12- Jiminnie pabo

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Sólo tuve tiempo de borrar la sonrisa tonta de mi rostro para transformarlo en una máscara de puro horror, antes que Jimin se parara de golpe, aferrara mi muñeca con una mano, y tirara de mi hasta el final del colectivo.

Prácticamente me empujó a un asiento y ocupó el otro, con el torso totalmente girado hacia mí.

Gracias a que Minnie iba borracha, a Yoongi no le importaba una mierda y Hoseok manejaba, casi se preocupó realmente por su salud. Porque, en serio, Jimin ahora mismo me miraba como si quisiera devorarme con la mirada. 

-¿Q-qué haces? -inquirí, roja de vergüenza.

-Dijiste que te gustaba.

-No, dije que me parecías hermoso -sonrió y yo cerré los ojos con fuerza-. Sólo olvida lo que dije, por favor.

-Lo siento, ya es muy tarde -se rió bajito, haciendo que lo mirara de vuelta-. Ya te lo he dicho antes: te he encontrado. Y sólo necesitaba confirmar el que tu sintieras lo mismo.

-Alto, ¿el que sintiera lo mismo?

Ladeó la cabeza con simpatía y se quitó los anteojos.

-¿Qué? ¿Vas a decirme que eres lo suficientemente inocente como para no haberte dado cuenta?

La verdad es que vi tu erección anteanoche, no sé qué tan inocente sea a este punto.

-¿P-perdón? -repetí, sintiéndome estúpida. Pero, la verdad, no me lo creía-. Oye Jimin, no hagas esto.

-¿Hacer el qué? -se acercó más a mí, logrando que yo me pegara al cristal de la ventana.

-Digo que es mucho más fácil si hacemos como que no dije nada. Se me escapó, ¿sí? Y sí: creo que eres atractivo. Pero, ¿sabes qué? ¡Todas lo creen en la universidad! Así que no hace ninguna diferencia qu...

El muchacho se abalanzó hacia mi, callándome con un dulce beso. Sus labios carnosos hicieron presión contra los míos, castamente; y sólo pude pensar en lo mucho que quería mordérselos.

Pero me contuve. 

Jimin se separó de mí y me miró con ojos brillantes; no mentiría si dijera que sus ojos me sonreían.

-La diferencia es que también creo que eres atractiva -sonrió de lado, y el flequillo naranja le cayó sobre un ojo.

Ay, era malditamente seductor y ni se daba cuenta.

Agaché la mirada, incapaz de seguirle mirando. Mis manos temblaban, mi corazón se había disparado y de repente era la persona mas torpe en la faz de la tierra. 

¿Tierno? ¿Por qué creen que cuando una chica se pone nerviosa es tierna? ¡No lo es! ¡Para nada! Es una situación más que vergonzosa que nadie desea atravesar, y menos frente al chico que te gusta. 

-¿Sigues pensando que soy hermoso? -murmuró, apoyándose contra el asiento.

-No, de repente te me haces bien feo.

-¡Yah!

Me reí y sacudí la cabeza. 

Deja de mirarme. ¡Deja de mirarme tan fijo!

Sentí un cosquilleo en la pierna y bajé rápidamente la mirada temiendo que se me hubiera subido un bicho. Sin embargo, este bicho logró estremecerme de placer como ninguno.

Jimin caminaba sobre mi muslo desnudo con dos dedos, como una pequeña personita que subía lentamente. La alarma en mi cabeza se disparó, y mis hormonas comenzaron a correr de un lado a otros, escandalizadas.

Caramel Macchiato [Park Jimin]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora