20- Baby, you're a caramel macchiato

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-¿No te dije yo que te pusieras algo lindo? -inquirió Jimin despectivamente ni bien verme. Le di un golpecito en el hombro y él se rió, para luego darme un tierno beso e la mejilla que me hizo sonrojarme de pies a cabeza-. Sólo bromeo, estás tan sexy que me gustaría llevarte a un lugar más privado que una cafetería.

-¡Jimin!

-¡Lo siento! -el muchacho volvió a reírse y me hizo una seña para que subiera al coche.

-¿Es tuyo? -inquirí, sorprendida.

-Nah, es de Namjoon. Lindo, ¿no?

-Sí... -dentro oía a vainilla y a limpio-. ¿Y cómo es que te lo prestó?

-Le dije que venía con una chica.

-Claro -me reí y me puse el cinturón de seguridad antes de que el muchacho encendiera el motor.

Me giré y me dediqué un momento a apreciar su belleza: llevaba sus usuales jeans claros rotos, una blusa de banda indie y una campera de imitación universitaria, dado que a la noche la temperatura tendía a descender en Corea del Sur. Su hermoso y bien peinado cabello naranjo ésta vez iba oculto bajo una gorra dada vuelta, dándole esa pinta de chico problemático que va en patineta por la vida. Se veía fatalmente sensual, para variar.

-¿Qué tanto me miras? -se quejó con una sonrisa, sin despegar la vista de la carretera.

Suspiré.

-Es sólo que me conseguí un chico bien feo...

-¡Eh! -me dió una palmadita en el muslo desnuda, bajo la terminación de mi vestido veraniego, y yo me reí y di un respingo de la sorpresa-. Más respeto a tus mayores.

-Oh, claro. ¿Debería llamarte Jimin oppa? -los ojos del muchacho se abrieron mucho-. Porque todo eso del respeto no me va, creo que es un poco humillante.

-¿Ah sí? -sonrió ladino-. De donde yo vengo, es una forma de ser educado.

-Pues de donde yo vengo es como reducirse a un mosquito.

-De cualquier manera, es bastante sexy que me llames oppa.

-Mmm no, no creo que seamos tan cercanos. ¡Oh! A lo mejor así debería tratar a Yoongi... Yoongi oppa.

-Ni siquiera lo pienses, jovencita -me reí y sacudí la cabeza, porque ni en mil años llamaría "oppa" a ningún chico que se me cruzara-. Sólo puedes llamare así a mí, ¿de acuerdo?

Buau. Impactada. ¿Cómo podía un mochi convertirse en un tigre en menos de diez segundos? Me impresionaba.

-Ya veremos -murmuré, apartando la mirada para hacerme la desinteresada.

Lo cual era gracioso, porque sentía la presencia de Jimin a mi lado casi como un calor externo de su cuerpo. 

-¿Entonces... cómo es éste festejo? -inquirí.

-Ah, pues: desde el primer día de universidad que vamos a ésta cafetería.

-Para, para. Desde el principio: ¿cómo se conocieron todos ustedes? Después de todo, no es que sean del mismo año. No todos.

-Pues primero conocí a Taehyung porque era mi compañero de cuarto, iba a muchas clases conmigo... Pero más que nada fue el hecho de que el muchacho no se despegaba de mí ni cuando iba al baño.

-¡Vaya! -me reí.

Jimin sonrió, sus ojos haciéndose muy pequeños. ¿Vería cuando sonreía? Porque estaba conduciendo y la verdad es que el que fuera con los ojos cerrados me daba un poco de miedo.

Caramel Macchiato [Park Jimin]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora