En multimedia: Taylor Swift - This Love
~*~
Siento que pierdo la audición irónicamente, porque ahora que no hay puerta todo el alboroto de afuera llega perfectamente hacia nosotros. Lo primero que hace Ethan es protegerme, en caso de que vayan a dispararnos, ya me salvó una vez así en el pasado y creí que lo había perdido para siempre. No lo soportaría una vez más.
Pero, ningún disparo llega a pesar de que se siguen escuchando. Una luz cegadora nos alumbra y a pesar de todo los sonidos, quejidos, maldiciones y más balazos que se escuchan, también soy consciente de que las personas que nos están apuntando con esa lámpara hacen sonidos de sorpresa.
—¡Ethan! —escucho decir a kim—, si estás vivo —grita.
—¡Hijo de puta! —habla mi hermano.
—Ahora no hay tiempo, hay que salir de aquí —ese es Mateo.
—¿Qué está pasando? —me animo a preguntar nerviosa y desorientada, alejándome de Ethan
—La policía ha montado una emboscada —me explica con rapidez Tony—, te estábamos buscando por todos lados hasta que escuchamos decir que Ethan Johnson estaba aquí contigo. ¡Tenemos que irnos ahora! —se altera.
Todos volteamos hacia la puerta y el pasillo al escuchar pasos que cada vez son más fuertes y disparos más cercanos. Alguien llama a Ethan sin parar. Él aún mira a sus amigos y todos están igual de asustados que yo hace cinco minutos.
—¡No disparen! —ordena Johnson.
—Tenemos que sacarlo de aquí, señor. Es la puta DEA.
Vaya, lo llaman "señor". Y luego lo capto, la DEA. ¡Demonios!
—¡Vamos, vamos, vamos! —nos apresura Mateo. Al salir nos damos cuenta de que sigue todo muy oscuro, que el enfrentamiento continúa a pesar de que se suponía que nadie aquí dentro tenía armas y el tal Ramírez junto a otros seis hombres nos llevan por otro camino.
—Alto ahí —una voz detrás de nosotros suena autoritaria—, arriba las manos, están detenidos —nos informa, Ethan presiona mi mano, se acerca a mí y me da un empujoncito.
—¡Corre! —lo dice tan fuerte y alto que es como si hubiese escuchado un disparo justo a mi lado, corro con estos tacones altísimos y kim me imita, los chicos no traen armas, así que no tienen más opción que correr junto a nosotras para poder escapar, sin embargo, poco tiempo pasa para que el o los hombres que intentaban detenernos caigan al piso... muertos.
¿Hasta cuándo estas escenas seguirán pasando frente a mí? Y peor aún, ¿hasta cuándo dejaré de sentir alivio cuando esto sucede y ganamos?
Las personas que trabajan para Ethan han disparado sin pensárselo, me detengo para buscarlo con la poca luz que tengo disponible. Nathan me toma del brazo con brusquedad y me obliga a correr, no sabemos hacia dónde vamos, ni cómo demonios saldremos de aquí. Ni siquiera llevo mi pistola conmigo, la he dejado fuera del baño.
Uno de los tipos que han venido por Ethan, Ramírez, me parece, nos alcanza, hago el intento una vez más de buscar a Ethan pero mi hermano me lo vuelve a impedir. El hombre nos guía hasta que atrevamos una puerta oculta por unas cortinas y salimos en otro salón del hotel, luego recorremos un pasillo. Las luces de las patrullas que seguramente están rodeando el lugar se mezclan con la oscuridad y nos ayuda a mirar donde pisamos.
—¿Hacia dónde vamos? —me atrevo a preguntar.
—Solo muévete, Blair —me riñe Nathan.
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Peligrosa Atracción II (Almas Perdidas)
Romansa*Segunda parte de Peligrosa Atracción. Es necesario leer la primera parte* Después de perder al amor de su vida, Blair Stoms ha decidido continuar lejos del mundo que le ha arrebatado todo. Pero Blair ignora lo que el destino le tiene preparado y qu...