abrió y pude ver al tío con el ceño fruncido y los puños apretados.
- Darcy.-dijo y la voz se le fue ligeramente mientras avanzaba hacia la cama para descubrir que yo no estaba ahí.-Darcy, no me hagas esto.
- Me pidió disculpas.-dijo Connor desde la puerta y el tío volteó fugazmente.-Aunque tiene toda la razón. Amor, salí de ahí.-obedecí y me quedé sentada en el piso con las lágrimas aún en las mejillas.-Voy a volver más tarde. No te alejes de él, sé que no queres lastimarlo.
Me acerqué al tío y Connor se fue antes de que me hundiera en sus brazos. Estos me aferraron con una fuerza casi innecesaria mientras su mejilla se recostaba en mi pelo.
-Sé que queres irte, esconderte, correr lejos, pero no lo hagas. No lo hagas porque yo no puedo encontrarte.-la voz se le quebró y sus manos recorrieron mi rostro una y otra vez.-No puedo verte, Darcy. No puedo. Y... No te das una idea cuánto me gustaría poder hacerlo pero no puedo ser más que estos ojos de mierda que sólo sirven para que la gente sienta pena o miedo.
-No es así.-musité.-No es así.
-Si lo es.-dijo él con seriedad.-Y lo que acabas de hacer sólo me recordó que si algún día te pasa algo, yo no voy a poder ayudarte.
El cinismo en su voz me estremeció y me aferré a su cuerpo con más fuerza.
- Me corté el brazo con una cerámica hace un tiempo.-dije y me aparté suavemente.- Papá no perdió la vista y aún así no pudo hacer nada al respecto.
- Darcy...
-Pasaron muchas cosas, y la vista de los demás no las impidió.
-Darcy, por favor...-pidió pero lo ignoré.
-Y si yo quisiera saltar por la ventana ahora mismo, no podrías pararme aunque pudieras verme. Estás diciéndome que la vista te impide ayudar, salvar, querer.
-No es eso lo...-quiso tomarme pero no me moví.
- Entonces si un día ya no vuelvo a sentir las piernas voy a ser inútil.
-¡Darcy!-exclamó con la voz rota.
-Voy a ver la vida pasar sin poder hacer nada.
-Por favor.-suplicó.
-Voy a dejarme morir.
-No dije eso.-murmuró.-No dije eso. No vas a dejarte morir. No va a pasarte nada. Yo voy a cuidarte.
- Pero no podes verme.-dije contra su pecho.
-Voy a cuidarte de todas formas.-dijo y sequé sus lágrimas con suavidad.-Perdón. No quería decirlo. Yo voy a cuidarte siempre.
-No me gusta.-lloré.-Porque te sentís así y no me parece justo.
-¿Así cómo?-preguntó con suavidad haciendo que nos sentáramos en la cama.
-Mal.
-No me siento mal justo ahora.-dijo y acarició mi rostro.-Más bien estoy preocupado. Yo... No quiero que pienses esa clase de cosas. Te hacen mal y yo quiero que estés bien.
Escuchamos la puerta de entrada seguida de una larga recorrida por la casa y luego el trote escaleras arriba.
-¿Están bien?-preguntó el tío Liam agitado desde la puerta.
-Si.-dije.-Pero creo que nos perdimos la hora del desayuno.
-Está bien.-suspiró y el tío Harry me tomó con más fuerza mientras besaba mi frente.-¿Puedo hablar con Darcy? Harry, creo que necesitas descansar.

El tío dormía mientras nosotros preparábamos el almuerzo en silencio absoluto. Los utensilios eran lo único que se escuchaba, hasta que uno dejó de hacerlo. Con disimulo, sumergí mi mano bajo la canilla conteniendo las lágrimas mientras la sangre se mezclaba con el agua.
Una mano tomó la mía y me dejé caer en aquel pecho, sintiendo que me desmayaría si seguía mirando. El tío Liam cubrió mis ojos y cerró el agua.
-No mires.-dijo.
Minutos más tarde estaba recostada en el sillón con la cabeza sobre sus rodillas. Mi mano estaba vendada y él acariciaba mi cabello.
-¿Estás bien?-preguntó y negué.-Fue un milagro que no te desmayaras. Tranquila. Ya se te va a pasar.
-No quiero que te vayas.-dije respirando profundo y me llevé ambas manos al rostro. -Creo que voy a vomitar.
Pero no lo hice y permanecí ahí durante un largo rato.
-Antes yo era tu tio favorito.-dijo lo miré confundida.-Ahora es Harry. Antes te tirabas en mi cama, jugabas conmigo. Ahora te pasas el día con él o con tu papá o...
-Tío, perdón.-murmuré. -No quería que eso pasara.
-Lo sé.-dijo y acarició el vendaje en mi mano.-Te cortaste feo.
-Connor vino hoy temprano. Dijo que iba a volver. Tío, no puedo.
-¿Qué cosa?
-Estar lejos de él si no me ayudas.-musité y sus brazos me apresaron.
-No voy a dejar que eso pase. No voy a permitir que vuelvas con él. Voy a ayudarte siempre. ¿Entendes que no puedo permitir que nadie te lastime?
-Tío...
-Darcy, no quiero ir a esas vacaciones de mierda y mucho menos quiero que vayas vos. Porque no quiero verte cerca de Freddie.-dijo alzando la voz.- No quiero. No quería que te enteraras de tu retraso madurativo. No quería que tuvieras miedo de salir de la casa. No quería nada de todo esto.
-Todo está bien.-dije.
-Si todo estuviera bien, no te habrías cortado mientras cocinadas por tener la cabeza en cualquier lado. Darcy, no quiero verte así y no poder... No quiero no poder ser quien te cuide ante todo esto. Me mudé hasta acá porque no podía dejarte ni a vos ni a tu papá, y ahora parece que los dos se olvidaron de mi.
-No me olvidé de vos.-dije e hice que me mirara fijamente.-Pensé que habías encontrado a alguien más y... No me gusta decir adiós.
-¿A quién voy a encontrar?-rió.-Soy un divorciado adicto a su trabajo que ama con devoción as y familia. No quedan rastros del famoso Liam Payne que formó parte de una banda adolescente. Sos mi única chica.
-Tío, no quiero decirte adiós. Y... Tío, creo que Freddie me asusta.
-Entonces voy a quedarme ahí para que veas que todo está bien.-dijo y acarició mi rostro con suavidad.-Sé que extrañas a tu mamá...
-El otro día soñé que éramos una familia los cuatro.-dije y suspiré, acercando las rodillas a mi pecho.-Todo lo que le pasa a Freddie es porque siempre soñó que íbamos a ser los cuatro. Odia a Frank. Odia a todos porque nadie hizo realidad su sueño. Me hubiera gustado que fuéramos los cuatro, pero eso nunca va a pasar.
-¿Extrañas a tu mamá?-preguntó con suavidad.
-Si. Pero no puedo tenerlos a los dos y no quiero volver a perder a papá. Las cosas nunca están completamente bien. Pero dicen que eso es normal.
-¿Quién?
-La gente.-musité pero ya no sabía ni a quién le respondía.

EscondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora