Capitulo: 7.-Esos aretes son especiales-

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—Alya—susurre parada a su lado en los asientos de la clase.

— ¡¿Marinette?! —Dejo lo que sea que estuviera haciendo con su celular y se levanto, puso sus manos en mis brazos— ¿Qué sucede? —Pregunto con la mayor preocupación del mundo.

—Ayer fue el peor día de todos—mi voz tembló y apuesto a que tenia la expresión de una niña pequeña.

No quería hablarle a Alya sobre lo ocurrido, pero... en cuanto la vi no pude evitarlo, me trague mi orgullo obligándome a sonreír en casa sin embargo tal vez sea debido a la confianza que le tengo que no pude hacerlo delante de ella.

—Siéntate—dijo y me guio hasta mi asiento, me senté a su lado. — ¿Qué fue lo que paso? —Pregunto con tranquilidad.

Mire en todas direcciones para asegurarme de que nadie estuviera oyendo, y lo mejor fue que Nino y Adrien aun no llegaban.

—Alya, yo...—puse mis brazos en la mesa y luego suspire inclinado la cabeza—Recordé varias cosas—hice una pausa, no la mire, pero apuesto a que se está regodeando de felicidad—Entre ellas que me gusta Adrien. —Finalmente lo solté.

— ¡Marinette, eso es fantástico! —Puso su mano sobre la mía con alegría.

—No, no lo es—mire hacia otro para evitar sus ojos los cuales seguramente centellarían de entusiasmo—Yo, me di cuenta que debo rendirme.

Alya permaneció en silencio, no dijo absolutamente nada, creo que ni siquiera podía oír su respiración, la ansiedad que creció en mi fue tanta que me voltee a mirarla y...ella estaba en blanco.

— ¿Alya? —Pregunte dubitativa mientras movía un poco su hombro.

Ante esto pareció reaccionar y me frunció el seño.

— ¿Quién eres tú y que has hecho con Marinette? —Estaba enojada, y mucho.

— ¿Qué dices?

—La Marinette que yo conozco nunca se habría rendido, hay muchas cosas que la desalentaron pero aun así no se rindió entones ¿Por qué ahora te rindes?

—Tú no entiendes.

Que curioso, así como mis suspiros esa frase había aumentado mucho en comparación a las veces que la usaba antes.

—Es muy fácil decir eso cuando no te explicas.

— ¡Maldita sea! —Dije levantándome.

Todos se giraron a verme pero nadie dijo nada, cuando llegue hasta la puerta para mi mala suerte Adrien estaba entrando junto con Nino, al verme sonrió.

—Ho...

Pase por su lado sin darle tiempo a terminar su frase, detrás de mi Alya se disculpo con él utilizando alguna tonta escusa para después seguirme.

—No tenias porque tratar mal a Adrien si eres tú la que quiere rendirse, él no te ha hecho nada. —Se quejo detrás de mí.

Ignorándola me encamine a la biblioteca y al entrar Alya aun seguía detrás de mí.

— ¡Escúchame cuando te hablo Marinette! —Grito y la bibliotecaria la hizo callar.

Frustrada tome su mano y la lleve hasta el último panel para escondernos detrás de este.

—A él le gusta alguien más ¿Cómo no rendirme si se eso? —lo susurre, pero sin embargo estoy consciente que fue lo suficiente alto como para que Alya escuchara.

—Pero...—asumo que se quedo sin palabras—Eso, —encontró las palabras—Eso no quiere decir que no puedas gustarle tu, tal vez haya una manera de...

La misma noche. #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora