En multimedia: Hurts - Something I Need to Know
~*~
Quiero pedirle a Ethan que entre en razón, que baje el arma, pero Kaleb ha sido el primero en empeorar las cosas. Yo tengo mi arma en mi bolso, puedo sacarla y apuntarlo, seremos dos contra uno y desisto. Es la peor idea que podría ocurrírseme. En medio de los dos, con la cabeza a nada de explotarme por la tensión y confundida por lo que está pasando estiro mis manos, una hacia cada uno.
—Por favor, no disparen —les pido a ambos—, por favor.
—No tengas miedo, Blair, yo puedo con este delincuente.
Ethan se acerca otro paso y no le tiembla la mano ni un poco, tiene el dedo justo sobre el gatillo.
—Gabriel, por favor baja el arma —le pido con la voz quebradiza.
—Que no te intimide, estás segura conmigo.
—Blair, vámonos —me pide Ethan y los miro a los dos, no porque esté dudando, claro que voy a irme con Ethan pero no podemos ser tan evidentes, Ethan está arruinando el plan.
—Puedo llamar a la policía ahora mismo y hacer que te arresten, no habrás dado ni un paso fuera con ella e irás directo a la cárcel.
—¡Gabriel por favor!
Ethan se ríe a carcajadas de forma irónica y lanza un balazo que le da a uno de los vasos del minibar.
—¿Ves? A mí no me tiembla la mano como a ti, y puedes hacer tu llamada y pedir que venga la policía, mientras tanto te hago pedazos hijo de puta.
—¿Y cómo? ¿Tú solo?
—No, porque yo no soy tan imbécil como tú, que se queda solo para hacerse el príncipe que rescata a la princesa del dragón, muy entrenado, ¿no es así? Pues no parece —en cuanto dice esas palabras el restaurante se llena de hombres, Jan entre ellos. Todos traen armas pequeñas, simulan acomodarse las chaquetas, los cinturones para que Gabriel note que están armados.
—Ethan... ¿qué estás haciendo? —le susurro, ya no puedo quedarme callada.
—Vas a caer solo —habla tranquilo Kaleb—, cometes demasiados errores.
—No, el que ha caído solo eres tú, quien se puso en evidencia al poner los ojos en quien no debía eres tú, quien no se entera que el cazador ha terminado cazado por una niña eres tú.
—Ethan... —lo intento una vez más.
Kaleb asiente mirando hacia todas las personas que hay en el lugar y por último clava sus ojos en mí.
—Debí suponerlo —comenta y bajo la mirada avergonzada. Lo sabe, sabe que todo es una mentira—, pero aún así mi oferta sigue vigente, Blair. Yo puedo ayudarte a que no tengas la misma suerte que este sujeto y sus secuaces.
—Ella no necesita tu ayuda, bastardo de mierda. ¿Quieres ver de qué lado está? Blair... —me llama.
Miro a Ethan y luego a Kaleb, todo pasa en cámara lenta para mí. Apenas y puedo creerme que el plan se ha arruinado a niveles catastróficos y que mil problemas más se unirán a los cientos que ya encabezan nuestra lista. Aún sabiendo todo lo que se viene para nosotros, hago lo que debo de hacer. Yo elegí estar con Ethan desde el principio y nada me convencerá de dejarlo, ni siquiera para fingir.
Doy los pasos que me separan y me uno a él, Ethan suelta el aire que estaba conteniendo. ¿Pero qué le pasa? ¿Por qué siempre duda de mí?
—Cuídate —es lo último que le dice a Kaleb y me toma de la mano para sacarme de ahí—. Quiero que este lugar quede polvorizado —les ordena a sus hombres y nos montamos al auto para irnos.
ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Atracción II (Almas Perdidas)
Romance*Segunda parte de Peligrosa Atracción. Es necesario leer la primera parte* Después de perder al amor de su vida, Blair Stoms ha decidido continuar lejos del mundo que le ha arrebatado todo. Pero Blair ignora lo que el destino le tiene preparado y qu...