Mi idea de baloncesto claramente no era esa, pero no me quejé demasiado cuando la pelota (que se asemejaba a un pedazo de cemento) me dio en l loa cabeza.
-Ah -toqué la parte posterior de mi cabeza y arrugué la nariz.
-¡Hora de despertar, doce! -exclamó Yoongi, visiblemente cansado detrás de mí.
El objetivo del entrenamiento era permanecer de pie en cualquier lugar del gimnasio y pasar la pelota a la persona que viéramos primero. Claro que los pases eran más largos de lo que habría creído, y la rapidez de aquellos muchachos era tal que me dolía el cuello de tanto girarme con tal de seguir la pelota.
Bufé, provocando que mi cabello volara sobre mi cabeza, y me ajusté la coleta. Levanté los brazos justo cuando la pelota llegó a mí, pero en un desliz esta terminó cayendo torpemente a mis pies.
-Se me resbalo... -murmuré.
Yoongi se dejó a caer hacia adelante, como si quisiera elongar las piernas.
-¡Descancen! -exclamó desde la extraña postura de resignación y, cuando se levantó, sus ojos peligrosamente pegados a mi cara-. Ven aquí.
Me temblaron las rodillas. Aquel rubio de ojos gatunos iba a regañarme feo, lo veía venir.
-Eh... ¿si? -inquirí cuando estuve frente a él, abrazándome a mi misma.
Yoongi puso los brazos en jarra y levantó la barbilla para mirarme con altanería.
-No voy a negar el que la mayoría aquí son un asco, pero tú... -entrecerró los ojos y negó lentamente con la cabeza-. Apestas.
Tragué duro y retrocedí un paso. Qué rudo.
-Yo...
Yoongi sonrió.
-¿Crees que trato de echarte la bronca? Sólo quiero que sepas que por ser una chica no tendrás ningún tipo de trato especial: aquí todos somos un equipo y tu nombre es "doce", que te quede claro.
-Hago mi mejor intento, lo juro.
-Lo sé -se encogió de hombros y apartó la mirada-. Y fue mi idea armar este nuevo grupo de entes inexpertos; así que seré yo quien los entrene y puedes creerme que no pararé hasta que puedas embocarle... al aro... alguna vez.
Hice una mueca. Habíamos tratado de encestar en fila, y no le había dado ni cerca a la red.
-Eso es todo, dos series de cincuenta abdominales.
Abrí la boca tanto como pude y el muchacho enarcó una ceja.
-¿Cin... cuenta? ¿Sólo yo? -miré a mi alrededor; los pocos que se encontraban cerca me miraban con lástima.
-Estás escuálida, doce. Necesitas trabajarlo -me dio un leve empujoncito en la barriga con un dedo.
Me obligué a no ponerme nerviosa. El muchacho me trataba exactamente como a cualquier otro chico, no es que tuviera que sentir que aquello habría sido totalmente innecesario... Aunque lo había sido, completamente.
-Tengo una pregunta -levanté una mano como si se tratara de mi clase de literatura. Al ver que el muchacho me miraba con por demás desinterés, proseguí-. ¿Por qué te llaman Suga? Es decir... eso dice tu camiseta.
-Shooting guard. ¡Jincha! ¿No has prestado atención a la explicación que di al comienzo?
Me ruboricé.
-Yo...
-Tres series de cincuenta, iré por mi cronómetro.
Mierda.
ESTÁS LEYENDO
Caramel Macchiato [Park Jimin]©
FanfictionLo primero que escuché fue su voz... -Un caramel macchiato. -¿Nombre? -Jimin. Sin quitar la vista de mi portátil, sentí como el extraño ocupaba mi misma mesa. Al levantar la vista, sentí como si entrara en una especie de onda supermasiva. Era tan...