El teléfono sonó de golpe, haciendo que de un salto en la cama y por consecuencia Jimin pataleara a mi lado hasta terminar en el piso.
-¡Oh! -me asomé al borde-. ¡Lo siento!
-¡Estoy bien! -el muchacho se paró rápidamente y atendió el teléfono-. ¿Sí? Bien, ya bajamos -suspiró y re revolvió el cabello-. Hay que desayunar.
-Uuugh -me tiré de espaldas sobre el colchón y tallé mis ojos, sintiendo mis músculos pesados y mi cabeza en llamas.
¿Cómo cuánto habíamos dormido? ¿Dos horas? ¿Hora y media?
Cuando me senté en el borde de la cama vi que Jimin se había quedado parado junto al teléfono, con la vista perdida en algún punto.
¡Se estaba quedando dormido de pie!
-¿Jimin? -lo llamé, pero no respondió-. ¡Jimin!
-¡Yah! ¡Voy al baño! -se encaminó hacia el baño rápidamente, con cara de no saber ni su nombre y dándome una excelente vista de su enorme trasero debajo de sus boxers blancos.
Me mordí el labio inferior con fuerza y me destapé, revelando mi semidesnudes. Me sonrojé hasta las orejas. ¡Dios mío! Tan sólo recordar la noche anterior me ponía la piel de gallina. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Qué debía decirle? ¿Deberíamos hablar del tema o algo así? Bueno... tampoco es que hubiéramos conllevado el acto, pero... Uff, qué complicadas son las cosas cuando tus fantasías más fuertes se vuelven realidad. ¡Me había besuqueado con Park Jimin! Mejor aún: ¡Había llegado al orgasmo con Park Jimin! ¡Con el guapísimo, sexy, tierno y adorable Park Jimin!
Me apresuré a ponerme un pantalón de jean y una blusa rosa pálido. Acomodé mi cabello un poco con las manos, aunque no fue suficiente. Me acerqué al espejo de la habitación e hice una mueca al ver las profundas ojeras debajo de mis ojos, y aún así no pude evitar sonreír. Y es que pese a que había dormido una hora máximo, me dolía la cabeza y tenía pinta de zombie; mis ojos soltaban un... ¿cómo decirle? Destello. Una chispa que advertía, a aquellos que sí sabían mirar, que la noche anterior había sido de las mejores de mi vida y que en ese momento me sentía más despierta y feliz que nunca.
Jimin salió del baño con el cabello mojado, pasta de dientes manchada sobre la mejilla, un par de jeans rotos y un hoddie rojo.
-Ya estoy -dijo.
Me reí y levanté un pulgar para quitar la mancha.
-Ya estas. ¿Vamos?
-¿No vas a ir al baño?
-Iré al de abajo: necesito tomar agua y beberme un analgésico ahora mismo.
-¿Te sientes mal? -apretó mis mejillas con sus manos para verme, con gesto preocupado.
Miré sus ojos. A uno y a otro. Sus orbes almendradas me devolvieron la mirada, inquietos, dudosos. Su rostro levemente hinchado, sus labios enrojecidos y su aliento a menta.
-Estoy genial -afirmé, con tanta intensidad que Jimin se sonrojó.
¡Se había sonrojado! ¡Madre mía, que mochi más dulce!
-Entonces bajemos antes de que vengan a buscarnos -comentó con tono burlón.
Tomó las llaves de la habitación y ambos perfilamos hacia las escaleras, para luego prácticamente correr hacia la mesa en la que se había formado un nuevo grupo conformado por Minnie, Hoseok y Yoongi.
Sin embargo, y pese a la satisfacción que me envolvía, no pude evitar ver que varias cabezas se giraban para vernos. Bueno... para verme a mí, más específicamente.
ESTÁS LEYENDO
Caramel Macchiato [Park Jimin]©
FanfictionLo primero que escuché fue su voz... -Un caramel macchiato. -¿Nombre? -Jimin. Sin quitar la vista de mi portátil, sentí como el extraño ocupaba mi misma mesa. Al levantar la vista, sentí como si entrara en una especie de onda supermasiva. Era tan...