-Dios mío... -murmuró Yoongi, agarrándose el cabello rubio.
-No puede ser...
-¿Lo... lo hizo?
-Mierda...
-¡Encesté! -grité, feliz, y vi que el entrenador Min me sonreía mitad feliz por mi reciente logro y mitad feliz porque dejara de llamarle "gol", confundiendo el deporte con fútbol.
Comencé a trotar por la calle, haciéndome la linda, hasta que pisé mi cordón suelto y caí de bruces al suelo. En vez de ayudarme, todos comenzaron a reírse a excepción del rubio que puso los ojos en blanco por mi torpeza. Me levanté y sacudí mis rodillas desnudas, sonriendo de todas formas y agradeciendo el que le dieran poca importancia a mi abrupta caída ya que todos me trataban como a un chico (excepto a la hora de ir al vestuario, el cual estaba terminantemente prohibido para mi y me obligaba a ir toda sudada hasta mi edificio para darme la merecida ducha luego de cada entrenamiento).
-¿¡Estás bien!? -exclamó alguien desde la puerta de entrada.
Todos nos giramos al tiempo, y mi corazón dio un vuelco de ternura a pesar de que aquel extraño que me miraba con los ojos muy abiertos y corría hacia mi no era mi Jimin.
Jaja, "mi Jimin", qué es eso.
El muchacho delgado de cabello castaño llegó corriendo a mi lado, con la frente cubierta de sudor y la camiseta igual de mojada.
-¿Te lastimaste? -inquirió.
Yoongi se acercó a él con los ojos entrecerrados y la pelota anaranjada bajo el brazo.
-¿Qué haces en el gimnasio?
El castaño lo miró con una mueca de pato.
-¿Acaso no puedo entrar? También es mi universidad, Suga.
El aludido levantó la barbilla con altanería, y por un momento me pregunté si aquellos dos no se llevarían realmente mal.
-Creí que no volverias luego de que la pelota te diera en la cara; que le tenías demasiado miedo a este lu...
-¡Aigoo! ¡Bocazas! -el extraño le dió un leve empujoncito y volvió a mi-. ¿Estás bien? ¿Te duele?
-Estoy bien -sacudí la cabeza, quedándome muda.
-¿¡No me recuerdas!?
Oh no... ¿Debería?
-Pues...
-¡Soy Hoseok! -hizo una exagerada cara de tristeza.
-¡Ahhhhhh! ¡Sí! ¡El de la chaqueta! -me sonrojé al recordar cómo había usado su prenda para ocultarme del pelirrojo.
-Sip, ese mismo -el muchacho sonrió y Yoongi nos miró con cara de no entender nada-. En realidad no vine a disfrutar de sus habilidades en el deporte; sino porque tengo un mensaje que entregarte. A ti.
-¿A mi?
-De Jimin- asintió con la cabeza y luego puso una mano a la altura de su pecho-. Ya sabes, como de esta altura. Pelirrojo. Cachetón. Con un trasero gigante.
Me reí. Al menos no era la única pervertida en notar el detalle.
-Creo que lo tengo, ¿por qué te mando a darme un mensaje?
-Se encontraba mal, así que ha faltado a la práctica y quería que te dijera que por eso no había venido a verte.
Me quedé callada, esperada que dijera algo más; pero Hoseok no agregó nada.
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Caramel Macchiato [Park Jimin]©
FanficLo primero que escuché fue su voz... -Un caramel macchiato. -¿Nombre? -Jimin. Sin quitar la vista de mi portátil, sentí como el extraño ocupaba mi misma mesa. Al levantar la vista, sentí como si entrara en una especie de onda supermasiva. Era tan...