Epílogo

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-No puedo creer que vayan a graduarse -murmuré, conteniendo la emoción, mientras veía como Minnie se colocaba una tiara brillante sobre la cabeza.

Mi amiga me devolvió la mirada tras el espejo, y vi que ella también estaba conteniendo las ganas de echarse a llorar allí mismo.

-Yo no puedo creer que a ti te quede un año -soltó, girándose y tomándome por los hombros-. ¿Que harán sin mi?

-Y sin Jimin, y sin Taehyung -le recordé, pues todos ellos se graduaban.

-Aún puedes pasear por el campus con Jungkook.

Me reí y sacudí la cabeza.

-¿No has oído las buenas nuevas? -murmuré, y vi que Minnie ladeaba la cabeza con curiosidad-. ¡Al parecer tiene novia!


-¿¡Jungkook!? -abrió mucho los ojos-. ¿Jungkook, el playboy, señorito "me acuesto con todas las chicas de por aquí"

-Siempre creí que encontraría a esa persona y cambiaría -sonreí como una tonta-. Se llama Pauline, ¿no es bonito? Es extranjera, a lo mejor llegue a conocerla algún día.

Minnie se rió y luego dejó de reírse y rompió a llorar. La abracé con fuerza.

-Pasaré a visitarte más a menudo de lo que te gustaría -murmuró.

-¿Bromeas? Te extrañaré mucho demasiado, ¡mira si me ponen una plástica en la habitación!

Mi amiga volvió a reírse, separándose de mí y secándose las lágrimas. Estaba echa un manojo de nervios, un manojo de emociónes, y no la culpaba: yo misma estaba así. No me lo podía creer, lo rápido que pasaban los años, lo rápido que habíamos llegado a éste momento. ¿Quién lo diría? ¡Terminaban la universidad! ¡Recibirían el diploma! Era impresionante, era increíble, me sentía muy orgullosa por ellos.

Minnie buscó la bata de seda de una silla y se la puso encima de un hermoso vestido azul eléctrico que la había ver como la hermosa mujer que era. 

-¿Vamos? -me tendió la mano.

La tomé.

-A por ello.




-¡Kim Taehyung! -exclamó el director.

El muchacho se levantó, y todos gritamos y aplaudimos emocionados.

Allí estabamos: Jungkook, Yoongi, Namjoon, Hoseok, Jimin, Minnie y yo. 

Allí estabamos todos.

-¡Choi Jimin! 

Grité como una loca, logrando que varias personas me miraran para que cerrara la boca. Sin embargo, mis amigos también gritaron como locos e incluso Minnie gritó de la emoción. 

-¡Park Jimin!

Sentí que se me ponía la piel de gallina. Me giré y Jimin me dió un suave apretón de manos. Le vi levantarse, acomodarse la bata azul, y bajar de las gradas para luego subirse a la plataforma. El director y él se enfrentaron e hicieron una reverencia, para luego juntarse y estrecharse la mano. Jimin recibió su diploma, y luego sonrió a la cámara que recordaba el momento. Que recordaba el momento para cada uno de aquellos chicos que ese día terminaban una etapa de su vida, pero comenzar otra mucho más emocionante.

Vi que Jimin me miraba y comencé a aplaudir con ganas. Él se rió. Yo me reí. Todos nos reímos.

Y luego gritamos.

Caramel Macchiato [Park Jimin]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora